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El día en Udaipur

Blanco el palacio,
blanco en el lago negro.
Lingam y yoni.
Como la diosa al dios
tú me rodeas, noche.
 
Fresca terraza.
Eres inmensa, inmensa
a la medida.
Estrellas inhumanas.
Pero la hora es nuestra.
 
Caigo y me elevo,
ardo y me anego. ¿Sólo
tienes un cuerpo?
Pájaros sobre el agua,
alba sobre los párpados.
Ensimismados,
altos como la muerte,
brotan los mármoles.
Encallan los palacios,
blancura a la deriva.
Mujeres, niños
por los caminos: frutas
desparramadas.
 
¿Harapos o relámpagos?
Procesión en el llano.
 
Sonora y fresca
por brazos y tobillos
corre la plata.
Con un traje alquilado
el niño va a su boda.
 
La ropa limpia
tendida entre las piedras.
Mírala y calla.
En el islote chillan
monos de culo rojo.
 
Cuelga del muro,
oscuro sol en celo,
un avispero.
También mi frente es sol
de pensamientos negros.
 
Moscas y sangre.
En el patio de Kali
trisca un cabrito.
Del mismo plato comen
dioses, hombres y bestias.
 
Sobre el dios pálido
la diosa negra baila,
decapitada.
Calor, hora rajada,
y esos mangos podridos…
 
Tu frente, el lago:
lisos, sin pensamientos.
Salta una trucha.
Luces sobre las aguas:
ánimas navegantes.
 
Ondulaciones:
ocre el llano –y la grieta...
Tu ropa al lado.
Sobre tu cuerpo en sombra
estoy como una lámpara.
Viva balanza:
los cuerpos enlazados
sobre el vacío.
 
El cielo nos aplasta,
el agua nos sostiene.
Abro los ojos:
nacieron muchos árboles
hoy por la noche.
Esto que he visto y digo,
el sol, blanco, lo borra.

(1962)

#EscritoresMexicanos [1962-1968]

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