Una noche lechosa de junio, plenilunio, nuestros ojos miraban a una a la luna con lánguido afán;
Vuelvo a nacerte tal fin cada maña… rebosante de juventud! Voy rejuntando un piélago de gana! Se anega mi salud! Oh cuando llegue d día del abrazo.…
LXI Vuelve hacia atrás la vista, camin… verás lo que te queda de camino; desde el oriente de tu cuna el sin… ilumina tu marcha hacia adelante.
No lo dudes, Teresa, fui Ramee y tú fuiste Julieta; no hay más que una pareja, que el… nuestro inmortal poeta,, va sin cesar rimando en rimas vari…
Me muero de un mal cursi, Becquer… se me agota el pulmón, y me cuna la muerte tu ángel cursi con su acordeón. Aquel acordeón que a mi Teresa
¿Recuerdas? Te mondaba una manzan… y me corté en el dedo del corazón; y tú, viendo la grana… sentiste al pronto miedo; mas, repuesta y riendo, me cojiste
Se muere aquel que ve la cara a D… vimos la cara a Dios juntos los do… tú ya te has muerto, yo sigo en el desierto marchando de tu santa huella en po…
¡Dormirse en el olvido del recuerd… en el recuerdo del olvido, y que en el claustro maternal me p… y que en él desnazco perdido! ¡Tú mi bendito porvenir pasado
Corral de muertos, entre pobres ta… hechas también de barro, pobre corral donde la hoz no siega… sólo una cruz, en el desierto camp… señala tu destino.
center Como el último vuelo de un pájaro… que vuelve a su nido cantaba, y su hijito de voz por el aire ser…
Yo, sin saber por dónde, junto a la reja estaba y al oído te hablaba de nuestro eterno amor; y tú, toda confusa,
La mar y el sol no más, los dos es… uno del otro enfrente; luz y vida latiendo a los reflejos de levante y poniente. La mar relumbra; el sol su pecho a…
Todos los versos que te había escr… por mi mano, quemé; las cenizas, cumpliendo nuestro ri… piadoso derramé sobre ti, a lia puesta del sol, ho…
Oye mi ruego Tú, Dios que no exis… y en tu nada recoge estas mis quej… Tú que a los pobres hombres nunca… sin consuelo de engaño. No resiste… a nuestro ruego y nuestro anhelo v…
A la puesta del sol la cruz de leñ… que tu frente corona, sobre la hierba de tu campo santo va alargando su sombra. Es el reló del Sol de la otra vid…