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Mi infancia son recuerdos de un pa… y un huerto claro donde madura el… mi juventud, veinte años en tierra… mi historia, algunos casos que rec… Ni un seductor Mañara ni un Brado…
Tus ojos me recuerdan las noches de verano, negras noches sin luna, orilla al mar salado, y el chispear de estrellas
El primero es Gonzalo de Berceo l… Gonzalo de Berceo, poeta y peregr… que yendo en romería acaeció en un… y a quien los sabios pintan copian… Trovó a Santo Domingo, trovó a S…
Mientras la sombra pasa de un sant… poner un dulce salmo sobre mi viej… Acordaré las notas del órgano seve… al suspirar fragante del pífano de… Madurarán su aroma las pomas otoña…
Parejo de la encina castellana, crecida sobre el páramo, señero en los campos de Córdoba la llana que dieron su caballo al Romancero… lejos de tus hermanos
En nuestras almas todo por misteriosa mano se gobierna. Incomprensibles, mudas, nada sabemos de las almas nuestras… Las más hondas palabras
Es una hermosa noche de verano. Tienen las altas casas abiertos los balcones del viejo pueblo a la anchurosa pl… En el amplio rectángulo desierto,
Está en la sala familiar, sombría, y entre nosotros, el querido herma… que en el sueño infantil de un cla… vimos partir hacia un país lejano. Hoy tiene ya las sienes plateadas,
Y nunca más la tierra de ceniza he de volver a ver, que el Duero a… ¡Oh loma de Santana, ancha y maci… placeta del Mirón; desierta plaza con el sol de la tarde en mis balc…
Al borde del sendero un día nos se… Ya nuestra vida es tiempo, y nuest… son las desesperantes posturas que… para aguardar... Mas Ella no falt…
Crece en la plaza en sombra el musgo, y en la piedra vieja y s… de la iglesia. En el atrio hay un… Más vieja que la iglesia tiene el… Sube muy lento, en las mañanas frí…
Que el caminante es suma del camin… y en el jardín, junto del mar sere… le acompaña el aroma montesino, ardor de seco henil en campo ameno… que de luenga jornada peregrino
Señor, me cansa la vida, tengo la garganta ronca de gritar sobre los mares, la voz de la mar me asorda. Señor, me cansa la vida
Al borrarse la nieve, se alejaron los montes de la sierra. la vega ha verdecido al sol de abril, la vega tiene la verde llama,
¡Ay del que llega sediento a ver el agua correr y dice: La sed que siento no me la calma el beber! ¡Ay de quien bebe, y, saciada