A la muerte, en Venecia, la llevan a pasear como a una novia. Por entre dos azules la góndola luctuosa

Llegas cuando menos te recuerdo, cuando más lejano pareces de mi vida. Inesperado como

Canta la luz aire arriba como una alondra. Y por la rama de su canto sube el mediodía. Quieren los ojos seguirlo

Mar de mi infancia. Caracolas, arena de oro, velas blancas. Si alguien cantaba entre la noche a las sirenas recordaba. Simbad venía en cada ola

Esta es, amor, la rosa que me dist… el día en que los dioses nos habla… Las palabras ardieron y callaron. La rosa a la ceniza se resiste. Todavía las horas me reviste

Vuelvo a tenerte, amor, como si nunca te me hubieras ido. Tus manos me recorren el rostro suavemente,

No sé nada de ti. De mí no sabes nada. Sólo que al encontrarse nuestros ojos un día,

Tú llegaste a mi vida como llegara… Jesús de Galilea al poso de Sique… cansado, sitibundo, la pupila somb… y sombría en el alma la tristeza t… Yo era entonces murmullo, claridad…

Pienso en ti. La tarde, no es una tarde más; es el recuerdo de aquella otra, azul,

La muerte no es quedarme con las manos ancladas como barcos inútiles a mis propias orillas, ni tener en los ojos,

Cuando presiente el corazón la glo… de ser libre por gracia del olvido… me llega entre la noche, como el r… del mar en la distancia, tu memori… Con ella viene la tenaz historia

¿A dónde iré que no me alcance el… de tu mirada que en azor se muda, y la noche de sueños me desnuda con el brillo quemante del desvelo… ¿En qué sitio del aire, el mar, el…

Se me murió el olvido de repente. Inesperada— mente, se le borraron las palabras

Un breve instante se cruzaron tu mirada y la mía. Y supe de repente —no sé si tú también— que en un tiempo

Como ir casi juntos pero no juntos, como caminar paso a paso y entre los dos un muro