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Tratos

No me puedo culpar de haber sentido rozar el infierno
si dancé sobre carbones y cenizas
regocijante estruendo al anochecer
entre bailes paganos
bebidas ámbar embriagantes
nieve blanca
dos colapsos
cristales rotos sobre mi cabeza
fueron el inicio.
Un manto me cobijó
y se sentía tan cálido
casi nunca había frio
aunque el invierno fuese crudo,
cualquier cosa me venia bien.
Viviendo en la oscuridad
percibía ligeramente el rosa
y eso me bastó
para nunca el gris encontrar.
Ahí;
en la niebla
de mi alterada cumbre
besé al demonio
y cerré el contrato que por mucho
fue una cárcel con Azrael.
Preferido o celebrado por...
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