A Ribeiro Couto
#EscritoresChilenos
No se siente el vagabundo en el intacto sitio vacío. Siéntese en rocas, tronco o arenas… y no me miente nombre bendito. El que yace tenía un canto
Del hombre fugitivo sólo tengo la huella, el peso de su cuerpo, el viento que lo lleva. Ni señales ni nombre,
Árbol hermano, que clavado por garfios pardos en el suelo, la clara frente has elevado en una intensa sed de cielo; hazme piadoso hacia la escoria
Creo en mi corazón, ramo de aromas que mi Señor como una fronda agita… perfumando de amor toda la vida y haciéndola bendita. Creo en mi corazón, el que no pide
Flor, flor de la raza mía, Sombra… ¡qué dulce y terrible tu evocación… El perfil de éxtasis, llama la sil… las sienes de nardo, l’habla de ca… Cabellera luenga de cálido manto,
Pájara Pinta jaspeada, iba loca de pintureada, por el aire
Del nicho helado en que los hombre… te bajaré a la tierra humilde y so… Que he de dormirme en ella los hom… y que hemos de soñar sobre la mism… Te acostaré en la tierra soleada c…
Hay países que yo recuerdo como recuerdo mis infancias. Son países de mar o río, de pastales, de vegas y aguas. Aldea mía sobre el Ródano,
Pasa por nuestra Tierra la vieja Cabalgata, partiéndose la noche en una pulpa clara y cayendo los montes
Detrás del muro encalado que no deja pasar el soplo y me ciega de su blancura, arden fiebres que nunca toco, brazos perdidos caen manando,
Esta era una rosa llena de rocío: éste era mi pecho con el hijo mío. Junta sus hojitas
¡Qué hermosa corre la ruta de Rapel al río Laja antes de que lluvia o nieblas la pongan bizca o cegada! Sin brazo alzado conduce
En todos los lugares he encendido con mi brazo y mi aliento el viejo… en toda tierra me vieron velando el faisán que cayó desde los cielo… y tengo ciencia de hacer la nidada
Todo adquiere en mi boca un sabor persistente de lágrimas; el manjar cotidiano, la trova y hasta la plegaria. Yo no tengo otro oficio
Ganas tengo de cantar, sin.razón de mi algarada: ni vivo en la tierra de donde es la palma, Ni la madre mía