Tienes manantial en tus pupilas, embebido
también tu aliento, olor a brindis deleitado
Festejo de triunfo, por el amor tan sometido
que rendido de orgullo con valor, es derogado.
Portentoso, e inigualable canal a fantasía
Eres confinación perfecta, delicia de momento
insinuación improrrogable del pecado que me aviva
y que insita a pecar sin sentir remordimiento.
Y como yo despreciar tu mirada seductora
si abundan las fragancias de azucenas y geranios
cómo logran desbordarse, los rubores en la aurora
en el jardín de tus ojos que florece casi a diario.
Si tu piel color canela, es insinuante a la aventura
indiferencia no puedo demostrar, sería un engaño
no podría desprenderme, ni olvidarme estoy segura
del aroma de tu cuerpo prolongado todo el año.
Novia de los Montes