II El paisaje es de fábula. ..de ensu… suscita la ilusión de mágicos país… El jardín encantado, cuando suena… entre el perfume de almas ve mil e…

Cálido estío de tus grandes ojos. Negras flores, en selvas encantada… que abre la reina de los claros oj… el alba de las manos sonrosadas. Lámpara astral de tus miradas pura…

Llamé a tu corazón... y no me ha r… pedí a drogas fatales sus mentiras… en vano! contra ti nada puede el o… he de seguir de esclavo a tus plan… Invoqué en mi vigilia; la imagen d…

Rugió el lascivo mar a la manera de un sátiro de barbas temblorosas… al poner tu presencia en la ribera su gracia peculiar sobre las cosas… Joyas raras y sedas olorosas

Está en el bosque, sonrosada, la luna de la madrugada. El negro bosque rememora lo que miró desde la aurora: Se recuerda, temblando, una hoja

Los húmedos myosotis de tus ojos sugieren claros lienzos primitivos con arcángeles músicos de hinojos y santas de los góticos motivos. Copiaron esos místicos sonrojos

Daba el heno cortado su olor y su… y el sonámbulo río su monótona mús… Iba en el cielo azul, como una rei… la luna sonrosada, soñolienta y de… La sombra de las ramas, en las agu…

Ah, no abras la ventana todavía, es tan vulgar el sol!... La luz in… conviene tanto a mi melancolía... me fastidia el rumor con que despi… la gran ciudad... Es tan vulgar el…

Fue en un poniente mágico de púrpu… con música de brisas en los pinos… rítmicas desfilaban las horas, al… tal una ronda griega cincelada en… un terciopelo verde parecía la pam…

El duro son de hierro tornaré melo… para cantar tus ojos! –violetas lu… la noche de tu negra cabellera y e… de tú sonrisa, pura más que las pu… Tú vienes con el alba y con la pri…

Tienes esa elegancia lánguida y ex… de las pálidas vírgenes que pintó… y así pasas, como una visión prerr… por los parques floridos de mis va… Y si el cielo azulado tu mirar ext…

¡Qué rosas de armonía deshojas a l… cuando sobre las teclas—lirios bla… insinúan tus manos, en un lírico a… las finas carcajadas de los locos… La agonía del sol pone de oro la e…

Con el frú—frú sedoso de femenil e… deshilaba en la costa sus encajes… Oh, la isla melodiosa! surgía de las ondas como una enorm… primaveral, o el cuerpo de la niña…

Guárdate tus sonrisas: mi corazón… como fruto en sazón, a la tierra s… la senda ha sido larga, amiga; est… y quisiera gozar de mi hora vesper… Odio aquellos amores de folletín:…

Deja sobre tu seno que caiga mi ca… como un mundo cargado de recuerdos… y dime la palabra santa y única, e… palabra que consuela mis perennes… O mejor, calla. ..deja que en el s…