Arrúllame en tu regazo oh oscuridad, ayúdame a escapar de alba y su realidad, el ardor de la luz y su fragilidad, mi corazón le huye al resplandor del sol, pues mi alma abita en el seol, donde la paz no existe y la ira se come al amor, madre noche dame de beber la sangre del salvador, no deje que su palabra me alcance pues me causa dolor, pues predice mi futuro y causa temor, madre noche protegerme por favor.

Lloro o madre mía pues extraño a mi padre y sus regaños, hoy me dijiste que lo encadenaron mil años, ya no jugaremos a rodear la tierra y pasear por ella, ni tirar al acantilado miles de rebaños, consuela madre noche pues tengo pesar, a diferencia de Pedro yo no te voy a negar, oh madre noche descendamos a tentar, para la salvación al hombre poderle negar, debemos enseñarle que puede matar.

Me siento feliz pues a mi padre liberaran, y lo echaron de nuevo aquí a nuestro hogar, al fuego y azufre el va a regresar, oh madre noche hay que festejar ahora, pues como dijo el salvador esta es nuestra hora. quizás renazcamos para seguir nuestra obra, o tal vez permanezcamos ocultos en la sombra, y acudamos al hombre cuando el nos nombra, en su odio y en su penumbra el nos llamara, y la palabra de él desechara.

Somos la tercera parte de las estrellas del cielo, y la madre noche nos cuida con recelo y algunos de nosotros aun seguimos en vuelo, perseguiremos a la mujer y su simiente que nacerá del fruto que lleva en su vientre, eso dice madre noche y madre noche no miente, empecemos nuestra obra de inmediato, pues su Cristo ya viene y no hay mucho tiempo, avancemos legión pues la noche muere pronto