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Crónica de un Reencuentro

Insistes en que no insista

Insistes en que no insista,
en que no vale la pena.
Mareas como marea
que se acerca y que se va.
Lo peor es que ya sabemos
que llevas toda razón.
Es una lucha perdida
pelear contra tu bastión.
Son muros fortificados
donde se estrellan mis flechas.
Que no se puede escalar.
Que no sirven catapultas.
Que no se puede horadar.
Has formado una defensa,
no se puede derribar.
Un formidable tesoro
detrás de los muros hay,
has sabido protegerlo
y bien lo protegerás.
Tiene que ser incontable
la fortuna que allí está.
Ha de ser maravilloso
lo que te puede brindar.
La vida nos brinda opciones
y nos larga a caminar,
son pocas las ocasiones
que vemos lo que, en verdad,
es lo que debe importarnos,
entre todo lo que hay.
Y solemos ser tan tontos
que las dejamos pasar.
A veces no nos alcanza
con una oportunidad,
y la perdemos dos veces
o quién sabe cuantas más.
Lo importante es que tú sepas
lo que tienes que cuidar.
Que si molestan mis flechas
o te hacen mella, quizás.
Con una lanza certera
puedas, desde tu muro,
mi corazón destrozar.

(2012)

Del libro "Crónica de un Reencuentro"

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