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El ángel blanco de Laurel Canyon

Dedicada a Judee Sill

Ángel blanco de Laurel Canyon, tan fugaz como frágil,
a más capas con tus voces del alma, más purificas mi ser.
Nadie comprendió la conspiración de tu llanto de mujer,
la poción mágica de tus lamentos y las heridas de tu pasado.
 
Cuanto curas mi alma ángel blanco, tu mantra eterno,
en una tierra de buscadores de oro, tu escarbaste en la soledad,
silenciosa y enfadada con un mundo ciego de plegarias,
Jesús hizo cruces como estacas y tu las clavaste en el corazón de todos.
 
Quizás ángel blanco, Laurel Canyon era la excusa perfecta,
para donar la belleza de tu triste y breve historia al universo,
la mística de tu canto celestial, la poesía de tus cansados pasos,
tanto amaste que te rompiste en mil estrellas, tantos besos secos.
 
Siento tu eco ángel blanco, resuena en mi cabeza como el viento,
con tu brocha de violines, arreglaste la hermosura de tu templo.
Mil amores, mil pasiones, buscando tu espacio en rincones hambrientos,
tu espalda joven se fracturo de los excesos, te quedaste inmóvil en el tiempo.
 
Ángel blanco de Laurel Canyon, los oportunistas no pudieron,
sacar el jugo de tu preciado esfuerzo y menos esclavizar tus sueños.
Sigues estando en la memoria de estos peces aburridos y sedientos,
tu locura, tu alma y tu sexo, siguen frescos como el primer momento.
Piaciuto o affrontato da...
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