Las horas imprevistas
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Cuando Miguel miró de su ventana No sabía –del amor,– de su Lorena… Como esa luz de esa clara mañana Vio volar ese grano dulce de arena… Y las causas lo fueron cercando
Dejando aún lado los motivos de mi llanto, procedo a la manera correcta de reír, entendiendo por esto que la risa no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su torpe se...
¡Hay, que triste se encuentra mi a… Contemplando los astros en el ciel… Mientras que una lágrima cae de lo… Una estrella queriendo ser mi cons… De este dolor tan grande, que yo s…
Dejé pasar demasiado los años. Cuando nunca más pensé, Que este pobre hombre ha llegado, A verse viejo: tal y como es. Es cierto, tal vez: en mi tiempo.
Un gran talento embarga A nuestro admirable Julio Ortega, Los dioses le han puesto Una escalera para llegar al cielo, Desde mi amado portal poético
Si me amarás, me quisieras, Si me quieres, quiéreme todo, Con mi luz entre mi sombra Quiéreme mucho no tan poco. Ámame de día y en la noche,
Llegará algún día, no sé: pero cuá… Tal vez amar y ser natural, Como el respirar armonioso en plen… A plena luz del sol y cerca del ma… Y la gente pudiera desatar a sí mi…
Pasará en silencio mi alma solitar… para mi alma no habrá mayor tortur… si en caso no llegaste en celestia… la luz que me separé de mi tumba. Eres mi luz de mi alma lumbrera,
Vivir sin tus besos, para MI Es mucho desamparo; Vivir sin ver tu rostro: es Mucha soledad, Vivir sin tu amorosa mirada, ojos
A pesar de tener el alma dormida Pensé en despertar y seguir contem… No importa, cómo se me pasa la vid… Cómo se me irán los días volando. Y aunque así se me fue el amor,
Siento como se desvanece tu recuer… De mi mente, como una mancha blanc… Soy libre, más soy un hombre cuerd… Más ante loco por verte en tu casa… Cuando pienso en tí, ya nada se de…
Más toda mi vida yo quise admirart… Haciéndo notar cada día que existo… Lorena hasta ahora pude contemplar… Con estos ojos que siempre te han… Pero así mis ojos decidieron mirar…
Yo sé que existe Como no te imaginas, Eres dulce y tierna Así, mis ojos te miran. Con buenos ojos,
Va con su traje negro el caminante Por unas tierras desoladas, Lleva la flor oscura por modestia Impregnada por su amada. Y su mano derecha lleva el destino
Ante la grandeza de mi amor Infinito, no temo ni al tropiezo Ni al rechazo, ni a la cruel Afilada agonía que por años Me ha estado matando.