Siete días de la semana para creer, uno para caer!...
Siete el número con el que se marcó tu despedida,
Los números dan nombre a las puertas.
La puerta veintinueve apareció frente a mí una noche,
Alguien dijo que podía abrirla y entrar,
nada de lo que hiciera ahí dentro seria recordado,
Solté mi dolor y cerré la puerta.
Un Dios que ama a una humanidad que se pregunta
¡por qué diablos necesitamos crear a un Dios!
Siete hombres marcados para cambiar el mundo.
Millones de hombres marcados
para alimentar el cambio,
Si todo tiene un número, ¡para siempre!...
... ¿Qué número debería tener?
Drogas que me dejaron rodeado de seis fantasmas,
unos más aterradores que otros
Pero todos demandan mi vida.
Te firme con mi sangre una página en blanco,
En promesa de mi absolución
Pero mis pecados crecieron
Como maleza en mi jardín!