La seda de tus lánguidas pestañas a proteger tus ojos descendía, ante la encantadora bicromía, de las aristocráticas arañas. Un solemne mutismo de campañas

Hoy cumpliré veinte años. Amargur… de dejar de ser niño y empezar a s… de razonar con lógica y proceder s… los Sanchos, profesores del sentid… Me son duros mis años y apenas si…

Princesa de los ojos floridos y ro… que vierten una suave luz purifica… por quien deshojo todos los lirios… y hay en mis negras noches esplend… sé que tus manos leves no estrecha…

Cuando de nuestro amor la llama ap… dentro tu pecho amante contemple y… ya que solo por ti la vida me es a… el día en que me faltes, me arranc… Porque mi pensamiento, lleno de es…

Esposa Inevitable, dulce Hermana… que al llevarnos dormidos en tu re… nos das la clave de lo que dijo la… y en voz baja respondes a nuestros… Apenas si fulgura mi lámpara encen…

Ni un ansia, ni un anhelo, ni siqu… agitan este lago crepuscular de mi… Mis labios están húmedos del agua… La muerte me anticipa su don mejor… De todas las pasiones llevo apagad…

Hastíos otoñales. ..Ya nada me en… de cuanto me causara infantiles as… y así voy por la vida, cual pálido… que atraviesa las calles de una ci… Y mi alma, que creía la Primavera…

Está en el bosque, sonrosada, la luna de la madrugada. El negro bosque rememora lo que miró desde la aurora: Se recuerda, temblando, una hoja

Marcha la luna trágica entre nubes… sin que nadie las toque se han cer… El miedo, como un lobo, pasea por… se pronuncian los nombres de perso… El abuelo las lámparas, por vez oc…

Daba el heno cortado su olor y su… y el sonámbulo río su monótona mús… Iba en el cielo azul, como una rei… la luna sonrosada, soñolienta y de… La sombra de las ramas, en las agu…

Fue en un poniente mágico de púrpu… con música de brisas en los pinos… rítmicas desfilaban las horas, al… tal una ronda griega cincelada en… un terciopelo verde parecía la pam…

Ah, no abras la ventana todavía, es tan vulgar el sol!... La luz in… conviene tanto a mi melancolía... me fastidia el rumor con que despi… la gran ciudad... Es tan vulgar el…

¡Qué rosas de armonía deshojas a l… cuando sobre las teclas—lirios bla… insinúan tus manos, en un lírico a… las finas carcajadas de los locos… La agonía del sol pone de oro la e…

Dime —¿qué filtro da tu boca en su divino beso cruento, que hace vibrar mi carne loca como a la débil hoja el viento? ¿Con qué fórmula cabalística

Llamé a tu corazón... y no me ha r… pedí a drogas fatales sus mentiras… en vano! contra ti nada puede el o… he de seguir de esclavo a tus plan… Invoqué en mi vigilia; la imagen d…