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Sobre la consola

Para R

Entonces,
descifraste mis gemidos.
Supiste
que hacia el sur
todo sería
mucho más
perfecto.
 
Y mi cuerpo se encendió,
            sobre el lugar donde capturas el silencio,
            sobre el lugar donde le das sonido a la vida.
 
Ahí estabas tú,
ahogado entre mis piernas,
con la cabeza sumergida,
descubriendo los límites
de aquella noche,
en la que supuse
que nadie más
volvería a tocarme.

Porfa ayúdenme con los dos últimos versos.

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