#EscritoresEspañoles #Generación27
Europa se ha prendido, se ha incen… de Rusia a España va, de extremo… el incendio que lleva enarbolado, con un furor, un ímpetu supremo. Cabalgan sus hogueras,
Caídos sí, no muertos, ya postrado… están los hombres de resuelto pech… sobre las más gloriosas sepulturas… las eras de las hierbas y los pane… el frondoso barbecho,
El último y el primero: rincón para el sol más grande, sepultura de esta vida donde tus ojos no caben. Allí quisiera tenderme
¿Recuerdas aquel cuello, haces mem… del privilegio aquel, de aquel aqu… que era, almenadamente blanco y be… una almena de nata giratoria? Recuerdo y no recuerdo aquella his…
El cementerio está cerca de donde tú y yo dormimos, entre nopales azules, pitas azules y niños que gritan vívidamente
Mis ojos, sin tus ojos, no son ojo… que son dos hormigueros solitarios… y son mis manos sin las tuyas vari… intratables espinos a manojos. No me encuentro los labios sin tus…
Cuerpo del amanecer: flor de la carne florida. Siento que no quiso ser más allá de flor tu vida. Corazón que en el tamaño
La vejez en los pueblos. El corazón sin dueño. El amor sin objeto. La hierba, el polvo, el cuervo. ¿Y la juventud?
Coronad a la escoba de laurel, mir… Es el héroe entre aquellos que afr… Para librar del polvo sin vuelo ca… bajó, porque era palma y azul, des… Su ardor de espada joven y alegre…
Un carnívoro cuchillo de ala dulce y homicida sostiene un vuelo y un brillo alrededor de mi vida. Rayo de metal crispado
Ven a Guadalajara, dictador de ca… carcelaria mandíbula de canto: verás la retiradas miedosa de tu h… verás el apogeo del espanto. Rumorosa provincia de colmenas,
Al derramar tu voz su mansedumbre de miel bocal, y al puro bamboleo, en mis terrestres manos el deseo sus rosas pone al fuego de costumb… Exasperado llego hasta la cumbre
Llegó con tres heridas: la del amor, la de la muerte, la de la vida. Con tres heridas viene:
Se ha retirado el campo al ver abalanzarse crispadamente al hombre. ¡Qué abismo entre el olivo y el hombre se descubre!
Por fin trajo el verde Mayo correhuelas y albahacas a la entrada de la aldea y al umbral de las ventanas. Al verlo venir se han puesto