#Mujeres #Nicaragüenses #SigloXX #SigloXXI
Quiero ser todo en el amor el amante la amada el vértigo la brisa
Dame tu mano amor, no dejes que me hunda en la tristeza. Ya mi cuerpo aprendió
Ven conmigo subamos al volcán para llegar al cráter hay que romper la niebla allí adentro
Yo, poeta de oficio, condenada tantas veces a ser cuervo jamás me cambiaría
Es simple nuestro amor sin estallidos como una de esas casas con helechos y alguna que otra rana
Has entrado al otoño me dijiste y me sentí temblar hoja encendida que se aferra a su tallo
¿Qué fue de ese poema que no pude atrapar el que pasó rengueando frente a mí con las alitas rotas?
Barajando recuerdos me encontré con el tuyo. No dolía. Lo saqué de su estuche, sacudí sus raíces
Digo amor y lacera mi cuerpo el desamparo.
Sólo cuando me amas se me cae esta máscara pulida y mi sonrisa es mía y la luna la luna y estos mismos árboles
Mi laberinto es circular voy cavando en el aire con los ojos clavados en la muerte que me bebe
Ese beso de ayer me abrió la puerta y todos los recuerdos que yo creí fantasmas, se levantaron tercos
No te pierdas, Teseo vuelve a mí. La playa está desierta tengo los pies sangrientos de correr en tu busca
Tu muerte te congela estás inmóvil mi vida en cambio fluye y me acerca veloz
Estimado señor: Esta carta la escribo en mi cumple… Recibí su regalo. No me gusta. Siempre y siempre lo mismo. Cuando niña, impaciente lo esperab…