Deja de ser tan tóxico, deja de abrazarme fuerte durante el día dejándome marcas en la piel que no se quitan ni con agua.
Deja de ilusionarme con que a la noche te irás cuando en realidad te quedas escondido y te haces sentir en el resplandor que entra por mi ventana.
Nose porque no me das respiro, haces que se quemen todas las cosas que necesito y me dan un poco de aire y fresco (me quemas el ventilador y la heladera). Aún que lo niegues tú provocas los cortes de energía porque no nos dejas de sofocar día y noche, “Si al menos te irías un par de horas por ahí...”.
Ya no quiero respirar el mismo aire que vos, es tiempo de que nos sentemos a hablar bajó la sombra tomando un tereré bien frío así se enfrían las cosas. Espero que entiendas pero tenemos que separarnos así cada uno sigue su camino y en invierno quizás nos crucemos, “Te saludaré pero no me quedaré mucho para hablar, ya no”.