Tal vez la mano, en sueño, del sembrador de estrellas, hizo sonar la música olvidada como una nota de la lira inmensa, y la ola humilde a nuestros labios…

El limonero lánguido suspende una pálida rama polvorienta sobre el encanto de la fuente limp… y allá en el fondo sueñan los frutos de oro...

Como se fue el maestro, la luz de esta mañana me dijo: Van tres días que mi hermano Francisco no trabaj… ¿Murió?... Sólo sabemos

Está en la sala familiar, sombría, y entre nosotros, el querido herma… que en el sueño infantil de un cla… vimos partir hacia un país lejano. Hoy tiene ya las sienes plateadas,

Yo, como Anacreonte, quiero cantar, reír y echar al vie… las sabias amarguras y los graves consejos, y quiero, sobre todo, emborracharm…

Abril florecía frente a mi ventana. Entre los jazmines y las rosas blancas de un balcón florido

Es la tierra de Soria árida y frí… Por las colinas y las sierras calv… verdes pradillos, cerros cenicient… la primavera pasa dejando entre las hierbas olorosas

¡Viejos olivos sedientos bajo el claro sol del día, olivares polvorientos del campo de Andahicía! ¡El campo andaluz, peinado

Daba el reloj las doce... y eran d… golpes de azada en tierra... ...¡Mi hora!—grité—... El silenci… me respondió:—No temas; tú no verás caer la última gota

Siendo mozo Alvargonzález, dueño de mediana hacienda, que en otras tierras se dice bienestar y aquí, opulencia, en la feria de Berlanga

Era una noche del mes de mayo, azul y serena. Sobre el agudo ciprés brillaba la luna llena, iluminando la fuente

¿No eres tú, mariposa, el alma de estas sierra solitarias… de sus barrancos hondos y de sus cumbres agrias? Para que tú nacieras,

La tarde está muriendo como un hogar humilde que se apaga… Allá, sobre los montes, quedan algunas brasas. Y ese árbol roto en el camino blan…