#Colombianos #Mujeres #SigloXX (1951) Secreta isla
Nada deja mi paso por la tierra. En el momento del callado viaje he de llevar lo que al nacer me tr… el rostro en paz y el corazón en g… Ninguna voz repetirá la mía
EL ÁRBOL EN FLOR Contra el azul del cielo –este cie… que parece lavado por la mano de D… ¡qué bien luce aquel árbol, dulcem… bajo el rosado peso de su ramaje e…
Esta es, amor, la rosa que me dist… el día en que los dioses nos habla… Las palabras ardieron y callaron. La rosa a la ceniza se resiste. Todavía las horas me reviste
Vuelvo a tenerte, amor, como si nunca te me hubieras ido. Tus manos me recorren el rostro suavemente,
Una tierra con cedros, con olivos, una dulce región de frescas viñas, dejaron junto al mar, abandonaron por el fuego de América. Traían en los labios
Deja que pase entre los dos el tie… sin que pueda mudarnos alma y alma… Hemos quedado fijos, uno y otro, con impasible soledad de estatuas, tu rostro al fondo de mis ojos qui…
Te escribo, amor, desde la primave… Crucé la mar para poder decirte que, bajo el cielo de la tarde, Ro… tiene otro cielo de golondrinas, y entre los dos un ángel de oro pa…
Tú ves mi rostro nada más. Mi rostro. que todo calla. ¡Ay, si pudieras mirarme el alma!
Instalado en el aire de su excelsa… el mancebo vigila el furor enemigo… La tersa superficie del cuerpo nos… el salto de la sangre por las vena… el inminente golpe de la piedra qu…
Como ir casi juntos pero no juntos, como caminar paso a paso y entre los dos un muro
Te contaré la tarde, amigo mío. La tarde de campanas y violetas que suben lentamente a su pequeño firmamento de aroma. La tarde en que no estás.
Ha de pasar la vida. Ha de llegar… He de quedar tendida bajo la tierr… insensible, callada, como estatua… que al romperse en pedazos abandon… Ya sin brillo los ojos que te sigu…
A la hora del alba cuando el sueño me abandona, recorro los momentos de nuestro amor, en busca de los rostros de entonces,
Dejo este amor aquí para que el viento lo deshaga y lo lleve a caminar la tierra. No quiero
Y yo también como la tarde toda me tornaré dichosa para quererte y esperarte. Iluminada de tus ojos vendrá la luna,