¡Amor! ¡Amor! ¡Qué has hecho de m… Mi vida era como un agua mansa, como un agua ceñida... Antes de ti, ¡qué fácil para el al… la espera de sus pasos, y qué fáci…

A la muerte, en Venecia, la llevan a pasear como a una novia. Por entre dos azules la góndola luctuosa

Te escribo, amor, desde la primave… Crucé la mar para poder decirte que, bajo el cielo de la tarde, Ro… tiene otro cielo de golondrinas, y entre los dos un ángel de oro pa…

Mar de mi infancia. Caracolas, arena de oro, velas blancas. Si alguien cantaba entre la noche a las sirenas recordaba. Simbad venía en cada ola

Pronunciaré tu nombre en la última hora. Así sabrá la muerte dónde encontrarme cuando llegue.

Dejo este amor aquí para que el viento lo deshaga y lo lleve a caminar la tierra. No quiero

En alguna mañana azul y florecida iremos dulcemente, con las manos u… a escuchar las historias que el ar… ante el fácil asombro de las piedr… No diremos, amado, una sola palabr…

Como ir casi juntos pero no juntos, como caminar paso a paso y entre los dos un muro

Deja que pase entre los dos el tie… sin que pueda mudarnos alma y alma… Hemos quedado fijos, uno y otro, con impasible soledad de estatuas, tu rostro al fondo de mis ojos qui…

Pienso en ti. La tarde, no es una tarde más; es el recuerdo de aquella otra, azul,

Este es mi corazón. Mi enamorado corazón, delirante todavía. Un ángel en azul de poesía le tiene para siempre traspasado. En él, como en un río sosegado,

No es el tiempo el que pasa. Eres tú que te alejas apresuradamente

Cuando llegué te habías ido del brazo de otro amor. Y no quise decirte: «Vuelve, perdóname esta vez, se me hizo tarde,

A la hora del alba cuando el sueño me abandona, recorro los momentos de nuestro amor, en busca de los rostros de entonces,

No sé nada de ti. De mí no sabes nada. Sólo que al encontrarse nuestros ojos un día,