La vida nos lleva,
Como si de un tren se tratase.
El sol nos baña,
Y nos sentimos tan despacio,
No podemos parar.
Vertiginoso.
Nos sentimos como espectadores,
Agarraditos del pecho.
La lejanía se convierte en melodías,
En el trayecto de ida y de vuelta.
Ventanas hacia el firmamento,
Pero estamos en la cama,
Donde vivimos
En la sombra
De nuestras vivencias silenciosas.