Cual animal salvaje, te acecho. Te busco, sigo tu rastro. Me agazapo a la espera,
Por un instante, en la fría noche bajo un paraguas me permitiste atravesar el puente tu puente. Tomado de tu cálida mano,
hoy lo que queda de ti es un jardín secreto, con una única flor marchita. En él me refugio para morir cada vez un poco.
Caminando desprevenidamente por la vida, con el paso de los años uno se encuentra con un sinnúmero de peregrinos embarcados en la misma empresa: la búsqueda. Porque eso es la vida, una...
cuatro sonrisas dos miradas una visita tres caminatas una compañía
Me sorprendo mirándote, tu allí, yo aquí. Tan cerca, tan lejos.
Todo tenía un significado y valía. Hasta la propia vida. Todo, según tú: la medida de todo,
Hay un ojo en tu nuca que me mira pero no me ve y aún así me dice quien eres en verdad te conozco
No puedo evitar mirar el sol contr… y la brisa que cobra forma en ello… No puedo evitar ver tus ojos y la… y así, mis ojos son ojos porque tú… Y de repente, por un instante hay…
Cuatro y cuarenta y cuatro p.m. Sin avisar, como debe ser, te quebraste vida mía ("Te adoro" leí en tu cuaderno)
Enamoramiento, sentimiento fastidioso. Me perturbas, me molestas. No sé que hacer contigo.
Incierto: Falso, dudoso, inseguro, impreciso… Que no es verdadero o cierto Que no es o no está seguro Que no se conoce
Lo único que me queda es un sentimiento de muerte –Thána… que nace de la certidumbre que en esta vida no estaré contigo Vivo el tedio de estar cerca de ti
Último fruto. La copa más amarga para el final, de modo que este sabor me acompañe
Ángel de tu guarda, en eso me he convertido. Tu dulce compañía, que en amargo silencio, atesoro en instantes intocables.