#Cubanos #Habaneros #Modernismo #SigloXIX #1891 #VersosSencillos
Quieres mis versos tener, ¿qué versos te ha de decir quien queda con verte ir sin lira ya que tañer? ¿Versos? Pues con ser mujer
De mi desdicha espantosa Siento, ¡oh estrellas!, que muero: Yo quiero vivir, yo quiero Ver a una mujer hermosa. El cabello, como un casco,
Cual de incensario roto huye el pe… Así de mi dolor se escapa el verso… Me nutro del dolor que me consume, De donde vine, ahí voy: al Univer… Cirio soy encendido en la tormenta…
Dos patrias tengo yo: Cuba y la n… ¿O son una las dos? No bien retir… Su majestad el sol, con largos vel… Y un clavel en la mano, silenciosa Cuba cual viuda triste me aparece.
Dígame mi labriego Cómo es que ha andado En esta noche lóbrega Este hondo campo? Dígame de qué flores
En el extraño bazar Del amor, junto al mar, La perla triste y sin par Le tocó por suerte a Agar. Agar, de tanto tenerla
Traidor! Con qué arma de oro Me has cautivado? Pues yo tengo coraza De hierro áspero. Hiela el dolor: el pecho
¿Que como crin hirsuta de espantad… Caballo que en los troncos secos m… Garras y dientes de tremendo lobo, Mi destrozado verso se levanta?... Sí, pero ¡se levanta! A la manera…
En el alféizar calado De la ventana moruna, Pálido como la luna, Medita un enamorado. Pálida, en su canapé
¡Lo hubiera querido tanto, si hubiese él vivido! Yo le habría explicado qué diferencia hay entre las miserias imbéciles y las tristezas grandiosas; entre el desafío y el acoba...
¿Flores? No quiero flores! Las de… Quisiera yo segar! Cruja, cual falda De monte roto, esta cansada veste Que me encinta y engrilla con sus…
Sin pompa falsa ¡oh árabe! saludo Tu libertad, tu tienda y tu caball… Como se ven desde la mar las cumbr… De la tierra, tal miro en mi memor… Mis instantes felices: sólo han si…
Cuentan que un viajero llegó un día a Caracas al anochecer, y sin sacudirse el polvo del camino, no preguntó dónde se comía ni se dormía, sino cómo se iba a donde estaba la estatua de B...
En el bote iba remando Por el lago seductor, Con el sol que era oro puro Y en el alma más de un sol. Y a mis pies ví de repente,
De puntillas, de puntillas, para no despertar a Piedad, entran en el cuarto de dormir el padre y la madre. Vienen riéndose, como dos muchachones. Vienen de la mano, como dos muchachos. ...