Llegas cuando menos te recuerdo, cuando más lejano pareces de mi vida. Inesperado como

Amor de amor aquel que nos uniera una vez en el tiempo ya distante. Amor en que tú fuiste amado, amant… y yo amante y amada también fuera. Otro amor sin igual no conociera

Digo tu nombre, mar, tu nombre ard… de soles y de júbilo creciente, y el corazón enamorado siente más clara la presencia del latido. Velero que navega repetido

Con paso de gacela vulnerada cantando vienes por el bosque umbr… coronada de juncos, ramos, lirios. Oculto entre los árboles un silencio de pájaros anuncia

En alguna mañana azul y florecida iremos dulcemente, con las manos u… a escuchar las historias que el ar… ante el fácil asombro de las piedr… No diremos, amado, una sola palabr…

Te escribo, amor, desde la primave… Crucé la mar para poder decirte que, bajo el cielo de la tarde, Ro… tiene otro cielo de golondrinas, y entre los dos un ángel de oro pa…

Asomado a la fuente ve que el agua… con el trémulo asombro de su propi… Los ojos ya no pueden rescatar la… que ha olvidado en las redes hiali… Nunca nadie en la tierra

Te contaré la tarde, amigo mío. La tarde de campanas y violetas que suben lentamente a su pequeño firmamento de aroma. La tarde en que no estás.

Mis ojos niños vieron —ha mucho tiempo—alzarse hasta la nube un vuelo de sucesivos verdes que el aire en torno

No es de ahora este amor. No es en nosotros donde empieza a sentirse enamorado este amor por amor, que nada esper… Este vago misterio que nos vuelve

No sé nada de ti. De mí no sabes nada. Sólo que al encontrarse nuestros ojos un día,

Una tierra con cedros, con olivos, una dulce región de frescas viñas, dejaron junto al mar, abandonaron por el fuego de América. Traían en los labios

Tú estarás lejos. Yo dejaré la vida como un ramo de rosas que se abandona para proseguir el camino,

Alguien pasa y pregunta por los jazmines, madre. Y yo guardo silencio. Las palabras no acuden en mi ayuda, se esconden

Nada deja mi paso por la tierra. En el momento del callado viaje he de llevar lo que al nacer me tr… el rostro en paz y el corazón en g… Ninguna voz repetirá la mía