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Julio

Ostenta el campo su verdor lucido,      
de intenso azul el cielo se colora,      
y el Sol vierte su luz deslumbradora      
ardiente como el oro derretido.      
 
  Es un amante de pasión rendido
ante la hermosa Cuba a quien adora,      
que a su ávida caricia abrasadora      
abandona su cuerpo enardecido.      
 
  Y en languidez erótica postrada,      
voluptuosa, gentil y enamorada,  
a sus besos ofrece incitadores,      
 
  perfumados con lúbricos aromas,      
ya los erectos senos de sus lomas,      
ya los trémulos labios de sus flores.
Preferido o celebrado por...
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