#EscritoresArgentinos
El que predica en la montaña será el predicador de la montaña. El que come su pan apresuradamente será el hambriento.
Palabras tenues palabras olvidadas. Vuelvo otra vez más en brazos del delirio y de la fiebre.
Vi cómo los perfiles del tiempo se posaban levemente en mi piel dejando una marca.
Si es posible el poema es posible la vida.
Ni como tú. Ni como yo. Si es necesario para vivir que muera todo. La Poesía
A veces tengo los ojos contra las nubes sólo quiero volver a la ciudad. Bajo desde las alturas ciudadanas… me dejo caminar por la calle Princ…
Soy un hombre buscando su identidad perdida. Ambiciono con violenta pasión aquellas tardes cuando caminando por la calle
¡Cuidado! ¡Cuidado! estamos a punto de naufragar. Os habéis creído, que en transatlántico poderoso navegábamos
Dame tu pan y mi alegría era ser tu pan. Dame tu leche y mi alegría era darte mi leche. Dame tu carne y mi alegría
Estoy aquí, parado en el centro de… Aquí donde la tierra ama todos los… Parado como una flor en la estació… canto y mi poesía es una voz entre… Llegué hasta aquí
A mí la poesía me lo permite todo y yo hago con ella lo que quiero. A veces me dejo llevar y Ella me envuelve en su torbellino palabra contra palabra
Es necesario romper el equilibrio hay que llamar al orden a las fuerzas del orden. Hay que temer de los inocentes los inocentes
Volver volver volver hundirme en la lujuria de ese canto hundirme hasta no poder más.
Atado por mis vicios a sórdidas cadenas me oculto para no ser el vuelo de los pájaros. Del brazo de la muerte
Para habitar estos nuevos infiernos que poseo busco nuevos demonios. Demonios del olvido