#EscritoresCubanos #EscritoresMatanceros
Tus manos absolutas y mesiánicas que anoche me pasaron como un cuen… ignoran que hasta sirven de alimen… con sus pulpas viriles y volcánica… Tus manos tan distintas y oceánica…
Los besos se me han vuelto telarañ… la casa se ha venido abajo, se derrumba; ya está rota aunque tiembla entre gajos y vitra…
Como en un lecho me tendí en el ma… Hechizada por musgos y por linos tuve acoso de brazos peregrinos que me echaban las ondas al pasar. Contra mi carne se batió el azar.
Como agua pequeñita, como aurora resplandeciendo así sobre la cara, como un signo de Dios que se secar… para borrar su marca ya incolora; como un cristal alegre que demora
Matanzas: bendigo aquí tus malecones mojados, los árboles desterrados del Paseo de Martí y el eco en el Yumurí.
Busco una enfermedad que no me aca… sino el dolor constante de la vida… algo para fingir que estoy dormida detrás de este temblor de escarcha… Busco un agua cósmica que lave
Por poderosa sangre voy llamada aun latido constante de temblores. Me quedo en esa huída de las flore… con ese fin de soledad tocada. Y cerca de esto, que parece nada,
Muchacho loco: cuando me miras solemnemente, de arriba a abajo, siento que arrancas tiras y tiras de mi refajo. Muchacho cuerdo: cuando me tocas
Yo venía con una paz solemne, con una fiebre de pascua recobrada… fija al dolor no obstante, y ya estabas allí: pálido papel para mis besos,
Yo podría decir que estoy de prima… bajo un aire oloroso a luz definit… y podría tapar la mirada bisiesta que se me está cayendo afuera de l… y ser de flor, de lluvia, de marip…
Salud, mi bandera. Salud en la fe… ¡Salud...! Un rosario de versos y flores para tu señera, fantástica historia. Salud, mi bandera.
No digo: amo, no develo mi historia esta mañana, respeto a los felices, voy al bufete, hago la cama,
Algo me está subiendo, que llora d… hoy necesito oír el corazón adentr… para echárselo al perro que está n… y salvar a la llama convicta en la… y dar a los leprosos la carne que…
Otra vez la batalla lenta y verde: tu perfil de muchacho resonante asomándome el fuego, y un instante de temblor en mi labio que te muer… Otra vez los dos ciegos y el hundi…
Amor, ¿cómo es que vienes a darle al pensamiento tu estocada si estoy entre las sienes —débil mujer a golpes decorada— y apenas tengo trato con la aurora