#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #EscritoresSevillanos #Generación98 #SoledadesGaleriasYOtrosPoemas
Tus ojos me recuerdan las noches de verano, negras noches sin luna, orilla al mar salado, y el chispear de estrellas
Era una noche del mes de mayo, azul y serena. Sobre el agudo ciprés brillaba la luna llena, iluminando la fuente
Se le vio, caminando entre fusiles… por una calle larga, salir al campo frío, aún con estrellas de la madrugada. Mataron a Federico
Es una hermosa noche de verano. Tienen las altas casas abiertos los balcones del viejo pueblo a la anchurosa pl… En el amplio rectángulo desierto,
Desde el umbral de un sueño me lla… Era la buena voz, la voz querida. —Dime: ¿vendrás conmigo a ver el a… Llegó a mi corazón una caricia. —Contigo siempre... Y avancé en m…
Sonaba el reloj la una, dentro de mi cuarto. Era triste la noche. La luna, reluciente calavera, ya del cénit declinando,
¿Mi corazón se ha dormido? Colmenares de mis sueños, ¿ya no labráis? ¿Está seca la noria del pensamiento, los cangilones vacíos,
¡Tenue rumor de túnicas que pasan sobre la infértil tierra!... ¡Y lágrimas sonoras de las campanas viejas! Las ascuas mortecinas
Hoy buscarás en vano a tu dolor consuelo. Lleváronse tus hadas el lino de tus sueños. Está la fuente muda,
Una tarde parda y fría de invierno. Los colegiales estudian. Monotonía de lluvia tras los cristales. Es la clase. En un cartel
La vida hoy tiene ritmo de ondas que pasan, de olitas temblorosas que fluyen y se alcanzan. La vida hoy tiene el ritmo de los…
Ante el pálido lienzo de la tarde, la iglesia, con sus torres afilada… y el ancho campanario, en cuyos hu… voltean suavemente las campanas, alta y sombría, surge.
El hada más hermosa ha sonreído al ver la lumbre de una estrella p… que en hilo suave, blanco y silenc… se enrosca al huso de su rubia her… Y vuelve a sonreír porque en su ru…
El rojo sol de un sueño en el Ori… Luz en sueños. ¿No tiemblas, anda… Pasado el llano verde, en la flori… acaso está el cercano final de tu… Tú no verás del trigo la espiga sa…
El acusado es pálido y lampiño. Arde en sus ojos una fosca lumbre, que repugna a su máscara de niño y ademán de piadosa mansedumbre. Conserva del obscuro seminario