¿Quién habita la casa que habité, quién toca las maderas que toqué, quién ve los resplandores que yo v… quién vive las penumbras que viví, quién sueña en la ventana en que s…
Llegaste muy temprano una mañana, una mañana de no sé qué día, una mañana que resplandecía. Quizás eras tú misma la mañana. Llegaste no recuerdo si mañana,
Ya podéis perdonarme: ya no soy malo. ya nada me asombra, por tanto nada me indigna, a nadie aborrezco,
Hoy quiero estar con los ojos cerr… sentir el mundo como lo siente un… evocarte en la fresca lisura de un… presentir tu mirada en un golpe de… Hoy no quiero el brillo, los conto…
Si yo supiera, como sabe el agua, discurrir y brillar entre guijarro… y ser espejo en la cerrada noche y vastedad de cielo en una alberca… si yo aprendiera a ser como es el…
Me llevo bien con este hombre taci… infatigable y fornido al que llama… Es mi vecino. Sus hijos retozan c… Los críos lo despiden cuando el dí… y en las mañanas vienen a esperar…
Tengo la sana costumbre, por Feria y por Navidades, de hacerle largas visitas a mi discreto cadáver. Siempre que voy me lo encuentro
No parará, no parará, no parará este tren hasta llegar e… No parará hasta las terminales del… Con el estruendo de su prisa invad…
¡Eh, Fernando!, esta vez el viaje es bien distinto… Este viaje es el más largo: dura las mil noches de la eternida… El tren sube—¡qué bien
De las flores de ese vaso, la más cautivadora es esa rosa a punto ya de incorpor… a la penumbra como el humo al viento.
Huimos en puntillas de nosotros: otras veces, poeta, nos fugamos vertiginosamente como potros, pero a poco de andar nos encontram… Veces hay en que huimos de nosotro…
En una mínima estación de campo, cuya puerta es un bostezo ante los… registro el vértigo de luces de los trenes que pasan. Sale del silencio el Halley Expre…
Señor, protege el desasosiego de este hombre, mira que el fuego en sus entrañas no cese, y bendice la penumbra
Mi abuelo se sentó a la mesa con s… No levanté los ojos de la sopa: sabía que él también estaba muerto… Mi madre tampoco levantó los ojos a pesar de estar tan muerta como é…
Contra el tiempo, el caos y el aza… contra la duda y la rutina, contra el horizonte de los vastos… los faraones de la IV Dinastía Keops, Kefrén y Micerino