Los niños en la playa juegan pero las olas llevan sus juguetes. Las olas también desean jugar y las ondas del mar a cambio les regalan
Ballenas de mar, lomos pedazos de islas navegantes, errantes y a la deriva.
Extraíste lo dulce de tu pócima has ordeñado la vaca de pesares y ahora disfrutas la mielosa leche láctea de las ubres de oro.
Persistentes brisas cubren el azul oscuro del rizado mar.
Debes descansar. pero no dejar que las cosas se hagan solas.
Fronda que das olorosos racimos. Viña que destila dulce ambrosía de purpúreo color
Vive para crear no solo para existir.
La oruga se solaza entre las hierbas del bosque. Un bosque tranquilo
Agradece por todo lo que recibes.
Dije las mágicas palabras “Hokus, pokus” y tus labios se llenaron
La estrella de duro diamante duerme sobre la pizarra negra del firmamento.
Mide tus aciertos por el grado de esfuerzo que llevó conseguirlos.
Allí balan suavemente las crías de corderos estando sobre florecientes hierbas frondosas y ¡¡hermosas!!.
En la ciudad ni rumor de las doncellas se escuchara antes de las siete lunas.
Luna dulce, luna de azúcar, en la inmensa taza del firmamento.