Manuel de Zequeira Arango

A la misma

En un prado a la sombra
Donde la primavera,
A las rosas y lirios,
Les daba vida nueva,
 
Mi Carmelina estaba
Divertida una siesta,
Difundiendo en los aires
Fragancias de Amaltea:
 
Formando caracoles
Susurraba una abeja,
La flor examinando
Que mas jugo tuviera:
 
Cesó por fin su vuelo,
Y en las mejillas tiernas
De Carmelina, ansiosa
Chupó las azucenas;
 
Batió después sus alas,
Volvió a girar contenta,
Sintió el veneno dulce
Y reventó la fiera.

#Cubanos #Habaneros Murió demente

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