Los dos callando y a oscuras, mi amante, sí; no a la luna. Pero sí los dos callando, mi amante, a oscuras;

«Para mí, tú: la poesía, el bello sur, donde los vinos por las laderas y caminos derraman fuentes de alegría. ¿Qué hacer en ti sino cantar

Si Garcilaso volviera, yo sería su escudero; que buen caballero era. Mi traje de marinero se trocaría en guerrera

Por amiga, por amiga Por amiga, por amiga. Sólo por amiga. Por amante, por querida. Sólo por querida.

¿Por qué me miras tan serio, carretero? Tienes cuatro mulas tordas, un caballo delantero, un carro de ruedas verdes,

Se despertó una mañana. Soy la yerba, llena de agua. Me llamo yerba. Si crezco, puedo llamarme cabello.

Sin dueño, entre las ortigas, piedra por pulir, brillabas. Pie invisible. (Entre las ortigas, nada.) Pie invisible de la ira.

A través de una niebla caporal de… miro al río de Francia moviendo escombros tristes, arrast… por el pesado verde ricino de sus… Mis ventanas

Del barco que yo tuviera serías tu la costurera. Las jarcias, de seda fina; de fina holanda, la vela. ¿Y el hilo marinerita?

Era en el comedor, primero, era en… comedor de los seis: Agustín y Ma… Milagritos, Vicente, Rafael y Jo… De allí me viene ahora, invierno a… casi perdidos ya, desvanecidos mío…

Hombres de mar, eterno buscador que nunca encuentr… en el horizonte azulado del cielo… eternas despedidas, regresar quizá… partes siempre mirando el horizont…

¡Vendo nubes de colores: las redondas, coloradas, para endulzar los calores! ¡Vendo los cirros morados y rosas, las alboradas,

Perdido está el andaluz del otro lado del río. —Río, tú que lo conoces: ¿quién es y por qué se vino? Vería los olivares

Guerra a la guerra por la guerra.… Vuelve la espalda. El mar. Abre l… Contra una mina una sirena choca Y un arcángel se hunde, indiferent… Tiempo de fuego. Adiós. Urgenteme…