Mi hora temida es la hora de los sueños, un cocodrilo crujiendo sobre mí, los techos de madera crujiendo al bebé que fui
El sol que abre los ojos nos despierta de besos amarillos cae sobre el haz de la hoja y no toca
Busco una roca, corro desesperadamente hacia una forma que les distraiga. Rozo la torna,
La poesía llega con su pico de letras, requiebro de notas, al espacio del silencio temperando el alma
Hola humano, ¿andas cerca de la mano que se posa sin dudarlo
Varias niñas juntas después del genocidio, aterradas en los túneles, sus bocas llenas de sangre, sus partes íntimas derramándose
La tienes en la cocina, escapamos al horizonte, la caricia es su carencia, tiene de esta vida, la más absoluta inocencia.
Hay un nogal tardío en mi jardín que toca el violín. Hay un almendro rockero adelantado a su guitarra. Hay dos granados y un limonero
La mirada nos engaña, el sol no es amarillo, ni siquiera el mar es azul. La mirada nos engaña, el sol no regresa,
Puede parecerles que están solos, pero, ¿quién no lo está? La compañía no es nunca garantía de felicidad. Cuídense el alma
Ángel, mi ángel blanco, ¿dónde te hallas? No alejes demasiado tus recién estrenadas alas, impúberes y tiernas.
Si quisiera escribir una canción que llegará al confín del universo cada niño sería un verso al compás del corazón. © All rights reserved
Cortaron su espalda, cayó al suelo su columna vertebral… se desplomaron abiertos sus eterno… cortaron al viejo árbol centenario… cayeron sus hojas con el vello eri…
Hay a quien le cuesta querer a alguien más, geómetras que quieren en círculo de sangre o raza, especie o familiaridad.
El número 7 nos cumple las edades: 1. Llegada al mundo / 2 . Curiosi… 3 . Metamorfosis nebular / 4 . A… 5 . Devastación y miedo / 6 . Luc… 7 . Rendición y aceptación