Sólo ves el negro del momento el vestido que envuelve la piel siente la semilla que siembra piensa lo que sientes al mirarla encuentra la esencia
Quisieran ser mis dedos esas campanillas que sonríen cuando al pasar el rio se enredan en tus tobillos para sentir la tibieza, tu piel.
Caricias son tus palabras cuando desde el alma brotan, silencios preñados de momentos se adhieren al alma, explotan en el aire
Carne y sangre nos unen, imperan lazos que nutren, fuiste vida en mi ser, eres ser de mi vida. Luz que me indica el camino,
La brisa bajo el cerezo de flores, vestido las ramas se agitan en su escote se pronuncian con un pétalo que vuela,
Caballitos de madera, carruajes de cenicienta, elefantes con corta trompa, luces de colores giran sin parar.
Y cuando me asalta el recuerdo... Eres el caos que me motiva cuando las sombras acechan y adormecen el latido Ese invierno que cruje en los hues…
Sobre los puentes cruzas en peldaños al aire las piernas tiemblan a veces, Precipicios que dejan
Eres siervo de mi ser acólito de mi pensamiento esclavo de mis sentimientos desdibujas las fronteras donde mi yo se estremece
Luces y me miras dulces son tus labios en la ocre tierra donde el olivo habita y el buitre vuela
Te llevo en mi sangre, Córdoba qu… remonto la vista y el caudal entre tus costillas confluye ¡Si! tu querido río, me embruja. Deleita al paseante,
Una chispa prende la yesca explosiona la vida el universo se expande receptáculo de almas llamaradas de luz se esparcen
¿Vienes? Sí claro ¿Qué hacemos? ¿Bailamos? No ¿Hacemos sombras? Sí Empiezo yo,