(1935)
#Mexicanos #PremioCervantes #PremioNobel #SigloXX
Se inventó una cara. Detrás de ella vivió, murió y resucitó muchas veces. Su cara
Más que aire más que agua más que labios ligera ligera Tu cuerpo es la huella de tu cuerp…
Óyeme como quien oye llover, ni atenta ni distraída, pasos leves, llovizna, agua que es aire, aire que es tiem… el día no acaba de irse,
Toca mi piel, de barro, de diamant… oye mi voz en fuentes subterráneas… mira mi boca en esa lluvia oscura, mi sexo en esa brusca sacudida con que desnuda el aire los jardin…
La hora se vacía. Me cansa el libro y lo cierro. Miro, sin mirar, por la ventana. Me espían mis pensamientos. Pienso que no pienso.
Cantan los pájaros, cantan sin saber lo que cantan: todo su entendimiento es su gargan…
EL salto de la ola más blanca cada hora más verde cada día
Quieta en mitad de la noche no a la deriva de los siglos no tendida clavada
Es la hora esperada sobre la mesa cae interminablemente la cabellera de la lámpara La noche vuelve inmensa la ventana
Shiva y Parvati: los adoramos no como a dioses, como a imágenes de la divinidad de los hombres.
Doblo la página del día, escribo lo que me dicta el movimiento de tus pestañas. Mis manos abren las cortinas de tu ser
Al natural, en cápsulas, abiertas o cerradas, ya desalmadas, Elvira y doña Sol; en cada cuna Eros y leche: digestión pacífica
Hay un árbol inmóvil hay otro que avanza un río de árboles golpea mi pecho Es la dicha
Las horas, su intangible pesadumbr… su peso que no pesa, su vacío, abigarrado horror, la sed que expí… frente al espejo y su glacial visl… mi ser, que multiplica en muchedum…
III A la orilla, de mí ya desprendido, toco la destrucción que en mí se a… palpo ceniza y nada, lo que llueve el cielo en su caer oscurecido.