#EscritoresChilenos
Yo no quiero que a mi niña golondrina me la vuelvan; se hunde volando en el Cielo y no baja hasta mi estera; en el alero hace el nido
Te voy a contar la hierba de cabellera soltada y latiendo y ondulando como llena de palabras. Es una niña en el gajo
Ya me voy porque me llama un silbo que es de mi Dueño, llama con una inefable punzada de rayo recto: dulce-agudo es el llamado
Es verdad, no es un cuento; hay un Ángel Guardián que te toma y te lleva como el vie… y con los niños va por donde van. Tiene cabellos suaves
Tres árboles caídos quedaron a la orilla del sendero. El leñador los olvidó, y conversan apretados de amor, como tres ciego… El sol de ocaso pone
Madre, madre, tú me besas, pero yo te beso más, y el enjambre de mis besos no te deja ni mirar... Si la abeja se entra al lirio,
Después de la trompa épica, más elefantina que metálica de nuestros románticos, que recogieron la gesticulación de los Quintana y los Gallegos, vino en nuestra generación una repugnanci...
Corderito mío, suavidad callada: mi pecho es tu gruta de musgo afelpada. Carnecita blanca,
Si me ponen al costado la ciega de nacimiento, le diré, bajo, bajito, con la voz llena de polvo: —Hermana, toma mis ojos.
Madre, cuando sea grande, ¡ay..., qué mozo el que tendrás! Te levantaré en mis brazos, como el zonda al herbazal. O te acostaré en las parvas
En el medio del llano, un árbol seco su blasfemia alarga; un árbol blanco, roto y mordido de llagas, en el que el viento, vuelto
Nacieron juntas, vivían juntas, comían juntas Marta y María. Cerraban las mismas puertas, al mismo aljibe bebían, el mismo soto las miraba,
Señor, tú sabes cómo, con encendid… por los seres extraños mi palabra… Vengo ahora a pedirte por uno que… mi vaso de frescura, el panal de m… cal de mis huesos, dulce razón de…
Yo no he sido tu Pablo absoluto que creyó para nunca descreer, una brasa violenta tendida de la frente con rayo a los pies. Bien le quise el tremendo destino,
Yo canto lo que tú amabas, vida mí… por si te acercas y escuchas, vida… por si te acuerdas del mundo que v… al atardecer yo canto, sombra mía. Yo no quiero enmudecer, vida mía.