Déjame, sí, déjame, dios o ángel,… Déjame a solas, turba angélica, solo conmigo, con mi multitud. Estoy con uno como yo, que no me reconoce y me muestra mi…

Canta en la punta del pino un pájaro detenido, trémulo, sobre su trino. Se yergue, flecha, en la rama, se desvanece entre alas

Casas que van y vienen por mi fren… semillas enterradas que maduran bajo mis párpados, casas ya vuelta… un puñado de anécdotas y fotos, fugaces construcciones de reflejos

El nombre Sus sombras El hombre La hembra El mazo El… La i…

Si tú eres la yegua de ámbar yo soy el camino de sangre Si tú eres la primer nevada yo soy el que enciende el brasero… Si tú eres la torre de la noche

A Juan José Arreola Altos muros del agua, torres altas… aguas de pronto negras contra nada… impenetrables, verdes, grises agua… aguas de pronto blancas, deslumbra…

Terramuerta terrisombra nopaltorio temezquible lodosa cenipolva pedrósea fuego petrificado cuenca vaciada

Ruidos confusos, claridad incierta Otro día comienza. Es un cuarto en penumbra y dos cuerpos tendidos. En mi frente me pierdo

Fluye el tiempo inmortal y en su l… sólo palpita estéril insistencia, sorda avidez de nada, indiferencia… pulso de arena, azogue sin sentido… Resuelto al fin en fechas lo vivid…

Cantan las hojas, bailan las peras en el peral; gira la rosa, rosa del viento, no del rosal. Nubes y nubes

El libro el vaso el verde obscuramente tallo el disco lecho de la bella durmiente la mús…

¿Palabras? Sí, de aire, y en el aire perdidas. Déjame que me pierda entre palabra… déjame ser el aire en unos labios, un soplo vagabundo sin contornos

Del amarillo al rojo al verde, peregrinación hacia las claridades… la palabra se asoma a remolinos azules. Gira el anillo beodo,

Aquí los antiguos recibían al fueg… Aquí el fuego creaba el mundo Al mediodía las piedras se abren c… El agua abre los párpados La luz resbala por la piel del día

Los labios y las manos del viento el corazón del agua un eucalipto el campamento de las nubes la vida que nace cada día