#EscritoresColombianos (1981) Reencuentro
Tú ves mi rostro nada más. Mi rostro. que todo calla. ¡Ay, si pudieras mirarme el alma!
Instalado en el aire de su excelsa… el mancebo vigila el furor enemigo… La tersa superficie del cuerpo nos… el salto de la sangre por las vena… el inminente golpe de la piedra qu…
Cuando llegué te habías ido del brazo de otro amor. Y no quise decirte: «Vuelve, perdóname esta vez, se me hizo tarde,
Se me murió el olvido de repente. Inesperada— mente, se le borraron las palabras
Por el camino, junto a mi sombra, el mediodía pinta el vuelo de una mariposa. Pienso en tu recuerdo
Digo tu nombre, mar, tu nombre ard… de soles y de júbilo creciente, y el corazón enamorado siente más clara la presencia del latido. Velero que navega repetido
Cuánto te quise, amor, cuánto te q… más allá de la vida y de la muerte… Y aunque ya nunca más he de tenert… eres de cuanto es mío lo primero. Más que el sol del estío, verdader…
Mar de mi infancia. Caracolas, arena de oro, velas blancas. Si alguien cantaba entre la noche a las sirenas recordaba. Simbad venía en cada ola
No es el tiempo el que pasa. Eres tú que te alejas apresuradamente
Por ti la mariposa en el liviano paisaje de la brisa detenida. Y en cada mariposa, repetida, la danza de colores del verano. El cielo más azul y más cercano;
Pienso en ti. La tarde, no es una tarde más; es el recuerdo de aquella otra, azul,
En alguna mañana azul y florecida iremos dulcemente, con las manos u… a escuchar las historias que el ar… ante el fácil asombro de las piedr… No diremos, amado, una sola palabr…
Tú ya no tienes rostro en mi recue… nada más, la dorada tarde aquella en que la primavera se detuvo a leer con nosotros unos versos, y prendió entre las ramas del nara…
Esta es, amor, la rosa que me dist… el día en que los dioses nos habla… Las palabras ardieron y callaron. La rosa a la ceniza se resiste. Todavía las horas me reviste
Ahora estamos unidos para siempre. No importa que te hayas marchado, que la puerta