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Nadie más cortesano ni pulido que nuestro Rey Felipe, que Dios… siempre de negro hasta los pies ve… Es pálida su tez como la tarde, cansado el oro de su pelo undoso,
No tienes quien te bese tus labios de grana, Ni quien tu cintura elástica estre… dice tu mirada. No tienes quien hunda
Ven, reina de los besos, flor de l… amante sin amores, sonrisa loca... Ven, que yo sé la pena de tu alegr… y el rezo de amargura que hay en t… Yo no te ofrezco amores que tú no…
Vino, sentimiento, guitarra y poes… hacen los cantares de la patria mí… Cantares... Quien dice cantares, dice Andaluc… A la sombra fresca de la vieja par…
Morir es... Una flor hay, en el s… —que, al despertar, no está ya en… de aromas y colores imposibles... Y un día sin aurora la cortamos. II
Cádiz, salada claridad. Granada, agua oculta que llora. Romana y mora, Córdoba callada. Málaga cantaora. Almería, dorada.
Rico pan de esta carne morena, mol… en un aire caricia de suspiro y ar… Sirena encantadora y amante fascin… los cuellos enarcados, de sierpe o… Vuestros nombres, de menta y de il…
¡Jardín sin jardinero! ¡Viejo jardín, viejo jardín sin alma, jardín muerto! Tus árboles no agita el viento. En el estanqu…
Casi todo alma, vaga Gerineldos por esos jardines del rey, a lo lejos, junto a los macizos
Del sol flamenco a las postreras l… entre escarlatas, oro y brocado; —carmín y nácar—por el bello prado… ricos galanes y esplendentes damas… Ella escuchaba la frase violadora,
Del color del lirio tiene Gerinel… dos grandes ojeras; del color del lirio, que dicen loc… de amor de la reina. Al llegar la tarde,
El lobo blanco del invierno, el lobo blanco viene, con los feroces ojos inyectados en sangre helada, fijos y crueles. ¡Maldito lobo invierno, que te lle…
¡Oh, el sotto voce balbuciente, os… de la primer lujuria!... ¡Oh, la d… del beso adolescente, casi puro!..… ¡Oh, el no saber de la primer cari… ¡Despertarse de amor entre cantare…
Se perdió en las vagas selvas de un ensueño, y sólo de espaldas la vi desde lejos... Como una caricia
¡Qué tristes almas en pena son las viejas alegrías... Y qué fantasmas de días las noches de luna llena!... ¡Qué lamentable cadena
