Cuando yo muera quiero tus manos e… quiero la luz y el trigo de tus ma… pasar una vez más sobre mí su fres… sentir la suavidad que cambió mi d… Quiero que vivas mientras yo, dorm…
El primer puente de Constitución… Fragor de trenes que tejían laberi… Humo y silbatos escalaban la noche… Que de golpe fue el juicio Univer… Y desde el centro de mi ser, una v…
Ha llegado el momento de dejarte; Nuestra labor del año está cumplid… Somos el escuadrón blanco que part… Con la amargura de la despedida. Patio con sol que nunca olvidaremo…
Al volver de distante ribera con el alma enlutada y sombría, afanoso busqué mi bandera ¡y otra he visto además de la mía! ¿Dónde está mi bandera cubana,
En estas tardes tu perfil no tiene… pues no hay un límite en tu gesto… tu sonrisa pero de repente está en tu boca y… y cuando se va nunca se puede deci…
Zeus no podría desatar las redes de piedra que me cercan. He olvida… los hombres que antes fui; sigo el… camino de monótonas paredes que es mi destino. Rectas galerías
Antes de entrar en el desierto los soldados bebieron largamente e… Hierocles derramó en la tierra el agua de su cántaro y dijo: Si hemos de entrar en el desierto,
La noche cae, brumosa ya y morada. Vagas claridades malvas y verdes perduran tras la torre de la iglesia. El camino sube, lleno de sombras, de campanillas, de fragancia de hierba, de ca...
Viendo a Garrik—actor de la Ingla… el pueblo al aplaudirle le decía: «Eres el más gracioso de la tierra y el más feliz...» Y el cómico reía.
Quién les hubiera dicho que sus mayores vinieron por un mar, quién les hubiera dicho lo que son un mar y sus aguas. Mestizos de la sangre del hombre blanco, lo tuvieron en poco, mestizo...
Hay tardes en las que uno desearía embarcarse y partir sin rumbo cier… y, silenciosamente, de algún puert… irse alejando mientras muere el dí… Emprender una larga travesía
Si (como afirma el griego en el C… el nombre es arquetipo de la cosa en las letras de “rosa” está la ro… y todo el Nilo en la palabra “Nil… Y, hecho de consonantes y vocales,
Habitamos un mundo gobernado por el miedo, el miedo manda, el poder come miedo, ¿qué sería del poder sin el miedo? Sin el miedo que el propio poder genera para perpetuarse. Los que trab...
Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad....
Me vio como se mira al través de u… o del aire o de nada. Y entonces supe: yo no estaba allí ni en ninguna otra parte
Mata su luz un fuego abandonado. Sube su canto un pájaro enamorado. Tantas criaturas ávidas en mi sile… y esta pequeña lluvia que me acomp…
Cuando de nuestro amor la llama ap… dentro tu pecho amante contemple y… ya que solo por ti la vida me es a… el día en que me faltes, me arranc… Porque mi pensamiento, lleno de es…
En la sala tranquila cuyo reloj austero derrama un tiempo ya sin aventuras ni asom… sobre la decente blancura que amortaja la pasión roja de la…
Esta tierra sobre los ojos, este paño pegajoso, negro de estre… esta noche continua, esta distanci… Te quiero, país tirado más abajo d… pobre sombra de país, lleno de vie…
El porvenir es tan irrevocable como el rígido ayer. No hay una co… que no sea una letra silenciosa de la eterna escritura indescifrab… cuyo libro es el tiempo. Quien se…
Juegas todos los días con la luz d… Sutil visitadora, llegas en la flo… Eres más que esta blanca cabecita… como un racimo entre mis manos cad… A nadie te pareces desde que yo te…
Mira gaucho salvajón que no pierdo la esperanza y no es chanza de hacerte probar que cosa es «Tin Tin y Refalosa»
Mi abuelo, al tomar el café, me hablaba de Juárez y de Porfiri… los zuavos y los plateados. Y el mantel olía a pólvora. Mi padre, al tomar la copa,
Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo n...
La candente mañana de febrero en que Beatriz Viterbo murió, después de una imperiosa agonía que no se rebajó un solo instante ni al sentimentalismo ni al miedo, noté que las carteleras ...
Las calles de Buenos Aires ya son mi entraña. No las ávidas calles, incómodas de turba y ajetreo, sino las calles desganadas del bar…
Mirringa Mirronga, la gata candon… va a dar un convite jugando escond… y quiere que todos los gatos y gat… no almuercen ratones ni cenen con… “A ver mis anteojos, y pluma y tin…
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cr...
Partir en cuerpo y alma partir. Partir deshacerse de las miradas
Que otros se jacten de las páginas… a mí me enorgullecen las que he le… No habré sido un filólogo, no habré inquirido las declinacion… la de que se endurece en te,