A Ribeiro Couto
#EscritoresChilenos
En el secreto de la noche mi oración sube como las lianas, así cayendo y levantando, y a tanteos como el ciego, pero viendo más que el búho.
Yo me olvidé que se hizo ceniza tu pie ligero, y, como en los buenos tiempos, salí a encontrarte al sendero. Pasé valle, llano y río
Mirando la alameda, de otoño lacer… la alameda profunda de vejez amari… como cuando camino por la hierba s… busco el rostro de Dios y palpo su… Y en esta tarde lenta como una heb…
Que sopló el viento y se llevó las… y que en las nubes iba un pavo rea… que el pavo real era para mi mano y que la mano se me va a secar, y que la mano le di esta mañana
Que mi dedito lo cogió una almeja, y que la almeja se cayó en la aren… y que la arena se la tragó el mar. Y que del mar la pescó un ballener… y el ballenero llegó a Gibraltar;
Duérmete, mi niño, duérmete sonriendo, que es la ronda de astros quien te va meciendo. Gozaste la luz
Se acabaron los días divinos de la danza delante del mar, y pasaron las siestas del viento con aroma de polen y sal, y las otras en trigos dormidas
Alfonso Reyes creó entre nosotros el precedente de las notas del autor sobre su propio libro. Cargue él, sabio y bueno, con la responsabilidad de las que siguen. Es justa y útil la nov...
—Mentaste, Gabriela, el Mar que no se aprende sin verlo y esto de no saber de él y oírmelo sólo en cuento, esto, mama, ya duraba
Una en mí maté: yo no la amaba. Era la flor llameando del cactus de montaña; era aridez y fuego;
Niñita de pescadores que con viento y olas puedes, duerme pintada de conchas, garabateada de redes. Duerme encima de la duna
Largo cuento de mis años, historia loca de mis días. Si no lo digo no lo creen y contada sabe a mentira. Ha sesenta años que en el Valle
En el llano y la llanada de salvia y menta salvaje, encuentro como esperándome el Aire. Giran redondo, en un niño
Todavía, todavía esta queja doy al viento: los que siembran, los que riegan, los que hacen podas e injertos, los que cortan y cargan
Anda libre en el surco, bate el al… late vivo en el sol y se prende al… No te vale olvidarlo como al mal p… ¡le tendrás que escuchar! Habla lengua de bronce y habla len…