Te extiendo la mano de mi esperanz… sentados en un pequeño sofá destar… en este habitáculo donde ocupamos… que llenan nuestros pulmones cansa… Esperando el eco de los pájaros qu…
Todos deberíamos hacernos una ecog… para poder replantearnos cada segu… Deberíamos observar por la ventana… Asumir que la mayor batalla es la… Columpiarnos en nuestras fantasías…
Almas que se cruzan bajo el sol coreografía del tiempo y de la luz miradas atrapadas en la multitud que juegan a besarse sin discreció… Todos seguimos
Recuerdo hermano y amigo Víctor J… el día que sentí tus palabras golp… mi padre me descubrió tu fortaleza y supe el derecho de vivir en paz. De tí aprendí el eco de un pueblo…
Si tuviera que encontrar un sitio, para leer mi corazón, lo haría en el salón dormido, junto a un libro y a una canción. Podaría las paredes para ampliar m…
No existe receta ni poción mágica… ni menos para las embestidas de la… cada giro es una nueva oportunidad… En los bosques se esconden miles d… y en los hogares esperamos todos n…
La combustión del beso creo polen que se cristalizó en miel de deseo… para untar en tu delicada cintura y lamer lentamente tus texturas. En un ciclo de fricciones cinética…
No hace falta tanta arrogancia com… ni guantes de hierro macizo con es… ni besos portadores de democracia… El contrato se firma con ojos desa… con palabras directas, sin revesti…
Te figuras con la palabra le das forma cursiva al ser te emancipas con su caudal de verbos que se acomodan con el ritmo de sus pausas
Rozo tu piel en secreto, la complicidad es la receta, el aliento la fragancia dulce para perfumar nuestras miradas. Navego entre tus caricias
Junto a fortines sedientos se esconden la sal y el viento un carnaval de gaviotas acariciando las olas. Calles bordadas de historias
Nunca entendí el querer parecer, ese pretender ser espejo de algo fingir ser los pasos de otros paso… perder la esencia por dos mangos Que necesidad querer parecer,
Filósofo de la bohemia gaditana de lentejuelas lúcidas y opacadas poeta de la sonrisa caducada en versos envenenados de miradas. Capitán de un galeón apasionado
Nuestra justicia es una canción de… armas sin balas en un desierto de… es todo aquello que olvidamos en u… también el verbo que desheredamos… Nuestra justicia es pensar que som…
La piedra erosionada. El humus del bosque. La seda de tu vestido. Los surcos de mis manos. Las líneas de la madera agrietada.