Cuando se ama con el alma y es posible llegar a amar con todo el corazón, pasan cosas; tantas pero tantas cosas, cosas completamente inesperadas, esas cosas nos consumen desde nuestro interior, es verdad que uno se lastima y se lastima en gran cantidad de diversas maneras, lastimamos cada parte de nuestro interior, cada parte de nuestro ser.
Pero son esas heridas las que te hacen crecer y madurar, aunque el precio es muy doloroso y agonizante.
El precio que pagamos por quedarnos callados es difícil de superar, que daríamos por tener el valor, de ir y gritarle al mundo entero, todo lo que sentimos, pero esos son ciertos momentos de pasión desenfrenada, que no controlamos, es ahí, es ahí donde nos damos cuenta que no podemos hablar, porque cuando hablamos, tenemos miedo, miedo a que no correspondan lo que sentimos, a que el amor puro y sincero que desbordamos desde nuestro interior, sea un simple amor superficial para otra persona.
En muchas ocasiones es necesario hacer las cosas callado y esperar el momento mas adecuado para prepararnos y así, nuestra alma este lista, este lista y pueda hablar, hablar y decir todo lo que siente sin miedo.
Ya que nunca se sabe que es lo que pasara el día de mañana; nadie conoce que es lo que nuestro destino nos prepara, nadie sabe que es lo que el futuro de cada uno de nosotros nos guarda.
Es un misterio, el misterio de la vida misma, no hablar es bueno, pero también el hablar nos trae recompensas y recompensas grandes.
Nosotros mismos elegimos hablar o callar, nosotros marcamos nuestro camino y destino, nosotros somos dueños de nuestra vida.
Todos somos diferentes, pero iguales al mismo tiempo. Todos llegamos a temer, todos llegamos a callar, todos y cada uno de nosotros, amamos y amamos desenfrenadamente.
Todos crecemos, todos maduramos, pero nadie conoce que pasara el día de mañana, así que hoy nosotros decidimos, hablamos y gritamos lo que nuestro corazón siente o simplemente callamos y continuamos preparando el momento mas adecuado para hablar.
Yo ahora no se que decir verbalmente, aunque mi alma quiere hablar, hablar y decir miles, millones de cosas.
Así que con el miedo que tengo, con ese mismo miedo, el día de hoy yo te traduzco lo que mi alma grita en este texto, hoy te traduzco lo que grita con tantas fuerzas “Te amo”. Te amo en silencio.