#Españoles #Generación98 (1934) Poemas sueltos
Se muere aquel que ve la cara a D… vimos la cara a Dios juntos los do… tú ya te has muerto, yo sigo en el desierto marchando de tu santa huella en po…
Bajo tu blanca mano fría, el negro… tibio, curvo y sedoso, lento ronro… lucientes de húmedo brillo d morro… y los verdes ojos en que el crista… Dormitaba por fuera, dentro recoji…
Me abraza con sus alas, cual gigan… para hundirme en la tierras—negro,… y ai quitarme el aliento me envuel… en que me prende a vida, cual post… del recuerdo bendito de tu postrer…
LXI Vuelve hacia atrás la vista, camin… verás lo que te queda de camino; desde el oriente de tu cuna el sin… ilumina tu marcha hacia adelante.
¡Ave, María! El sol se. acuesta e… centered¡Ave, María! El verdor de su hierba está ya en… centered¡Ave, María! Por jní y por ella, ¡por nosotros,…
¡No te he llorado, no! En vez de… es rocío de sangre roja y espesa que en ofrenda traig… sobre la tierra madre. He puesto aquí, sobre tu hierba ve…
Una noche serena de otoño vi a la lívida luz de la luna de nuestro árbol temblar en la cop… una hoja ya última. Y al llegar la mañana siguiente,,
Si tú y yo, Teresa mía, niíMa nos hubiéramos visto: nos hubiéramos muerto sin saberlo; no habríamos vivido. Tú sabes qué moriste, vida mía,
Me voy de aquí, no quiero más oírm… de mi voz toda voz suéname a eco, ya falta así de confesor, si peco se me escapa el poder arrepentirme… No hallo fuera de mí en que me afi…
Este buitre voraz de ceño torvo que me devora las entrañas fiero y es mi único constante compañero labra mis penas con su pico corvo. El día en que le toque el postrer…
Me muero de un mal cursi, Becquer… se me agota el pulmón, y me cuna la muerte tu ángel cursi con su acordeón. Aquel acordeón que a mi Teresa
Las dos conchas de nácar que bebía… para, ti mis palabras, la luz del sol trasparentaban dulc… una luz escarlata. Y tú oías al sol mientras me oías;
Oír llover no más, sentirme vivo; el universo convertido en bruma y encima mi conciencia como espuma en que el pausado gotear recibo. Muerto en mí todo lo que sea activ…
Oye mi ruego Tú, Dios que no exis… y en tu nada recoge estas mis quej… Tú que a los pobres hombres nunca… sin consuelo de engaño. No resiste… a nuestro ruego y nuestro anhelo v…
Yo, sin saber por dónde, junto a la reja estaba y al oído te hablaba de nuestro eterno amor; y tú, toda confusa,