#EscritoresNicaraguenses #Modernismo
La tortuga de oro camina por la al… y traza por la alfombra un misteri… sobre su carapacho hay grabado un… y círculo enigmático se dibuja en… Esos signos nos dicen al Dios que…
Amado es la palabra que en querer… Nervo es la vibración de los nervi… ¡Bendita sea y pura la canción del… que lanzó sin pensar su frase de c… Fraile de los suspiros, celeste an…
En su país de hierro vive el gran… Bello como un patriarca, sereno y… Tiene en la arruga olímpica de su… Algo que impera y vence con noble… Su alma del infinito parece espejo…
El varón que tiene corazón de lis, alma de querube, lengua celestial, el mínimo y dulce Francisco de As… está con un rudo y torvo animal, bestia temerosa, de sangre y de ro…
Puede ajustarse al pecho coraza fé… Puede regir la lanza, la rienda de… Sus músculos de atleta soportan la… Pero él busca en las bocas rosadas… Artista, hijo de Capua, que adora…
Quiero expresar mi angustia en ver… dirán mi juventud de rosas y de en… y la desfloración amarga de mi vid… por un vasto dolor y cuidados pequ… Y el viaje a un vago Oriente por…
Señora, el Amor es violento, y cuando nos transfigura nos enciende el pensamiento la locura. No pidas paz a mis brazos
¿Eva era rubia? No. Con negros oj… vio la manzana del jardín: con lab… rojos probó su miel; con labios ro… que saben hoy más ciencia que los… Venus tuvo el azur en sus pupilas,
Aquella frente de virgen, aquella cándida tez, aquellos rizos oscuros, aquellos labios de miel, aquellos ojos purísimos
Huye el año a su término como arroyo que pasa, llevando del poniente luz fugitiva y pálida. Y así como el del pájaro
¡Oh mi adorada niña! Te diré la verdad: tus ojos me parecen brasas tras un cristal; tus rizos, negro luto,
¡Argentina! Tu ser no abriga la riqueza tentacular que a Europa finesecular incubó la furia enemiga. Y si oyes un día explotar
Del país del sueño, tinieblas, bri… donde crecen plantas, flores extra… entre los escombros de los castill… junto a las laderas de las montaña… donde los pastores en sus cabañas
Yo vi un ave que süave sus cantares entonó y voló...
A un cruzado caballero, garrido y noble garzón, en el palenque guerrero le clavaron un acero tan cerca del corazón,