VERSOS EN FONDO DE VASO
Poesía
En cada sorbo, su nombre se diluye,
como tinta en lluvia sobre un papel viejo.
No sé si es el vino o el amor quien huye,
pero en ambos naufrago, sin un reflejo.
La copa me dicta las rimas que escupo,
el alma me arde, pero el pulso no tiembla.
A veces la odio... a veces la ocupo,
como se ocupa el veneno si el alma tiembla.
Escribo en la barra del bar mi condena,
con letras torcidas y labios de hiel.
¿Quién ama más: el que olvida o el que sufre y cena
con los fantasmas que huelen a miel?
Quizá no la amo, quizá es la bebida
quien pone su rostro en cada cristal.
O quizás es ella, mi sangre perdida,
quien dicta los versos en mi espiral.
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