Cargando...

A de ABANDONO

No supe quererte entonces,
y aunque había suficiente alma en mí,
despuntaban las carencias.
No supiste quererme entonces,
de amor hallé suficiencia en ti,
pero mi alma divergía,
exponenciándose en límites infinitos
sin mí
y tu alma convergía
hacia un centro primario
“bunkerizado”, seguro e infeliz
que yo  había, previamente,
abandonado.
 
© All rights reserved
Preferido o celebrado por...
Otras obras de Maria Luisa Arenzana Magaña...



Top