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José Antonio Ramos Sucre

José Antonio Ramos Sucre poeta, educador y diplomático venezolano. Considerado uno de los más destacados escritores e intelectuales de la historia literaria del país. Primeros años Nace en Cumaná Edo. Sucre el 9 de junio de 1890. Hijo de Jerónimo Ramos Martínez y de Rita Sucre Mora, sobrina del Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre. Aprende sus primeras letras en Cumaná en la escuela Don Jacinto Alarcón. En 1900 es enviado a Carúpano para ser educado por su padrino y tio paterno, el historiador y letrado, presbitero Jose Antonio Ramos Martinez, quien lo inicia en el latín y los libros, pero también lo aparta de los juegos infantiles. En 1902 muere su padre. En 1903 después de la muerte del tio regresa a su hogar en Cumaná. Estudios En su ciudad natal estudia en el Colegio Nacional de Cumaná, hoy Liceo Antonio Jose de Sucre, dirigido entonces por Don José Silverio González Varela. En 1908, por sus dotes excepcionales, es nombrado su asistente. En 1910 se gradúa de bachiller en Filosofía, viajando de inmediato a Caracas para iniciar en la Universidad Central de Venezuela sus estudios de Derecho y Literatura y continuar aprendiendo idiomas (griego antiguo y moderno, francés, inglés, italiano, portugués, alemán, danés, sueco y sánscrito). Al ser cerrada la universidad por el gobierno del General Juan Vicente Gómez, se ve obligado a continuar los estudios por su cuenta. Graduado de abogado en la UCV en 1917 y posteriormente de Doctor en Leyes en 1925, no ejerce esta profesión sino que se gana la vida como profesor de Historia y Geografía Universal, Historia y Geografía de Venezuela, Latín y Griego, en liceos de educación media, como el Liceo Caracas, hoy llamado Liceo Andrés Bello. Asimismo desde 1914 trabaja como intérprete y traductor en la Cancillería. Escritos Desde 1911 se da a conocer como poeta publicando en casi todas las revistas y diarios, sobre todo en El Universal, donde aparecieron al menos 108 de sus poemas en prosa. Reúne su obra en Trizas de papel (1921), Sobre las huellas de Humboldt (1923), ambos integrados a La Torre de Timón (1925), en 1929 publica juntos dos libros distintos, Las formas del fuego y El cielo de esmalte. Hombre de carácter solitario e introvertido, se dedica al estudio y a la lectura, así como a su obra poética, pero su labor intelectual es seriamente perturbada por una enfermedad nerviosa que se manifiesta en un frecuente estado de insomnio. En ese estado febril recorre las calles de la ciudad en horas nocturnas. En sus textos expresa el sufrimiento que le produce su cada vez más pronunciada fatiga mental. Afirma que el contexto artístico e intelectual venezolano es mediocre, retórico y conformista, apegado a formas estéticas degradadas. Contra esto, Ramos Sucre innova en el campo de la poesía al ser uno de los primeros venezolanos en cultivar el poema en prosa, así como el uso de varias voces poéticas en lugar del "yo" único e inmutable. Muerte El 13 de junio de 1930 durante un viaje diplomático en la ciudad de Ginebra, se suicida al tomar una sobredosis de veronal. Su obra, al no poder ser catalogada dentro de las corrientes literarias de su tiempo, no será tomada en cuenta hasta casi medio siglo después, cuando se le reconoce como uno de los poetas más originales y avanzados de siglo XX venezolano. Sus cartas y otros escritos son publicados mucho después de su muerte, en un volumen titulado Los aires del presagio. Su poesía en muchas ocasiones ha sido calificada de "pre-vanguardista", de hecho, colaboró con el único número de la revista Válvula, uno de los principales órganos de la vanguardia del país. Salvo la coincidencia temporal con otros autores de la misma época, la obra de Ramos Sucre no puede clasificarse en un movimiento determinado. son los escritores de los grupos Sardio y El techo de la ballena los que, durante la década de los 60, rescatan su obra y la dan a conocer como una poesía que desafía la división rígida del género. En 2006, el escritor venezolano Rubi Guerra recibió el Premio de Novela Corta Rufino Blanco Fombona por su novela La tarea del testigo (Caracas: Fundación Editorial El perro y la rana, 2007), basada en los últimos meses de Ramos Sucre en Europa. Referencias Wikipedia—http://es.wikipedia.org/wiki/José_Antonio_Ramos_Sucre

Enrique González Rojo

Semblanza Por Graciela González Phillips Enrique González Rojo Arthur nació en México, D.F., el 5 de octubre de 1928 en un ambiente rodeado de libros. Como él mismo cuenta, poco después de haber nacido sobrevino un temblor y se cayeron dos tomos de la Enciclopedia Británica en su cuna y por poco fue víctima de un "Enciclopediazo". Pero esta no fue la única razón por la cual ha dedicado gran parte de su vida a la lectura y escritura de libros. El ambiente le fue propicio. La educación del abuelo y del padre -sobre todo del primero- sembraron en Enrique una afición y un gran placer por la cultura. Desde muy jóven, cuando su abuelo le preguntaba por un libro, sabía en dónde encontrarlo en la biblioteca. Se había convetido en el librero de la casa. Más tarde expresaría claramente cómo esta devoción determinaría su entorno: ha vivido en bibliotecas que tienen casa, no en casas que tienen biblioteca. Desde la muerte del abuelo y en plena juventud, se afanó en el magisterio. En 1959 obtuvo el grado de maestro en filosofía con una tesis llamada: "Anarquismo y materialismo histórico":, cuyos planteamientos el autor ha modificado y superado. Enrique también realizó los estudios del doctorado en filosofía. Ha residido siempre en el Distrito Federal, a excepción de dos años que vivió junto con su familia en Morelia, Michoacán, donde fue invitado a colaborar como profesor de tiempo completo en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Además del magisterio, Enrique se ha dedicado preferentemente a la literatura, a la filosofía y a la militancia política. Después de haber superado hace dos años una grave enfermedad, se encuentra en una de las épocas más prolíficas de su vida, sumando a su afán de escribir sus antiguos gustos por la múscia y el cine, pero ahora con mayor tiempo y disposición. Dijimos con anterioridad que los cuatro pilares de Enrique González Rojo son el magisterio, la literatura, la filosofía y el compromiso político, y nos parece importante señalar que estas partes se interfluyen a lo largo de sus obras. Es evidente que la claridad con que expresa sus ideas se debe a su larga práctica magisterial, que su poesía enarbola motivos filosóficos y políticos sin perder su estructura poética; también que sus escritos filosóficos toman como tema la poesía o la política y sus ensayos políticos se apoyan en concepciones filosóficas y están pertrechados de su estilo literario. De estas pasiones se hablará a continuación. Referencias http://www.enriquegonzalezrojo.com/semblanza.php

Roque Dalton García

Roque Dalton García (San Salvador, 14 de mayo de 1935 - 10 de mayo de 1975) fue un poeta, ensayista, narrador, dramaturgo y periodista salvadoreño. Hijo del inmigrante estadounidense Winnall Dalton, quien estaba casado con Aída Ulloa, y de la enfermera salvadoreña María Josefa García, Roque Dalton fue educado con los jesuitas en el Colegio Externado San José. Viajó a Santiago de Chile en 1953, para estudiar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, aunque más tarde volvió a San Salvador a continuar sus estudios. En 1957, con otros estudiantes salvadoreños, visitó la URSS para participar en el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes por la Paz y la Amistad, durante el cual conoció a intelectuales y políticos que luego cobrarían relevancia en el contexto internacional, como el revolucionario nicaragüense Carlos Fonseca, fundador del FSLN, el poeta guatemalteco que ganaría el Premio Nobel años más tarde, Miguel Ángel Asturias, el poeta argentino Juan Gelman y el poeta turco Nazim Hikmet. Fundó el Círculo Literario Universitario (1956) junto con el poeta guatemalteco exiliado en El Salvador Otto René Castillo. En esta iniciativa participaron otros poetas salvadoreños contemporáneos, como Manlio Argueta, José Roberto Cea y Tirso Canales. Dalton es considerado una de las voces más influyentes de la Generación Comprometida. Encarcelado en 1960, fue liberado en octubre de ese año, al ser derrocado el presidente José María Lemus. Roque Dalton recorrió el mundo, viajó a países como la Unión Soviética y Corea del Norte, y vivió temporadas largas en México, Checoslovaquia y en Cuba. Roque Dalton tiene en su honor haber continuado en el país la estirpe de poetas como Oswaldo Escobar Velado y Pedro Geoffroy Rivas, quienes impulsaron años antes una literatura de denuncia, que describía con cruda realidad la situación económica y social sin dejar escondido nada y sin ser amable con los culpables de la situación. Producción intelectual La ventana en el rostro (1962), El turno del ofendido (México, 1964), Miguel Mármol (Costa Rica, 1972), Pobrecito poeta que era yo... (Costa Rica, 1975), Monografía sobre El Salvador (La Habana, ?), Taberna y otros lugares (Premio Casa de las Américas 1969), Poemas clandestinos (El Salvador, 1975), Historias prohibidas del pulgarcito (México, 1975), Un libro rojo para Lenin (póstumo; Managua, 198?). Es el creador de la pieza poética Poema de amor, donde presenta en forma mordaz ciertos rasgos de identidad de los salvadoreños, en todo tiempo y lugar, pieza que ha sido convertida en el himno nacional verdadero para las mayorías, sobre todo las que se encuentran fuera de El Salvador. Sus textos continúan vigentes después de casi 40 años de haber sido escritos y publicados en diversos países durante los años sesenta y setenta. Muerte Roque fue asesinado por sus propios compañeros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), la guerrilla a la cual pertenecía en ese momento, junto con el obrero Armando Arteaga, "Pancho", bajo la acusación de ser agente de la Central de Inteligencia de EE. UU. También fue acusado de trabajar para la inteligencia cubana y de insubordinación ante la Dirección Nacional de la organización. Las acusaciones fueron desmentidas después. El ERP era liderado por Alejandro Rivas Mira. Los otros miembros del ERP que se encontraban al frente de la organización al momento del asesinato son Jorge Meléndez, Vladimir Rogel y Joaquín Villalobos. Poco más de un año después del asesinato, Villalobos pasó a dirigir el ERP y posteriormente formó parte de la comandancia general del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional de El Salvador (FMLN), siendo en tal calidad, firmante de los acuerdos de paz en 1992. No se conocen con exactitud los detalles de su asesinato, ni se sabe quién o quiénes lo ejecutaron. Tampoco se tienen datos exactos sobre el lugar donde fue asesinado. Existen dos versiones: una de ellas es que haya sido en una casa de seguridad del ERP ubicada en el Barrio Santa Anita, al sur de la capital salvadoreña. La otra es que haya sido en la zona conocida como El Playón, un lugar de lava seca del volcán de San Salvador. Ambas versiones han sido sostenidas por diferentes participantes en el proceso de guerra de El Salvador. Difusión de sus obras Luego de la firma de los acuerdos de paz en 1992, sus escritos han sido difundidos de manera legal y forman parte del contenido programático oficial de algunos niveles de educación media. Entre 2005 y 2008 aparecieron los tres volúmenes de su Poesía completa, bajo el sello editorial de la estatal Dirección de Publicaciones de CONCULTURA, labor que fue orientada por el ensayista salvadoreño Rafael Lara Martínez. El primer tomo está prologado por el especialista daltoniano Luis Melgar Brizuela. El segundo y tercer tomo lo prologaron, respectivamente, los también especialistas en Dalton Luis Alvarenga y Miguel Huezo Mixco. La novela "Pobrecito poeta que era yo", publicada un año después de su muerte, por la editorial EDUCA, dirigida por Ítalo López Vallecillos, es un vistazo a su generación literaria (la Generación Comprometida). En ella, toman la voz distintos personajes (Álvaro, un trasunto de Álvaro Menéndez Leal; Arturo, que recuerda al dramaturgo Roberto Arturo Menéndez; Roberto, que es un tanto Roque Dalton y un tanto Roberto Armijo). En conjunto, es una novela en la que se intercalan diarios personales, los recuerdos de la captura y fuga de la cárcel de Cojutepeque en el año 1964, el clima intelectual de El Salvador en 1956, junto a los grandes temas de Dalton: el país, la política, el compromiso del escritor. El capítulo titulado "El party" es un derroche de sentido del humor. Puede leerse como una "Bildungsroman" de la Generación Comprometida. Veinticinco años después de su asesinato, en 2000, el poeta y pintor salvadoreño Javier Alas publicó la primera biografía de este autor, bajo el título Roque Dalton, el turno del poeta. En 2002, el también poeta Luis Alvarenga publicó un trabajo más extenso, El ciervo perseguido. En 2006, el especialista en Roque Dalton, Luis Melgar Brizuela, defendió en el Colegio de México, una extensa tesis doctoral sobre el autor del Poema de amor. Igualmente, en el año 2010, Alvarenga culminó su tesis doctoral sobre Dalton, para ser defendida en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Roque_Dalton

Julián del Casal

Julián del Casal Por: José Martí Aquel nombre tan bello que al pie de los versos tristes y joyantes parecía invención romántica más que realidad, no es ya el nombre de un vivo. Aquel fino espíritu, aquel cariño medroso y tierno, aquella ideal peregrinación, aquel melancólico amor a la hermosura ausente de su tierra nativa, porque las letras sólo pueden ser enlutadas o hetairas en un país sin libertad, ya no son más que un puñado de versos, impresos en papel infeliz, como dicen que fue la vida del poeta. De la beldad vivía prendida su alma; del cristal tallado y de la levedad japonesa; del color del ajenjo y de las rosas del jardín; de mujeres de perla, con ornamentos de plata labrada; y él, como Cellini, ponía en un salero a Júpiter. Aborrecía lo falso y pomposo. Murió, de su cuerpo endeble, o del pesar de vivir, con la fantasía elegante y enamorada, en un pueblo servil y deforme. De él se puede decir que, pagado del arte, por gustar del de Francia tan de cerca, le tomó la poesía nula, y de desgano falso e innecesario, con que los orífices del verso parisiense entretuvieron estos años últimos el vacío ideal de su época transitoria. En el mundo, si se le lleva con dignidad, hay aún poesía para mucho; todo es el valor moral con que se encare y dome la injusticia aparente de la vida; mientras haya un bien que hacer, un derecho que defender, un libro sano y fuerte que leer, un rincón de monte, una mujer buena, un verdadero amigo, tendrá vigor el corazón sensible para amar y loar lo bello y ordenado de la vida, odiosa a veces por la brutal maldad con que suelen afearla la venganza y la codicia. El sello de la grandeza es ese triunfo. De Antonio Pérez es esta verdad: «Sólo los grandes estómagos digieren venenos». Por toda nuestra América era Julián del Casal muy conocido y amado, y ya se oirán los elogios y las tristezas. Y es que en América está ya en flor la gente nueva, que pide peso a la prosa y condición al verso, y quiere trabajo y realidad en la política y en la literatura. Lo hinchado cansó, y la política hueca y rudimentaria, y aquella falsa lozanía de las letras que recuerda los perros aventados del loco de Cervantes. Es como una familia en América esta generación literaria, que principió por el rebusco imitado, y está ya en la elegancia suelta y concisa, y en la expresión artística y sincera, breve y tallada, del sentimiento personal y del juicio criollo y directo. El verso, para estos trabajadores, ha de ir sonando y volando. El verso, hijo de la emoción, ha de ser fino y profundo, como una nota de arpa. No se ha de decir lo raro, sino el instante raro de la emoción noble o graciosa.-Y ese verso, con aplauso y cariño de los americanos, era el que trabajaba Julián del Casal. Y luego, había otra razón para que lo amasen; y fue la poesía doliente y caprichosa que le vino de Francia con la rima excelsa, paró por ser en él la expresión natural del poco apego que artista tan delicado había de sentir por aquel país de sus entrañas, donde la conciencia oculta o confesa de la general humillación trae a todo el mundo como acorralado, o como antifaz, sin gusto ni poder para la franqueza y las gracias del alma. La poesía vive de honra. Murió el pobre poeta, y no lo llegamos a conocer. ¡Así vamos todos, en esa pobre tierra nuestra, partidos en dos, con nuestras energías regadas por el mundo, viviendo sin persona en los pueblos ajenos, y con la persona extraña sentada en los sillones de nuestro pueblo propio !Nos agriamos en vez de amarnos. Nos encelamos en vez de abrir vía juntos. Nos queremos como por entre las rejas de una prisión. ¡En verdad que es tiempo de acabar! Ya Julián del Casal acabó, joven y triste. Quedan sus versos. La América lo quiere, por fino y por sincero. Las mujeres lo lloran. Julián del Casal, florece en la estación de mayo Por: Juanita Conejero Nació en Cuba y desde aquel día 7 de noviembre de 1863, cual difícil le fue andar, y para olvidar todas sus tristezas se refugió en el arte, persiguiendo como él decía fantásticas visiones. Julián del Casal, “aquel nombre tan bello” al decir de Martí, aquel poeta con el que no pudo nunca hablar, pero que era “muy conocido y amado en toda América” y del que predijo: “ya se oirán los elogios y las tristezas” y “es que en América, está en flor la gente nueva que pide peso a la prosa y condición al verso”. Así escribía el Apóstol, en Patria, Nueva York, un 31 de octubre de 1893 en ocasión de la muerte de aquel cubano, que gustaba de la poesía “doliente y caprichosa” de Francia con la rima excelsa y que fue capaz de asumirla, con la elegancia de su personal sentimiento y su directa cubanía. Sólo vivió treinta años. Hace ciento veinte años publicó Hojas al Viento su primer libro, en él, la influencia de los románticos y del parnasianismo francés. Mucho leía el gran Casal, mucho respetaba las formas métricas tradicionales, pero al ponerse en contacto con las últimas innovaciones francesas de su época y sobre todo cuando profundizó en la obra de Baudelaire y de Verlaine, este caudal poético enriqueció su verso y su prosa. Para Martí, no había dudas, que el verso de Julián era hijo de la emoción y fino y profundo, como una nota de arpa. En un artículo publicado en La Habana Elegante, y suscrito por Enrique Hernández Miyares, se expresa: “Julián de Casal es mi hermano de ideales…..él es un poeta sin tacha y sin miedo como se decía de los caballeros de la Edad Media. Ha impreso su libro Hojas al Viento y “ya está”, como él dice. Como todo si el libro gusta y la edición se vende, ya veremos pompa en la alcobita de Julián, donde hay mayólica en los estantes, libros hasta en los percheros y se ve la efigie del Santo Padre al lado de la de Sarah Bernhardt”. Dedica Casal este primer libro a quién considera su venerado maestro: Ricardo del Monte. ¡Oh hermosa Primavera! ¿Por qué escondes tu canto virginal a mis sentidos? ¿dónde estás que te llamo y no respondes, no respondes jamás a mis gemidos? Yo también en los campos de mi vida siento el invierno lóbrego y sombrío. ¡Mi alma es una floresta destruida! ¡Yo también en el alma tengo frío! En poco tiempo publicó su segundo libro Nieve. Mucho más visible en sus versos la influencia francesa sobre todo de Laconte de Lisle. Para Lezama Lima, los diez sonetos que también componen este libro “es una de las mejores colecciones de sonetos que puede mostrar nuestra literatura”. Después Bustos y Rimas, del cual Julián sólo pudo revisar las primeras pruebas. Era lo más logrado de su producción. Esas rimas según Lezama encierran “sus más secretas apetencias; sus inquietudes de hombre logran predominar sobre las influencias anteriores. En el último poema “Cuerpo y alma”, aúna su perdurable devoción por Baudelaire, los tormentos a que fue sometida su existencia atenaceada por la rebelión de los sentidos y por los más castos deseos, deseando ”que la alondra no viva junto al tigre y que la rosa no viva junto al cerdo”. El primer gran golpe de su vida, la muerte de la madre a los cinco años. Después, años más tarde, su soneto “A mi madre”, un clásico de la literatura cubana. Estudia en el Colegio de Belén. Matricula Derecho y abandona la carrera. En 1885 muere el padre. Ya escribe, y algo ha publicado, es muy joven. La Habana Elegante el ilustrado Semanario le abre las puertas. Escribe artículos sobre La Sociedad de la Habana. Uno de ellos sobre el general Sabás Marín y la familia, le cuesta el puesto en la Intendencia General de Hacienda. Su situación económica se hace muy difícil. Amigos lo ayudan, lo rodean, Nicolás Azcárate, Ramón Meza, Aurelio Mitjans, Manuel de la Cruz, Enrique Hernández Miyares y otros. La salud no lo acompaña. Reservad los laureles de la fama para aquellos que fueron mis hermanos; yo, cual fruto caído de la rama, aguardo los famélicos gusanos. Se hace colaborador de diversos periódicos y revistas de la época. Tradujo poemas de Baudelaire. Deseaba tanto ir a París. Sólo un solar le queda de la herencia paterna. Lo vende y nada más puede visitar España. Allí conoce a Salvador Rueda y a Francisco A. de Icaza. Allí también recuerda sus lecturas de los clásicos españoles de su adolescencia. Ya sentía la ola Modernista que tenía sus raíces espirituales en la gran patria francesa. Para Verlaine, Casal tenia a sólo veinticinco años un talento sólido y fresco. Se adentra el cubano en la lectura de parnasianos y simbolistas. Le inspiran poemas, Gautier, Coopèe, y tantos otros, y Rimbaud, Mallarmé, Vigny y Hugo. Siente cada momento, el calor de sus amigos de la Patria y comparte en las Tertulias y allí conoce a los hermanos Uhrbach que fueron sus primeros discípulos y sufre la temprana muerte, a sólo diecinueve años, de Juana Borrero, con la que había establecido una bella relación, inmortalizada en la virgen triste de sus versos. Como expresó el inolvidable Cintio Vitier, la casa de Borrero en Puentes Grandes, llegó a ser el centro del modernismo naciente en Cuba hasta la muerte de Casal. También El Fígaro recibe sus colaboraciones, y Casal, conoce a Darío y entre los dos grandes creadores nace fiel amistad que se traduce en intercambio de poemas y cartas. Para Julián, era tesoro aquel poema El Clavicordio de la Abuela que Darío le dedica, cuando el cubano le entrega sus hermosas Páginas de la Vida. Yo soy como esas plantas que ignota mano siembra un día en el surco por donde marcha, ya para que la que la anime luz de verano, ya para que la hiele frío de escarcha. Llevado por el soplo del torbellino, que cada día a extraño suelo me arroja, entre las rudas zarzas de mi camino, si no dejo un capullo, dejo una hoja. En 1892, el general Antonio Maceo, le dedicó un retrato escrito con su puño y letra y el poeta le escribe un soneto al héroe de nuestras luchas libertarias. ¡Cuántos hermosos recuerdos debió haber guardado de Casal su hermana doña Carmela viuda de Peláez, madre de la entrañable pintora cubana Amelia Peláez! El 21 de octubre de 1893, muere Julián del Casal en casa de su amigo el doctor Lucas de los Santos Lamadrid. De sobremesa, la rotura de un aneurisma. No faltó ni uno sólo de sus amigos al sepelio. Mas si queréis guardar mis pobres restos, grabad sobre mi tumba estas palabras: ¡Amó sólo en el mundo la Belleza! ¡Que encuentre ahora la Verdad su alma”! El Festival Internacional de Poesía de la Habana ya anuncia su programa para este mayo florido. Poetas de distintas partes nos visitarán. De nuestra América, se inundan nuestros espacios. Julián del Casal vuelve con sus Hojas al Viento, con su Nieve y con sus Bustos y Rimas, vuelve el trovador de las rarezas y de las amarguras humanas, de cuerpo endeble pero de fino espíritu y alma de palmera grande y solitaria, y hallará en el Arte “sonando y volando las dichas ignoradas”, el suspiro inenarrable de su reveladora poética, que florecerá una vez más, en todas las regiones donde es más hermosa la luna y vuelan, como él diría, los alciones sobre el mar. Referencias Juanita Conejero - www.cubarte.cult.cu/periodico/print/articulo/14910.htmll Damisela - www.damisela.com/literatura/pais/cuba/autores/delcasal/index.htm Por: Mirta Aguirre «Angustia y evasión de Julián del Casal» tituló hace años José Antonio Portuondo a un breve análisis del poeta. Poetas devotos de Casal, lastimados por ello, han dicho que era «muy cómodo hablar de evasión, de escapismo y otros términos análogos que puso de moda la crítica marxista». En realidad, no es cómodo evadirse, cuando de veras induce a ello, como sucedía con el autor de Nieve, una gran amargura vital; cuando de veras se tiene, como poseyó Julián del Casal, una gran honradez artística y humana. Tampoco es cómodo, frente a una personalidad bondadosa y tan límpida como la de Casal, frente a un artista de tanta significación como la suya en nuestra poesía, verse en la obligación de señalar debilidades y deficiencias. Pero lo cierto es que Casal se evadía, lo cierto es que se escapaba de mirar la realidad frente a frente. Y lo cierto es que, aunque incómodo, eso tiene que decirse. Puede comprenderse, puede explicarse; pero no debe callarse. Y mucho menos aplaudirse, Casal —o Baudelaire— y la burguesía eran incompatibles. Casal y el régimencolonial lo eran también. Eso hay que anotárselo. Pero generalizada la actitud a lo Julián del Casal, ¿habría tenido lugar el Noventa y Cinco? El poeta murió en 1893. De haber vivido, no habría sido imposible que, baudelerinamente,[sic] tomara el camino insurrecto. Pero, al desaparecer antes, quedaron en pie las japonerías, los ojos que para celebrar el Almendares pensaban en el Rhin, el admirador de los tintes y postizos, el hombre que sólo sentía ansias de aniquilarse, el poeta de «Nihilismo» y «Recuerdo de la infancia», cuya idea de la poesía puede encontrarse en párrafos como el escrito con motivo de Fornaris: El poeta moderno no es un patriota, como Quintana o Mickiewicz, que sólo lamenta los males de la patria y encamina los pueblos a las revoluciones; ni un soñador como Lamartine perdido en el azul; ni un didáctico como Virgilio o Delille, que pone su talento poético al servicio de las artes inferiores; ni un moralista como Milanés entre nosotros, que trata de refrenar en verso los vicios sociales; sino un neurótico sublime, como Baudelaire o Swinburne [...] [...] Alucinado, neurótico, desesperado, blasfemo, nihilista, era a su vez Julián del Casal. «Juzgándote vencido por nada luchas», escribió él de sí mismo en alguna ocasión. No obstante, escribió también el soneto famoso a Maceo. Y escribió «La perla», contra la anexión de Cuba a los Estados Unidos; y escribió el soneto a los estudiantes fusilados en 1871 y dejó en sus prosas muy agudas denuncias de nuestra existencia bajo el yugo español y sátiras que lo hicieron temible para la aristocracia colonial. Era un poeta cautivado por cuanto centelleara y pudiera deshacerse en chispas, quizás porque la luz es lo más transparente, lo más impalpable que percibimos y él era un atormentado por el peso de su cuerpo y un sediento de la pureza. Era un enfermo y poseía sensibilidad de enfermo. [...] Su sensibilidad y el modo de ver la vida que ella contribuía forjarle, nos son ajenas y distantes. No podemos compartirlas, pero, en sus circunstancias, podemos comprenderlas. Y eso es lo que podemos ofrecer hoy nosotros a Julián del Casal, a quien todo le fuera negado ayer, por haber ganado para Cuba, en las letras de su tiempo, un honroso lugar. Referencias http://www.habanaelegante.com/ Spring_Summer_2012/Hojas_Aguirre.html

León Felipe

(León Felipe Camino; Tábara, Zamora, 1884 - Ciudad de México, 1968) Poeta español. Representante de los creadores exiliados tras la Guerra Civil, sus versos poseen un talante crítico y de lucha contra las injusticias sociales. Hijo de un notario, pasó su infancia en Sequeros (Salamanca) y en 1893 se trasladó con su familia a Santander. Tras estudiar en Madrid, ejerció de farmacéutico en varias ciudades al tiempo que trabajaba como actor para una compañía de teatro itinerante. Estuvo encarcelado por deudas, administró los hospitales de Guinea, y en 1922 viajó a México, donde desempeñó labores de bibliotecario en Veracruz antes de ser agregado cultural de la embajada española y profesor de literatura en diversas universidades americanas. Al estallar la Guerra Civil española se encontraba en Panamá, desde donde regresó a España para apoyar la causa republicana. En 1938 se exilió definitivamente en México. Su obra poética se abrió con Versos y oraciones del caminante (1920), cuya sencillez temática y estilística distanció al autor de las corrientes posmodernistas del momento. En el segundo volumen de Versos y oraciones del caminante (1930) vuelven los temas intimistas centrados en la experiencia cotidiana, pero el tono elevado y profético revela el magisterio de W. Whitman, que fue traducido por el autor. La actitud moral comenzó a manifestarse en su siguiente obra, Drop a star (1933), donde las influencias de Whitman, A. Machado, M. de Unamuno y T. S. Eliot se fundieron con un modelo expresivo inspirado en la Biblia, que fue característico de su producción. La experiencia de la guerra civil y el exilio posterior configuraron una voz poética combativa y rebelde, especialmente a través de La insignia (1937), El payaso de las bofetadas y el pescador de caña (1938), El hacha (1939), Español del éxodo y el llanto (1939) y El gran responsable (1940). En estas obras León Felipe encarnó la figura del poeta vidente, entre prometeico y quijotesco, que enuncia su discurso de una manera casi mística: la palabra actúa como una fuerza que redime a los humildes de los sufrimientos e injusticias, aunque a veces sea tan sólo un grito desesperado. Sus composiciones, de gran fuerza lírica y hondo contenido social, rememoran el drama de la guerra, la derrota y el destierro, al tiempo que reflejan la condición humana con apasionado idealismo. Los versos destacan por la sobriedad del léxico, y por un ritmo amplio y reiterativo que le comunica una sonoridad semejante a la de los versículos bíblicos, aunque en ocasiones incurran en lo prosaico o parezcan fruto de un fácil verbalismo. Después de Ganarás la luz (1943), y Parábola y poesía (1944) publicó Antología rota (1947), selección de poemas que llegó a gran número de lectores. Posteriormente aparecieron España e Hispanidad (1947), Llamadme publicano (1950) y El ciervo y otros poemas (1958), este último un canto elegíaco provocado por el fallecimiento de su esposa. En su libro postrero, titulado ¡Oh, este viejo y roto violín! (1965), reflexiona sobre el tiempo, el sueño y la muerte, temas centrales de su última etapa. Referencias Biografías y Vidas – biografiasyvidas.com/biografia/l/leon_felipe.htm

Carlos Pellicer

Carlos Pellicer Cámara (San Juan Bautista (hoy Villahermosa, Tabasco, México; 16 de enero de 1897 - Ciudad de México; 16 de febrero de 1977) fue un escritor, poeta, museólogo y político mexicano. Los inicios Era oriundo de San Juan Bautista, capital del estado de Tabasco. Su padre, también llamado Carlos, era farmacéutico. Su madre, Deifilia, fue quién le enseñó las primeras letras, a leer versos y quién despertó en él una preocupación social. Pellicer inició sus estudios de primaria en la escuela Daría González. La revolución mexicana lo contagió de su ímpetu. Los aviones lo hicieron soñar con ser piloto civil. Pero desde muy temprana edad descubrió su vena poética y la convicción de llegar a ser alguien importante. En 1909, como consecuencia de la situación política que vivía Villahermosa, su padre se alistó en el ejército constitucionalista, por lo que él y su madre se trasladaron a vivir a la ciudad de Campeche. Por lo precario de su economía tuvo que trabajar y vender los dulces que elaboraba su madre. Allí empezó a escribir sus primeros sonetos. Cursó estudios en la Escuela Nacional Preparatoria y en Colombia, a donde fue enviado por el gobierno del entonces presidente Venustiano Carranza. Fue cofundador de la revista San-Ev-Ank en 1918, de un nuevo Ateneo de la Juventud en 1919 y secretario privado de José Vasconcelos Calderón. En la Escuela Nacional Preparatoria se relacionó con intelectuales de primera línea. Es nombrado agregado estudiantil para representar a México en Colombia y Venezuela. Desempeña su labor con éxito y regresa sorprendido por la dictadura Venezolana. Al rendir el informe de sus actividades ante la Federación de Estudiantes, pronunció un airado discurso en contra del dictador Juan Vicente Gómez, y causó un gran tumulto. Profesor y alfabetizador José Vasconcelos Calderón, rector de la Universidad Nacional, impresionado por sus palabras contra el dictador de Venezuela quiso conocerlo. Vasconcelos le dio trabajo en la Universidad, primero como escribiente y después como oficial. Simultáneamente ejerce como profesor de lengua castellana en la Escuela Nacional Preparatoria. Meses después, cuando el rector es nombrado secretario de Educación Publica, ocupa un puesto en esta institución. Vasconcelos convoca a los jóvenes a participar apasionadamente en su proyecto educativo, que pretendía emular la hazaña de primeros evangelizadores. Los nuevos misioneros tenían la tarea de erradicar el analfabetismo de todos los rincones del país. Para este propósito formó grupos de voluntarios, que se lanzaron a las vecindades a dar clases. En agosto de 1921, junto con Vicente Lombardo Toledano, Diego Rivera, José Clemente Orozco y Xavier Guerrero entre otros, fundó el Grupo Solidario del Movimiento Obrero. Fue profesor de poesía moderna en la UNAM y director del Departamento de Bellas Artes. Organizó los museos Frida Kahlo, el de la Venta, y el de Anahuacalli. Colaboró en las revistas Falange (1922-23), Ulises (1927-28) y Contemporáneos (1928-31). Carlos Pellicer y Daniel Cosío Villegas emplearon los sábados y domingos para llevar a cabo la tarea de "evangelizar" en materia de letras a los vecinos de una vecindad de Peralvillo. Una mañana, muy temprano, cuenta Cosío Villegas, que entraron a un patio silencioso y desierto donde parecía no vivir nadie. El carácter tozudo del poeta lo hizo vociferar: "¡Y bien! ¿Qué nadie vive aquí? Entonces, ¿quién riega las macetas, quién lava los corredores, quién barre el patio?" Cuando los primeros curiosos se asomaron por las ventanas y algunos otros se acercaron desconcertados al joven que vociferaba; Pellicer se transformaba de pregonero de feria en misionero, les instaba a bajar para darles la buena nueva. Les contaba que era poeta, recitaba sus versos, o alguno de Salvador Díaz Mirón y cuando captaba la atención del público, les explicaba que todo esto era gracias a las letras. A continuación, con ayuda de su pizarra trataba de iniciarles en el gusto por las letras. Cuando terminaba su explicación acordaban el día y la hora se verían para continuar las clases. Atrajo mucha gente, que se dividieron en dos grupos uno de los cuales atendía Daniel Cosío. La transformación educativa iniciada por Vasconcelos tuvo frutos. En 1921 cuando había tomado a su cargo la Secretaría de Educación Publica sólo había 8 171 escuelas, 17 206 maestros y 679 897 alumnos, con un presupuesto de 2 218 000 pesos. En 1924 dejó un presupuesto de 52 363 000 pesos y también 13 487 escuelas, 26 065 maestros y 1 049 539 alumnos. Años después, debido a una invitación que le hiciera el poeta argentino José Ingenieros para visitar París y con la ayuda de una beca para estudiar museografía en la Sorbona, Pellicer vive en Europa durante poco más de tres años. Regreso a México Retorna a México para unirse a la campaña presidencial de José Vasconcelos Calderón. Al igual que a su llegada de Sudamérica, se encontró con una juventud pujante e irreverente y pasó a formar parte del llamado vasconcelismo. En 1929 fue detenido por este solo motivo cuando se disponía a dar su paseo acostumbrado de las Lomas a los Remedios. Las gestiones de su familia y amigos consiguen su libertad en breve tiempo. El exilio voluntario No fue fácil reiniciar la vida, abandonó la prisión para sumirse en una cárcel de libertad: Que se cierre esa puerta que no me deja estar a solas con tus besos. Así, escribiendo versos, comenzaba su exilio en su propia patria, pero no era la única puerta que rondaba en sus soledades, todas las entradas estaban cerradas. Era un poeta marcado por causa de su militancia vasconcelista. La pobreza lo había seguido toda la vida, pero hasta ese momento no le había hecho un poema a la miseria, lamentaba que sus padres tuvieran que sufragarle dinero para el tranvía. Maestro de la escuela secundaria Nº4 A principios de 1931 cambia su suerte, publica: Cinco poemas y consigue ingresar como profesor de Historia de México, Historia Universal y Literatura Castellana en la Escuela Secundaria Nº4. Ejercería el magisterio durante veinte años. Caminaba junto a sus alumnos por las calles de la ciudad, llevando traje y corbata. En aquella época, Pellicer gustaba vestir elegante. Hacía el final de su vida se despojó de cierta frivolidad. Ocultaba su calvicie con un sombrero y sus ojos con lentes oscuros. Ahora eran los jóvenes quienes podían decir que eran alumnos de Carlos Pellicer. En 1932, durante el primer ciclo, de la primera temporada del Teatro Orientación Pellicer prueba suerte en las tablas y debuta como actor dramático. Actuó en la obra Georges Dandin con el papel protagonista. Su participación fue desastrosa, pues marcó su debut y despedida. Uno de sus mejores pasatiempos era visitar a los libreros que se apostaban en las banquetas de las calles de Tacuba. Los hijos de uno de estos comerciantes habían sido sus condiscípulos en la Escuela Nacional Preparatoria y ahora eran activos proveedores de su antiguo compañero de escuela. Por otra parte continuaba impartiendo clases a los alumnos del tercer grado. Cuando comenzaban los cursos les indicaba cual era el programa a desarrollar y lo cumplía con puntualidad; aunque no era un maestro autoritario, hacía guardar el orden. Al igual que en los años anteriores comenzó el primer día de clases del año 1934 hablando a sus alumnos de la cultura Griega. Les hacía notar su influencia en la cultura mexicana y la forma en que el periodo renacentista tuvo que volver a los clásicos para romper con la escolástica. Causó una profunda huella en su alumno Pedro Ramírez Vázquez quien se mostró muy interesado en el tema. Este declaró en una entrevista: "No hablaba de Grecia como una sucesión de fechas y héroes si no se refería a la vida cotidiana de las personas" Pellicer llevaba a su alumnos a visitar inmuebles del centro de la ciudad, principalmente iglesias. Esta práctica le servía de base para contar anécdotas históricas alrededor de obras arquitectónicas. También organizaba excursiones a zonas arqueológicas. Visitaban Tenayuca, en Santa Cecilia Acatitlán, para observar los restos de una pirámide y el templo católico adyacente. En otras ocasiones iban a Teotihuacan y Acolman. Su sobrino Carlos Pellicer López evoca que en las visitas a Tezcutzingo, donde se encuentran los restos del jardín de Nezahualcoyotl, les pedía a su alumnos que hicieran dibujos. Sus pláticas frecuentemente versaban sobre el vasconcelismo y la huella que había dejado en la cultura mexicana. Solía decir: "Si los muralistas tenían una personalidad tan imponente, cómo sería Vasconcelos que había podido reunir a su alrededor intelectuales de primera línea." La forma de impartir los conocimientos de manera integral hacía despertar las inquietudes de sus alumnos. Al joven Pedro Ramírez Vázquez lo condujo a la arquitectura, disciplina que no le atraía al ingresar a la secundaria. Pellicer continuó dando clases durante los siguientes años y algunos de sus alumnos alcanzaron lugares prominentes dentro de la sociedad. En esos mismos años, y debido al impulso de su gran amiga, la poetisa Gabriela Mistral, se le comienza a conocer como "El poeta de América". El museólogo Museo de Antropología Carlos Pellicer Cámara en Villahermosa, Tabasco. Durante mucho tiempo, Pellicer utiliza su tiempo libre viajando por México y buscando en sus viajes arte prehispánico olvidado en México. Intentando recuperar lo que se perdió con la conquista recopila figuras e idolillos que inundan el desván y la recámara. De ahí le nace la afición museística. Finalmente, Pellicer dejó el magisterio para organizar museos. Como museógrafo es según muchos una referencia innovadora. Fue pionero de esta disciplina y su más significativa enseñanza era que: "Las cosas por sí mismas manejan su propia retórica y su elocuencia es su patrimonio intrínseco." El 16 de mayo de 1952 fue nombrado miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua, poco después fue nombrado miembro de número, tomó posesión de la silla XXXI el 16 de octubre de 1953.1 Pellicer opinaba de su actividad museográfica lo siguiente: "...cuando hago un museo y los he hecho siempre solo; todos los errores son míos, y si hay aciertos también son míos. Estoy más cerca de la lógica y el orden a través del tacto moviendo o movilizando objetos, que manejando las palabras. Para mí hombre confundido con la tierra, las palabras son demasiado volátiles: se me escapan de las manos. En la organización de museos es donde me encuentro con menos obstáculos, con mayor posibilidad de ejercer, de establecer el orden". Desvinculado de su actividad docente y huyendo de los recuerdos de la madre fallecida; inicia con pasión su obra museográfica. Para ello habla con el gobernador de Tabasco con el fin de organizar la reestructuración del Museo de Tabasco. Empieza a trabajar hasta el año siguiente. Trasformar el anticuado museo le lleva todo el año y el siguiente. En ese tiempo organiza doce salas de exhibición. La sala que alberga los códices mayas la dedica a Lord Kingborough, que muere en prisión y en la miseria, por los compromisos contraídos para publicar en Inglaterra códices indígenas mexicanos. Proyecta también un auditorio, una oficina, una biblioteca y una sala de exhibiciones temporales. Para poder realizar este proyecto tuvo que viajar constantemente a Villahermosa. Al no tener casa colocó en el vano de la escalera del propio museo una cama y una caja de madera que hacia las veces de guardarropa. El vano de la escalera era preservado de la mirada de los visitantes al museo por un biombo de madera. Su espíritu franciscano es parte de la respuesta a la actitud estoica que lo llevaba a aquel rincón. La otra es la estrechez económica que nunca lo abandono. El 17 de septiembre de 1964 obtiene el Premio Nacional de Literatura y Lingüística.2 Ese mismo año, su antiguo discípulo, el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez inauguraba el Museo Nacional de Antropología en Ciudad de México. Para su diseño se basó en las indicaciones de Pellicer. Pedro Ramírez Vázquez tuvo la oportunidad de colaborar con su maestro en etapas posteriores del museo regional de Tabasco a orillas del río Grijalva. En la casa museo Carlos Pellicer hay una reproducción de esta escalera y en el ambiente flota uno de sus versos: "Esta barca sin remos es la mía". Ese mismo año el Dr. Manuel Fierro coordina el Congreso Mundial de Cardiología he invita a su antiguo profesor de historia a escribir unas líneas acerca del significado del corazón en la cosmovisión prehispánica. Su disertación aparece publicada en el diario del congreso y es profundamente pellicereana. Los últimos años Siguió manteniendo amistad con sus ex-alumnos durante toda su vida. En 1972 viaja junto a su discípulo, médico de cabecera y amigo, el doctor Fierro, a la península de Baja California con un grupo de médicos destacados, entre ellos el alergólogo Mario Salazar Mallén e invitados especiales de otras disciplinas. Pellicer impartió conferencias de Historia de México en general y Miguel León Portilla de la historia de la Baja California. En ese viaje sufrieron una avería y quedaron frente al paisaje del desierto, cerca un bosque de cactáceas y piedras milenarias. Pellicer aprovechó para hacer los apuntes que luego se convertirían en su poema Dulce canto del desierto. En 1976 fue elegido senador de la República por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), tras de una campaña como candidato externo al partido, en la que colaboró muy cercanamente el político mexicano Andrés Manuel López Obrador. Carlos Pellicer Cámara falleció a la edad de 80 años en la Ciudad de México y sus restos descansan en la Rotonda de las Personas Ilustres.3 Durante el primer informe de gobierno del presidente Fox, la senadora Beatriz Paredes citó al poeta durante su alocución. Características poéticas Como poeta, perteneció a una generación de intelectuales mexicanos que adoptaron el nombre de Los contemporáneos. Corresponde a éstos haber aportado, desde Latinoamérica, un estilo literario de vanguardia. Este hecho adquiere mayor importancia si se tiene en cuenta que México ha adoptado con facilidad influencias extranjeras. En ese sentido, Pellicer no fue sólo un gran poeta, también fue un innovador. La modernidad del siglo XX, que en México fue especialmente notoria hacen que Pellicer busque esta modernidad en la poesía. Carlos Pellicer es el primer poeta realmente moderno que se da en México. No se rebela contra el modernismo: lo incorpora a la vanguardia, toma de ésta y otras corrientes aquello útil para decir lo que quiere decir. Cuando muchos de los Contemporáneos exploraban los desiertos de la conciencia, Pellicer redescubre la belleza del mundo. Sus palabras quieren reordenar la creación. Y en ese trópico entrañable los elementos se concilian: la tierra, el aire, el agua, el fuego le permiten mirar "en carne viva la belleza de Dios". Pellicer ve el mundo con otros ojos y al hacerlo modifica la poesía mexicana. Su obra, toda una poesía con su pluralidad de géneros, se resuelve en una luminosa metáfora, en una interminable alabanza del mundo: Pellicer es el mismo de principio a fin. * Pudrió el tiempo los años que en las selvas pululan. Yo era un gran árbol tropical. En mi cabeza tuve pájaros; sobre mis piernas un jaguar. Carlos Pellicer Obras * 1921: Colores en el mar y otros poemas * 1924: Piedra de sacrificios * 1024: Seis, siete poemas * 1024: Oda de junio * 1927: Hora y 20 * 1929: Camino * 1931: Cinco Poemas * 1933: Esquemas para una oda tropical * 1934: Estrofas al mar marino * 1937: Hora de junio (1929-1936) * 1940: Ara virginum * 1041: Recinto y otras imágenes *1041: Exágonos * 1946: Discurso por las flores * 1949: Subordinaciones * 1950: Sonetos * 1956: Práctica de vuelo * 1961: El trato con escritores (colectivo) * 1062: Material poético 1918-1961 * 1062: Dos poemas * 1962: Con palabras y fuego (Ed. Tezontle, Fondo de Cultura Económica; retrato frontispicial por Alfonso Ayala) * 1965: Teotihuacan y 13 de agosto: ruina de Tenochtitlán * 1966: Bolívar, ensayo de biografía popular * 1972: Noticias sobre Nezahualcóyotl y algunos sentimientos * 1976: Cuerdas, percusión y alientos Obras póstumas * 1978: Reincidencias * 1978: Cosillas para el nacimiento * 1981: Edición de su Obra Poética a cargo de Luis Mario Schneider * 1985: Cartas desde Italia * 1987: Cuaderno de viaje Referencias http://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Pellicer_C%C3%A1mara

Gutierre de Cetina

Gutierre de Cetina (Sevilla, 1520 - México, ¿1557?) Poeta español que fue una de las figuras más significativas del Renacimiento. Su lírica, inspirada esencialmente en Petrarca, se desarrolla en torno al refinado artificio del amor visto en su más típica abstracción. Entre los poetas españoles italianizantes, Cetina es, después de Garcilaso de la Vega, el más notable y el más perfecto, y no se le puede negar el derecho de ocupar el lugar más destacado del parnaso español después de la media docena de celebridades de su época. Descendiente de una ilustre familia de la nobleza, Gutierre de Cetina vivió mucho tiempo en Italia, donde sirvió en las tropas de Carlos V y entabló amistad con los ingenios más insignes de la época, por los cuales estuvo evidentemente influida su orientación poética. Además de Petrarca, le inspiraron Tansillo, Ariosto y Bembo, y entre los españoles, Garcilaso de la Vega en particular. Pasó la mejor parte de su existencia en el refinado ambiente que rodeaba al príncipe de Ascoli, a don Luis de Leyva y al insigne humanista Diego Hurtado de Mendoza, todos ellos amigos íntimos de Cetina. Gutierre de Cetina volvió a España en 1554 y hasta algún tiempo después no encontró nuevas aventuras en las que desahogar su espíritu inquieto. Atraído por la fascinación de la empresa americana, marchó en 1556 a México (donde había estado ya entre 1546 y 1548, aproximadamente) con su tío Gonzalo López, quien se dirigía allí como procurador general. En aquella región de América se pierden las huellas de su vida, y a partir de entonces sólo perdura en el tiempo la leyenda forjada en torno al poeta. La naturaleza americana debió de imprimirse profundamente en la sensibilidad de Gutierre de Cetina, al propio tiempo que la seducción bárbara de aquella civilización. También en México halló el poeta otra inspiradora amorosa: doña Leonor de Osma, de la cual parece haberse enamorado locamente y bajo cuyo balcón, en Puebla de los Ángeles, fue herido por Hernando de Nava, un rival celoso. A partir de 1557 nada se sabe ya acerca de él, por lo que se le cree muerto en tal fecha. La obra poética de Gutierre de Cetina es conocida o a través de fragmentos sacados de manuscritos, o por ejemplos y testimonios, o, finalmente, formando parte de antologías. Bartolomé J. Gallardo, en su conocido Ensayo de una biblioteca de libros raros y curiosos, presentó abundantes muestras de la obra poética de Cetina; pero hasta que el erudito sevillano Hazañas y La Rúa no publicó sus poesías en 1895, puede decirse que faltó la verdadera base para estudiarlas, al igual que ocurrió con su biografía, acerca de la cual carecemos de datos seguros, a pesar de que muchos investigadores han dedicado a ello sus esfuerzos. Sus obras poéticas están constituidas por madrigales (cinco en total, entre ellos el conocidísimo "A unos ojos", al que debe buena parte de su popularidad), sonetos, canciones, diecisiete epístolas y quince composiciones varias, todas ellas en la línea de la manera italianizante inaugurada por Juan Boscán y Garcilaso de la Vega. Es quizás el único poeta español de su época del que no se conoce ninguna composición de carácter castellano en versos cortos, excepto una anacreóntica de cuya paternidad se duda; es preciso subrayar que no todas las poesías publicadas por Hazañas son de atribución segura. Teniendo en cuenta que debió escribir tales composiciones entre los veinte y los veintiséis años, podemos considerar que se trata de una producción abundante; parece seguro que Cetina partió a los veintiséis años para México y que allí ya no escribió nada más. Pero, a pesar de que esa producción sea esencialmente de juventud, raras veces ocurre que produzca tal impresión, y esto, indudablemente, se debe a la preocupación constante de Cetina por seguir los grandes modelos clásicos e italianos. Entre los primeros figuran Marcial, Juvenal y Ovidio; de éste es probable que Cetina tradujera algún fragmento de las Heroídas, si las traducciones que se le atribuyen son en verdad de Cetina. Entre los autores italianos, en primer lugar se halla Petrarca y luego, en orden decreciente de importancia, Tansillo, Bembo y Ariosto. Entre otras influencias importantes se aprecia en Cetina, como en muchos contemporáneos suyos, la de Ausiàs March, que quizás sea la más importante si prescindimos de Petrarca. Todo ello contribuyó a formar la personalidad de Cetina, y justifica un juicio muy acertado del gran poeta sevillano del siglo XVI Fernando de Herrera: "si se hubiese preocupado de la fuerza como lo hizo por la dulzura y la pureza, nadie le habría superado; en cuanto a número, lengua, dulzura y sentimiento, nadie podría negarle un lugar entre los primeros". Ciertamente la admiración y emulación de sus modelos restó a Cetina la espontaneidad que debiera ser natural por su juventud, y acaso también la energía a que se refiere Herrera. Sus epístolas a don Diego Hurtado de Mendoza tienen el contenido moral que se espera del género. Escribió además unos pocos, pero selectos, versos dictados por una inspiración heroica, como el soneto a Cartago o el dedicado a los soldados caídos en Castelnovo. Pero su poesía es casi exclusivamente amorosa, y precisamente en este tema han de buscarse sus más logrados éxitos, sobre todo en sus sonetos, llenos de sorpresas que saltan por doquier a los ojos del lector, y en sus madrigales. En sus composiciones de mayor empeño, las bellezas no son menores que en las breves, pero con notables diferencias a pesar de que en cada caso posean auténticos valores poéticos. Las amadas a las que el poeta alude en sus obras amorosas son principalmente tres. Una va designada con el nombre de Amarilis; por ciertas alusiones geográficas que figuran en los pasajes en que habla de ella, se puede colegir que el poeta la conoció en España. Otra dama, que también debió conocer en España y a la que cortejó unos diez años, si hemos de creer sus palabras, aparece con el nombre de Dórida. Pero el enigma más interesante es el de la tercera dama, que algunos estudiosos han creído identificar con la ilustre Laura Gonzaga. El uso constante de la palabra "lauro", que aparece a menudo y con diversos sentidos, y la certidumbre de que el poeta tuvo familiaridad con la bellísima mujer, ha inducido a algunos eruditos a formular esta hipótesis. A la tal dama estaría dedicado el celebérrimo madrigal que empieza con los versos "Ojos claros, serenos...", composición sobre la que se halla cimentada la popularidad del autor. Referencias Biografías y Vidas - www.biografiasyvidas.com/biografia/c/cetina.htm

Víctor Jara

Víctor Lidio Jara Martínez (1932 – 1973), conocido simplemente como Víctor Jara, fue un músico, cantautor, profesor, director de teatro, activista político y miembro del Partido Comunista de Chile. La figura de Víctor Jara es un referente internacional de la canción protesta y de cantautor. Debido a su militancia comunista, fue torturado y asesinado en el antiguo Estadio Chile (actual Estadio Víctor Jara como homenaje) por fuerzas represivas de la dictadura de Augusto Pinochet, poco después del Golpe de Estado que derrocó al gobierno de Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973. Infancia Víctor Jara nació el 28 de septiembre de 1932 en San Ignacio, localidad de la provincia de Ñuble, Región del Biobío en Chile, en el seno una familia de padres campesinos, originarios de la pequeña localidad de Quiriquina, perteneciente por entonces al Departamento de Bulnes, actualmente San Ignacio, y caracterizada por un arraigado folclore. Su padre, Manuel Jara, se dedicaba a las tareas del campo, y su madre, Amanda Martínez (originaria del sur de Chile), además de dedicarse a las labores domésticas, tocaba la guitarra y cantaba. Tenía, además, cuatro hermanos: María, Georgina ("Coca"), Eduardo ("Lalo") y Roberto, el menor. Por causa de las necesidades familiares, Víctor se vio obligado desde niño a ayudar a la familia en los trabajos del campo. Influenciado por su madre, tomó también contacto a temprana edad con la música, además de asistir al colegio.[cita requerida] Juventud La familia se trasladó a la población Los Nogales, donde coincidieron con Julio y Humberto Morgado, compañeros de Víctor en la escuela primaria. La familia Morgado proporcionó a Víctor, que abandonó sus estudios, un trabajo en una fábrica de muebles, ayudando al padre de sus compañeros en su trabajo de transportista. Cuando contaba con 15 años, falleció su madre, lo que significó la disolución del núcleo familiar.[cita requerida] Por consejo de un sacerdote, ingresó en el seminario de la Congregación del Santísimo Redentor, en San Bernardo. Víctor recordó así su decisión: "Para mí fue una decisión muy importante ingresar en el seminario. Al pensarlo ahora, desde una perspectiva más dura, creo que lo hice por razones íntimas y emocionales, por la soledad y la desaparición de un mundo que hasta entonces había sido sólido y perdurable, simbolizado por un hogar y el amor de mi madre. Yo ya estaba relacionado con la Iglesia, y en aquel momento busqué refugio en ella. Entonces pensaba que ese refugio me guiaría hacia otros valores y me ayudaría a encontrar un amor diferente y más profundo que quizá compensaría la ausencia de amor humano. Creía que hallaría ese amor en la religión, dedicándome al sacerdocio." [cita requerida] Dos años después de su ingreso, abandonó el seminario al comprobar su falta de vocación, tras haber practicado allí el canto gregoriano y la interpretación de la liturgia. Tras dejar el seminario, prestó el servicio militar. Comienzos artísticos A los 21 años, después de cumplir el servicio militar, ingresó en el coro de la Universidad de Chile, participando en el montaje de Carmina Burana comenzando así su trabajo de investigación y recopilación folclórica. Con 24 años se unió a una compañía teatral, la "Compañía de Mimos de Noisvander", e inició los estudios de actuación y dirección en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile. A modo de anécdota, como no tenía donde dormir, pernoctaba en inmediaciones de la escuela, muestra del sacrificio que para él significó dedicar su vida al arte. En 1957 ingresó en el Conjunto folclórico Cuncumén y conoció a la artista plástica y cantautora Violeta Parra, quien lo animó a continuar su carrera musical. Con 27 años, en 1959 dirigió su primera obra de teatro: Parecido a la felicidad, de Alejandro Sieveking, haciendo giras por varios países latinoamericanos. Como solista del grupo folclórico grabó su primer disco, un sencillo que contenía dos villancicos chilenos. Al año siguiente participó como asistente de dirección en el montaje de la obra teatral La viuda de Apablaza, de Germán Luco Cruchaga, cuyo director era Pedro de la Barra, y dirigió la obra La mandrágora, de Machiavello. En 1961, y como director artístico del grupo Cuncumén viajó por Holanda, Francia, Unión Soviética, Checoslovaquia, Polonia, Rumania y Bulgaria. En 1961 compuso su primera canción, Paloma quiero contarte y continuó trabajando como asistente de dirección en el montaje de La madre de los conejos, de Alejandro Sieveking. Al año siguiente, en 1962, dirigiría para el Instituto de Teatro de la Universidad de Chile (Ituch) la obra Ánimas de día claro, también de Sieveking. Grabó con el grupo Cuncumén el LP Folclore chileno, con dos canciones propias: Paloma quiero contarte y La canción del minero, en la época en que comenzó a desempeñar la función de director en la Academia de Folclore de la Casa de la Cultura de Ñuñoa, labor que desempeñaría hasta 1968. Desde esa misma época, y hasta 1970, formó parte del equipo estable de directores del Ituch, además de trabajar, entre 1964 y 1967, como profesor de actuación en la universidad. También llevó a cabo, bien como asistente de dirección o como director, varios montajes, entre ellos uno para el canal de televisión de la Universidad de Chile, realizando además una gira por Argentina, Uruguay y Paraguay con la obra Ánimas de día claro, de Alejandro Sieveking. En 1963 fue asistente de dirección de Atahualpa del Cioppo en el montaje de El círculo de tiza caucasiano, de Bertolt Brecht, para el Ituch. Compaginó su actividad teatral con la composición musical, y en 1965 dirigió la obra La remolienda, de Sieveking, así como el montaje de La maña, de Ann Jellicoe, por las que recibe el premio Laurel de Oro como mejor director y el Premio de la Crítica del Círculo de Periodistas a la mejor dirección por La Maña. Cantautor "El amor a la justicia como instrumento del equilibrio para la dignidad del hombre", oración de Víctor Jara. Ejerció como director artístico del grupo Quilapayún entre los años 1966 y 1969, y hasta 1970 actuó como solista en la "Peña de los Parra". Sin abandonar el teatro, en 1966 grabó su primer LP como solista, Víctor Jara, editado por la empresa discográfica Arena. Con la empresa filial chilena de Emi-Odeón grabaría el año siguiente Canciones folclóricas de América, junto a Quilapayún. En 1969 llevó a cabo el montaje de Antígona, de Sófocles, para la Compañía de la Escuela de Teatro de la Universidad Católica. Con la canción Plegaria a un labrador ganó el primer premio en el primer festival de la Nueva Canción Chilena, y viajó a Helsinki para participar en un acto mundial en protesta por la Guerra de Vietnam, además de Pongo en tus manos abiertas. A este álbum pertenece el tema Preguntas por Puerto Montt, inspirado en la Masacre de Pampa Irigoin (Puerto Montt), en la que murieron 11 personas (incluyendo un niño), bajo la represión policial del gobierno de Eduardo Frei Montalva. En esa canción critica duramente al ministro de Interior Edmundo Pérez Zújovic, luego asesinado por el grupo extremista Vanguardia Organizada del Pueblo (VOP) (8 de junio de 1971): "Usted debe responder, señor Pérez Zújovic, porqué al pueblo indefenso, contestaron con fusil. Señor Pérez, su conciencia la enterró en un ataúd y no limpiará sus manos toda la lluvia del sur." En 1970 participó en Berlín en la Conversación Internacional de Teatro y en Buenos Aires en el I Congreso de Teatro Latinoamericano. En esa época participa en la campaña electoral de Unidad Popular y presenta el álbum Canto libre. Al asumir Salvador Allende como Presidente de la República de Chile, Jara es nombrado Embajador Cultural y en 1971 compone la música, junto con Celso Garrido Lecca, de la obra de ballet Los siete estados, de Patricio Bunster, para el Ballet Nacional de Chile. Junto a Isabel Parra e Inti-Illimani entra en el Departamento de Comunicaciones de la Universidad Técnica del Estado. Con la discográfica Dicap edita el disco El derecho de vivir en paz, que le vale el premio Laurel de Oro a la mejor composición del año. Trabaja como compositor de música para continuidad en la Televisión Nacional de Chile de 1972 a 1973, e investiga y recopila testimonios en Herminda de la Victoria, en los cuales basaría su disco La población. También viaja a la URSS y a Cuba, y dirige el homenaje a Pablo Neruda por la obtención del Premio Nobel. Los campesinos de Ránquil lo invitan a la realización de una obra musical sobre el lugar, y dentro de su compromiso social, toma parte en los trabajos voluntarios para impedir la paralización del país causada por una huelga de camioneros. Ese mismo compromiso lo llevará en 1973 a realizar diferentes actos, participando en la campaña electoral para las elecciones al parlamento a favor de los candidatos de la Unidad Popular y, respondiendo a un llamado de Pablo Neruda, participa dirigiendo y cantando en un ciclo de programas de televisión contra la guerra y el fascismo. Trabaja simultáneamente en la preparación de varios álbumes que no podría grabar, pero graba el álbum Canto por travesura, último de los que realizó. Tortura y asesinato El golpe de Estado encabezado por el general Augusto Pinochet contra el presidente Salvador Allende, el 11 de septiembre de ese año, lo sorprende en la Universidad Técnica del Estado, y es detenido junto a profesores y alumnos. Lo llevan al Estadio Chile (actualmente "estadio Víctor Jara", lugar en el que hay una placa en su honor con su último poema),1donde permanece detenido varios días. Según numerosos testimonios, lo torturan durante horas, le golpean las manos hasta rompérselas con la culata de un revólver y finalmente lo acribillan el día 16 de septiembre. El cuerpo es encontrado el día 19 del mismo mes. Estando preso escribió su último poema y testimonio Somos cinco mil, también conocido como Estadio Chile. Somos cinco mil en esta pequeña parte de la ciudad. Somos cinco mil ¿Cuántos seremos en total en las ciudades y en todo el país? Solo aquí diez mil manos siembran y hacen andar las fábricas. ¡Cuánta humanidad con hambre, frío, pánico, dolor, presión moral, terror y locura! Reconocimiento del asesinato En 1990, la denominada Comisión de Verdad y Reconciliación determinó que Víctor Jara fue acribillado con 44 disparos el 16 de septiembre de 1973 en el Estadio Chile y que fue arrojado a unos matorrales en los alrededores del Cementerio Metropolitano, ubicado a orillas de la Carretera 5 Sur. Luego fue llevado al depósito de cadáveres, donde le asignaron las siglas "NN", y donde más tarde sería identificado por su esposa, la coreógrafa de origen inglés Joan Turner. Sus restos fueron enterrados en el Cementerio General de Santiago de Chile. La viuda, años después, mencionaría que el diario chileno La Segunda, al día siguiente al Golpe de Estado, publicó un párrafo que daba a entender que Jara había muerto sin violencia y que su sepelio había sido de carácter privado. Como homenaje a su memoria, 30 años después del golpe militar, en septiembre del 2003 se puso su nombre al hasta entonces denominado Estadio Chile. El 29 de mayo de 2009, la Corte de Apelaciones de Santiago de Chile ratificó el encarcelamiento del ex soldado del ejército José Paredes Márquez, quien fue acusado del asesinato del cantante. En el momento de la ejecución, Paredes Márquez era un recluta del ejército chileno que tenía 18 años.6 Éste declaró que cuando le tirotearon, Víctor Jara ya había fallecido, debido a un disparo en la cabeza efectuado por un oficial de ejército,7 por lo que el juez encargado del caso ordenó la exhumación de sus restos, con el fin de practicarle una segunda autopsia. En junio de 2009 se exhumaron por orden judicial los restos mortales de Víctor Jara para la realización de un estudio que determinara las causas precisas de la muerte. El 27 de noviembre de ese mismo año la Fundación Víctor Jara hizo público el resultado del estudio. Según el mismo, efectuado por el Servicio Médico Legal (SML) de Chile y ratificado por el Instituto Genético de Innsbruck, el artista murió a consecuencia de «múltiples fracturas por heridas de bala que provocaron un shock hemorrágico en un contexto de tipo homicida» y que fue golpeado y torturado durante su paso por el Estadio Chile, donde estuvo detenido. Se destaca que se han encontrado más de 30 lesiones óseas producto de fracturas provocadas por heridas de proyectil y otras provocadas por objetos contundentes, diferentes a las heridas de bala. Estudio judicial del asesinato Bajo la autoridad del juez Juan Eduardo Fuentes Belmar, en 2007 se realizó una investigación sobre el asesinato de Víctor Jara destinada a buscar responsabilidades por el mismo. Se acusó de los hechos a José Paredes, autor confeso de algunos de los disparos (aunque después se retractó), y al coronel retirado Mario Manríquez, que era el responsable del centro de detención, quedando fuera del procesamiento como responsable de la orden del asesinato, señalado por los familiares de Víctor Jara, así como por organizaciones defensoras de los derechos humanos. También fue señalado, por compañeros de cautiverio del músico, el ex coronel Edwin Dimter Bianchi, conocido como "El Príncipe". Entierro y homenaje Una vez finalizados los estudios forenses en noviembre de 2009, se realizó un acto de homenaje, del 3 al 5 de diciembre, permaneciendo los restos mortales del artista en la sede de la Fundación Víctor Jara y, posteriormente, recibieron sepultura en el Cementerio General de Santiago de Chile en una procesión fúnebre que congregó a más de 12.000 personas. A diferencia del entierro, prácticamente clandestino, llevado a cabo en 1973, después de su asesinato, el sepelio del día 5 de diciembre de 2009, 36 años después de su asesinato, fue abierto y público. Los actos de homenaje y entierro, como señaló Gloria Konig, directora ejecutiva de la Fundación Víctor Jara, constituyeron una demanda de «verdad y justicia para el artista y para todos los detenidos, desaparecidos y ejecutados políticos de Chile». Carta de Ángel Parra a Víctor Jara La expresión de los hechos ocurridos en Chile a raíz del golpe de estado quedan redactados en la carta escrita por Ángel Parra en París, durante su exilio, en diciembre de 1987. Su obra Teatro Entre las obras dirigidas por Víctor Jara se encuentran: * 1959 - Parecido a la felicidad, de Alejandro Sieveking. * 1960 - La mandrágora, de Maquiavelo. * 1962 - Ánimas de día claro, de Alejandro Sieveking. *1963 - Los invasores, de Egon Wolff. * 1963 - Parecido a la felicidad, de Alejandro Sieveking. * 1963 - Dúo, de Raúl Ruiz. * 1964 - Ánimas de día claro, de Alejandro Sieveking. * 1965 - La remolienda, de Alejandro Sieveking. * 1965 - La maña, de Ann Jellicoe. * 1966 - La casa vieja, de "Abelardo Estorino". Obras en las que asistió a la dirección: * 1960 - La viuda de Apablaza, de Germán Luco Cruchaga, dirigida por Pedro de la Barra. * 1961 - La madre de los conejos, de Alejandro Sieveking, dirigida por Agustín Siré. * 1963 - El círculo de tiza, de Bertolt Brecht, dirigida por Atahualpa del Cioppo. * 1966 - Marat Sade, de Peter Weiss, dirigida por William Oliver. Discografía Discos de estudio * 1966 - Víctor Jara * 1967 - Canciones folclóricas de América (con Quilapayún) * 1967 - Víctor Jara * 1969 - Pongo en tus manos abiertas... * 1970 - Canto libre * 1971 - El derecho de vivir en paz * 1972 - La población * 1973 - Canto por travesura Discos grabados en vivo * 1978 - El recital * 1996 - Víctor Jara en México * 1996 - Víctor Jara habla y canta Ediciones póstumas * 1974 - Víctor Jara / Manifiesto * 1975 - Víctor Jara. Presente * 1975 - Víctor Jara. Últimas canciones * 1979 - Víctor Jara * 1984 - An Unfinished Song * 1990 - Canto a lo Humano * 1992 - Todo Víctor Jara * 1997 - Víctor Jara presente. Colección “Haciendo historia” * 2001 - Víctor Jara habla y canta * 2001 - Manifiesto * 2001 - Antología musical * 2001 - 1959-1969 Obra relacionada con Víctor Jara Víctor Jara ha inspirado a múltiples artistas hispanohablantes contemporáneos, y en particular a músicos. Por ejemplo la carta póstuma de Ángel Parra, con fuerte contenido político. También reciben su nombre distintas edificaciones a lo largo de Chile; entre ellas, la más simbólica y relevante es el estadio donde fue asesinado, antiguo Estadio Chile, que actualmente se llama Estadio Víctor Jara. Desde el año 1993, la Fundación Víctor Jara, una organización sin fines de lucro, se ha hecho cargo de los derechos de autor de Víctor, para organizar y difundir de manera apropiada y artísticamente válida los distintos trabajos del director y cantautor, ya sea por iniciativa propia o por iniciativas de terceros. El teatro del municipio de Santa Lucía de Tirajana en la isla de Gran Canaria (Canarias, España) recibe el nombre de Víctor Jara en honor al cantautor chileno. Canciones en homenaje a Víctor Jara Véase también: Anexo:Canciones homenaje a Víctor Jara. Existe una enorme cantidad de agrupaciones musicales y cantautores de los más diversos estilos que han escrito canciones ya sea mencionando a Víctor Jara, o hablando de su vida. Esta lista podría crecer enormemente, pues en la actualidad no se detiene, y agrupaciones tanto nuevas como ya reconocidas continúan haciendo homenajes de Víctor. Versiones Existe una enorme cantidad de cantautores y agrupaciones musicales que han interpretado temas de Víctor Jara. Algunos de ellos lo conocieron en vida, mientras que otros fueron influenciados claramente por éste. Adicionalmente, existen otras agrupaciones que, tocando otros estilos musicales, toman sus letras o arreglos para componer sus propias versiones.[cita requerida] Películas y documentales * El tigre saltó y mató, pero morirá… morirá…. Director: Santiago Álvarez – Cuba (1973) * Compañero: Víctor Jara of Chile. Directores: Stanley Foreman/Martin Smith (documental) – Gran Bretaña (1974) * Il Pleut sur Santiago, starring André Dussollier. Director: Helvio Soto – Francia (1976) * April Hat 30 Tage. Director: Gunther Scholz - Alemania (1978) * El cantor. Director: Dean Reed; escritor: Wolfgang Ebeling – Alemania (1978) * Freedom Highway: Songs that Shaped a Century. Director: Philip King – Estados Unidos (2001) * El derecho de vivir en paz - Documental DVD - Chile 1999. Director. Carmen Luz Parot. * La tierra de las 1000 músicas [Episodio 6: La protesta]. Directores: Luis Miguel/González Cruz – España (2005)11 * La funa de Víctor Jara. Directores: Nélida D. Ruiz de los Paños- Cristian Villablanca R. Documental en coproducción con TV3 Cataluña (España), Paral·lel 40, Cristian Villablanca y Nélida D. Ruiz de los Paños - España/Chile (2007). * An Unfinished Song (Una canción inacabada). Directores: Emma Thompson. Actores: Antonio Banderas. Inspirada en el libro de Joan Jara Víctor Jara, un canto truncado. Referencias Wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/V%C3%ADctor_Jara

José Eustasio Rivera

José Eustasio Rivera Salas (February 19, 1888 - December 1, 1928) was a Colombian lawyer and poet primarily known for his national epic The Vortex. José Eustasio Rivera was born on February 19, 1888 in Aguas Calientes, a hamlet of the city of Neiva, later that year the hamlet was incorporated into the newly created municipality of San Mateo, which was later renamed Rivera in honour of José Eustasio. His parents were Eustasio Rivera Escobar and Catalina Salas, and he was the first boy and fifth child out of eleven children, out of which eight made into adulthood, José Eustasio, Luis Enrique, Margarita, Virginia, Laura, Susana, Julia and Ernestina.[1] In spite of his family's economic situation, he received a catholic education thanks to the help of other relatives and his own efforts. He attended Santa Librada school in Neiva and San Luis Gonzaga in Elías. In 1906 he received a scholarship to study at the normal school in Bogotá. In 1909, after graduating, he moved to Ibagué where he worked as a school inspector. In 1912 he enrolled at the Faculty of Law and Political Sciences of National University, graduating as a lawyer in 1917. Career After a failed attempt to be elected for the senate, he was appointed Legal Secretary of the Colombo-Venezuelan Border Commission to determine the limits with Venezuela, there he had the opportunity to travel through the Colombian jungles, rivers, and mountains, giving him a first hand experience of the subjects he would later write. Disappointed with the lack of resources offered by his government for his trip, he abandoned the commission and continued travelling on his own. He later rejoined the commission, but before that he went to Brazil, where he became acquainted with the work of important Brazilian writers of his time, particularly Euclides da Cunha. In this venture he became familiar with life in the Colombian plains and with problems related to the extraction of rubber in the Amazon jungle, a matter that would be central in his major work, La vorágine (1924) (translated as The Vortex), now considered one of the most important novels in Latin American literary history. To write this novel he read extensively about the situation of rubber workers in the Amazon basin. After the success of his novel, he was elected, in 1925, as a member for the Investigative Commission for Exterior Relations and Colonization. He also published several articles in newspapers in Colombia. In these pieces, he criticized irregularities in government contracts, and denounced the abandonment of the rubber areas of Colombia and the mistreatment of workers. He also publicly defended his novel, which had been criticized by some Colombian literary critics as being too poetic. This criticism would be largely silenced by the wide praise the novel was receiving everywhere else. Death Rivera had arrived in New York the last week of April 1928 in the hopes of translating his novel into English, publishing it in the United States, and turning it into a motion picture film with the goal of exporting Colombian culture abroad. His venture, albeit riffled with difficulties, was moving along when on November 27 he suffered an attack of seizures and was taken to the Stuyvesant Polyclinic Hospital where he remained for four days in a comatose state until his death on December 1, 1928. After his death, his body was transported by ship from New York to Barranquilla on the United Fruit Company's ship the Sixaola. At his arrival on port, his body was transported in procession to the Pro-Cathedral of Saint Nicholas of Tolentino where a requiem mass was given and the body laid in chapelle ardente. The casket then made its way down the Magdalena onto Bogotá on the mail steamship Carbonell González, arriving in Girardot and finishing by train to arrive in Bogotá on January 7, 1929 and was taken directly to the Capitolio Nacional where it was placed lying in state for public viewing. His body was finally laid to rest in the Central Cemetery of Bogotá on January 19. Selected works * La Vorágine [The Vortex]. Bogotá: Pontifical Xavierian University. [1924]. * Tierra de Promisión [Promised Land]. Bogotá: Pontifical Xavierian University. [1921]. References Wikipedia - http://en.wikipedia.org/wiki/José_Eustasio_Rivera

Meira Delmar

Meira Delmar Olga Isabel Chams Eljach (Barranquilla, Colombia, 21 de abril de 1922 - Barranquilla, 18 de marzo de 2009), conocida por el seudónimo de Meira Delmar, fue una poetisa colombiana de ascendencia libanesa. Fue una de las más significativas poetisas del siglo XX en Colombia, considerada el nombre femenino más destacado de la poesía del país. Fue miembro de la Academia Colombiana de la Lengua desde 1989, del Centro Artístico de Barranquilla, de la Comisión Interamericana de Mujeres, del Club Zonta Internacional de Mujeres Profesionales y Ejecutivas y de la Sociedad de Mejoras Públicas. En su honor fue creado el Premio nacional de poesía Meira Delmar, cuya primera entrega se efectuó el 30 de abril de 2008; y que fue creado para valorar, reconocer y determinar el libro de poesía más significativo publicado y escrito por una poetisa colombiana, residente en el país o en el extranjero. Hija de los inmigrantes libaneses Julián E. Chams e Isabel Eljach, empezó a escribir poesía a la edad de 11 años.6 Entre sus primeros escritos destaca A las acacias en flor. Durante toda su adolescencia sintió gran adoración y admiración por las grandes poetisas del sur: Gabriela Mistral, Alfonsina Storni, Delmira Agustini y Juana de Ibarbourou.6 En el ámbito local, la poetisa siempre se declaró admiradora de Amira de la Rosa. No obstante, ha manifestado también su gusto por Gustavo Adolfo Bécquer, Pablo Neruda, Aurelio Arturo, Raúl Gómez Jattin, Miguel de Cervantes y Miguel Iriarte. Realizó sus estudios de bachillerato en el Colegio Barranquilla para Señoritas y sus estudios superiores en la Escuela de Bellas Artes del Centro de Estudios Dante Alighieri de Roma (Italia).7 Estudió música en el Conservatorio Pedro Biava de la Universidad del Atlántico e Historia del Arte y Literatura en el Centro Dante Alighieri de Roma. Más tarde fue profesora de estas materias en la Universidad del Atlántico. En 1937 sus primeras poesías -Tú me crees de piedra, Cadena, Promesa y El regalo de la lluvia- son publicadas en la sección Poetisas de América de la revista cubana Vanidades. En el momento de enviar sus poesías decide adoptar el seudónimo Meira Delmar, principalmente para evitar que sus padres y amigos reconociesen la autora de la obra. Meira parte de la modificación del nombre Omaira, de origen árabe; y Delmar resulta de su amor y atracción por el mar. Meses después su obra adquiere popularidad y periódicos y medios nacionales empiezan a publicarla. Entonces vuelve a aparecer en Vanidades con la publicación de los poemas Romance del recuerdo, Vuelo, El encuentro y El vendedor de flores. Años después, Emilia Segebre, amiga de la poetisa revelaría la identidad tras el pseudónimo a Alirio Bernal y este se encargaría de difundirlo en un artículo que escribió para la revista Civilización. A petición y ante la insistencia de sus amigos, Ignacio Reyes Posada, Carlos Osío Noguera, Héctor Rojas Herazo y Alirio Bernal, publica en 1942 su primer libro Alba de olvido. El libro fue publicado por Editorial Mejoras, en una edición inicial de cincuenta ejemplares.1 Más de medio siglo después, la revista Semana, en su edición 882 de 1999, lo incluye en una selección de las mejores cien obras colombianas del siglo XX; siendo la única mujer que aparece en la sección de poesía. Meses después, decidió enviar una carta con sus poesías y su primer libro a Juana de Ibarbourou, domiciliada por ese entonces en Montevideo, para solicitar su opinión sobre las mismas. Tiempo después, la poetisa manifestaría que la hermosa misiva que recibió como respuesta fue la razón que la impulsó a seguir escribiendo. En 1944 ve publicado su segundo libro de poesía, Sitio del amor. Dos años después, en 1946, publica su tercer libro Verdad del sueño. En 1950 ofrece su primer recital público en la Biblioteca Nacional de Colombia con sede en la capital por invitación de Carlos López Narváez. En esa ocasión es dirigida por Eduardo Carranza. Un año después publica su tercer libro, nuevamente de poesía, Secreta isla, en el que afirma haber alcanzado su propia voz. En 1957 publica Cuadernillo de poesía No 26 en la colección Poetas de ayer y hoy de Simón Latino en la ciudad de Bogotá. Tiempo después esta obra sería publicada en Buenos Aires. A pesar de su gran reconocimiento a nivel nacional, ningún libro de la poetisa ha sido publicado por una entidad oficial o estatal; sin embargo ella ha manifestado su descontento por el estado de abandono absoluto en el que se encuentran libros de autores altamente reconocidos. Desde 1958 y durante 36 años fue directora de la Biblioteca Pública Departamental del Atlántico;7 que en su honor fue renombrada Biblioteca Pública Departamental Meira Delmar. Llegó a ese cargo por invitación de Néstor Madrid Malo, cuando este era Gobernador del departamento del Atlántico, y fue mantenida en el mismo por 27 gobernadores siguientes. En la actualidad, y en su honor existen el Centro de documentación sobre la mujer Meira Delmar8 de la Universidad del Atlántico y la Sala de lectura Meira Delmar de la Biblioteca Piloto del Caribe. La poetisa nunca se casó, en sus propias palabras debido a que esperó al amor, y este nunca llegó. Sin embargo, considera que fue afortunada en la vida, pues tuvo grandes amigos; esa fue, según su conclusión, su recompensa por no ser afortunada en el amor. Obra La poetisa ha descrito al amor, al olvido y a la muerte como temas centrales de su obra, orientando siempre su poesía al punto de vista femenino de estos temas.6 Así mismo ha descrito la existencia de una media voz en toda su poesía. Un tono proveniente de la nostalgia. En su poseía hay permanentemente la nostalgia de algo, de lo que no pude ser, de lo imposible. Entre sus obras más destacadas se encuentran * Alba de olvido (1942) * Sitio del amor (1944) * Verdad del sueño (1946) * Secreta isla (1951) * Huésped sin sombra, Antología (1971) * Reencuentro (1981) * Laúd memorioso (1995) * Alguien pasa (1998) * Pasa El Viento: Antología Poética 1942-1998 (2000) * Viaje al Ayer(2003) Reconocimientos recibidos * Doctorado Honoris Causa en Letras de la Universidad del Atlántico.7 * Medalla de Honor al Mérito de la Sociedad de Mejoras Públicas del Atlántico.7 * Medalla de Honor al Mérito del Club Rotario de Barranquilla.7 * En 1998 recibe la Medalla Gran Orden del Ministerio de Cultura de Colombia.9 * Medalla Simón Bolívar del Ministerio de Educación. * Placa de Honor al Mérito y Medalla Pedro Biava del Centro Artístico de Barranquilla.7 * Venera de la Sociedad Interamericana de Escritores.7 * Medalla Puerta de Oro de Colombia de la Gobernación del Atlántico.7 * Orden al mérito cultural Luis Carlos López de la Gobernación del departamento de Bolívar. * Premio Nacional de Poesía por Reconocimiento de la Universidad de Antioquia.10 * Botón de oro de la Corporación Universitaria de la Costa. Notas La poetisa ha afirmado que: Es posible que me haya influido la lectura de las obras de Mistral, Agustini, Storni y Juana, pero no tengo el acento de ninguna de ellas. (...) La naturaleza me influyó mucho cuando era niña porque mi padre y mi madre la amaban, y yo la disfruté; eso influyó en el tono de mi poesía. Si lo pienso bien, mi acento, a diferencia del de estas poetisas sureñas, nunca se desborda, así que no sé realmente cómo influyeron ellas en mi poesía; tal vez en darme fortaleza, porque en la época en que empecé a escribir pocas eran las mujeres que escribían en Colombia. (...) Creo que en Secreta Isla alcancé el tono de mi voz. Tal vez en mis primeros libros hay algunas influencias, nadie escapa a ellas, pero yo me busco en esas grandes poetisas que tanto admiré y no me encuentro con ellas, Juana de Ibarborou era un caudal de escritura rico y abundoso, era la alegría, yo no tengo eso. Gabriela Mistral, la divina Gabriela, era el dolor, el llanto, su obra es escrita con sangre, y ya sabemos que la sangre es espíritu, tampoco hay de eso en mi poesía. La rebeldía de Alfonsina Storni no la encuentro en lo mío. Delmira Agustini prefirió un lenguaje que se mueve en el claroscuro donde se entrelazan cuerpo y alma, eso es muy distante de mí. En Secreta isla yo me veo tal como soy, mi poesía es diferente, quizá porque hay un tono nostálgico siempre en ella. El amor en mi poesía es de tonos medios, no es un amor que grita, no es un amor que exige, es un amor que se está siempre yendo, eso podía ser lo que hace que mi poesía sea siempre diferente. – Entrevistas concedidas a Robinson Quintero Osa y a Álvaro Suescún T. Meira Delmar ha manifestado que prefiere que se le cite como poetisa y no como poeta: Sabemos bien que la definición inicial que aparece en el primer diccionario de la lengua dice: “Poeta: hombre o mujer que escribe versos”. Es decir que el calificativo está correcto. Pero, si existe en nuestro idioma un masculino y un femenino, ¿por qué no utilizar la palabra “poetisa”, que suena mucho más eufónico? – Entrevista concedida a Robinson Quintero Osa.

Jaime Torres Bodet

Jaime Torres Bodet (México, D.F.; 17 de abril de 1902 – Ibídem, 13 de mayo de 1974) fue un diplomático, escritor, ensayista y poeta mexicano, director general de la Unesco de 1948 a 1952. Su trabajo en la alfabetización ha sido reconocido, además de haber implementado la política de relaciones exteriores durante los inicios de la Guerra Fría. Se suicidó en 1974 Secretario de Educación Pública Secretario de Educación Pública. Reorganizó y dio nuevo impulso a la campaña alfabetizadora, creó el Instituto de Capacitación del Magisterio, organizó la Comisión Revisora de Planes y Programas, inició la Biblioteca Enciclopédica Popular, dirigió el valioso compendio México y la cultura (1946), construyó numerosas escuelas y, señaladamente, la Escuela Normal para Maestros, la Escuela Normal Superior y el Conservatorio Nacional en la Ciudad de México, y dio, en fin, coherencia doctrinaria a la educación mexicana. De 1958 a 1964 ocupó por segunda vez el cargo de Secretario de Educación Pública , periodo en que inició un Plan de Once Años para resolver el problema de la educación primaria en el país, en el cual trabajó estrechamente con la distinguida economista Ifigenia Martínez, fundó la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos y promovió la construcción del Museo Nacional de Antropología, del Museo de Arte Moderno y la organización y adaptación de los de Arte Virreinal y de Pintura Colonial. También dio auge al programa nacional de construcción de escuelas. Diplomático La siguiente etapa de su vida, a partir de 1929, estuvo dedicada al servicio exterior mexicano. Ese año aprobó el examen de oposición para ingresar a la carrera diplomática. Estuvo designado sucesivamente en Madrid, París, La Haya, Buenos Aires y Bruselas, donde lo sorprende, en 1940, la invasión nazi a Bélgica. Cabe destacar que entre 1937 y 1938 fue jefe del Departamento Diplomático de la Cancillería. A su regreso en México, de 1940 a 1943 es subsecretario de Relaciones Exteriores. Fue secretario de Relaciones Exteriores durante la gestión del presidente Miguel Alemán Valdés, de 1946 a 1948. En noviembre de 1948 fue designado Director General de la Unesco, cargo que ocupó hasta 1952. De 1954 a 1958 fue embajador de México en Francia. Escritor, ensayista y poeta Torres Bodet ingresó en la Academia Mexicana de la Lengua como nombrado miembro de número en 1952 y tomó posesión de la silla XXI el 12 de junio de 1953.2 Fue miembro de El Colegio Nacional, al cual ingresó el 6 de julio de 1953.3 En 1963, fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad Autónoma de Sinaloa.4 En 1966 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Literatura y Lingüística de México.5 En 1971 recibió la Medalla Belisario Domínguez del Senado de la República y muchos otros honores de instituciones nacionales y extranjeras. Las novelas y relatos de Torres Bodet -siete volúmenes publicados entre 1927 y 1941- pertenecen a la época de interés por las nuevas direcciones de la prosa narrativa francesa y españolas. Desde la perspectiva actual, son obras sobre todo representativas de la búsqueda de una nueva sensibilidad y un nuevo estilo novelesco que se realizaba por aquellos años. Junto con varios intelectuales formó parte del grupo Los contemporáneos. En sus ensayos y estudios de crítica literaria —publicados inicialmente y en su mayoría en la revista que dio nombre al grupo, y reunidos luego algunos de ellos en un solo volumen (1928)— unía Torres Bodet un conocimiento pleno y siempre renovado de letras antiguas y modernas a un espíritu alerta y a un estilo dúctil y de transparente riqueza. Su crítica rectificó, en su tiempo, el valor de algunos falsos brillos y contribuyó singularmente a la formación literaria de las nuevas generaciones. Sus escritos relacionados con sus cargos públicos: discursos y mensajes entre los que se encuentran páginas admirables—como la oración a la madre, el discurso académico sobre la responsabilidad del escritor y el pronunciado en la inauguración del nuevo Museo Nacional de Antropología—, están dedicados a elucidar los problemas de la cultura, la educación y la concordia internacional de México y el mundo. Padeció cáncer durante dieciséis años. Víctima de dolor, se suicidó en la sala de su casa con un disparo en la sien el 13 de mayo de 1974. Se le rindió un homenaje de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes. Fue sepultado en la Rotonda de las Personas Ilustres de la Ciudad de México. * Fervor (1918) * El corazón delirante (1922) * Canciones (1922) * La casa (1923) * Los días (1923) * Nuevas Canciones (1923) * Poemas (1924) * Biombo (1925) * Poesías (1926) * Contemporáneos (1928) * Destierro (1930) * Estrella de día (1933) * Cripta (1937) * Sonetos (1949) * Fronteras (1954) * Sin tregua (1957) * Tiempo de arena (1955) * Balzac (1959) * Tolstoi (1965) * Rubén Darío (1966), Premio Mazatlán de Literatura 1968 * Proust (1967) * Memorias (cinco volúmenes) (1961) Artículos publicados: * «Muerte de Proserpina», en Revista de Occidente, 1930. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Jaime_Torres_Bodet

Raúl González Tuñón

El poeta Miguel Hernández escribió: Raúl, si el cielo azul se constelara sobre sus cinco cielos de raúles a la revolución sus cinco azules como cinco banderas entregara. Hombres como tú eres pido para amontonar la muerte de gandules, cuando tú como el rayo gesticules y como el rayo al rayo des la cara. Enarbolado estás como el martillo, enarbolado truenas y protestas, enarbolado te alzas a diario y a los obreros de metal sencillo invitas a estampar en turbias testas relámpagos de fuego sanguinario. Dice Joaquín Sabina... "Y aquí entra, sombreros fuera, González Tuñón, bendito sea; porque uno, en su ignorancia bautismal, ni sabe ni quiere saber cuáles son los mecanismos sutiles y misteriosos por los que un racimo de versos imborrables queda tatuado a fuego en la memoria (...)" Raúl González Tuñón (Buenos Aires 29 de marzo de 1905 - 14 de agosto de 1974) fue un poeta, periodista y viajero argentino. Participó de la vanguardia literaria argentina de los años 1920 y viajó luego a Europa. Vivió en París y en Madrid, ciudades en las que hizo amistad con poetas como Robert Desnós, César Vallejo, Rafael Alberti, Miguel Hernández, Federico García Lorca y Pablo Neruda. González Tuñón fue también periodista. Trabajó en el diario "Crítica", un vespertino de los años '20 y '30, de marcado tinte sensacionalista, pero que reclutó a notables escritores de la época (entre ellos Jorge Luis Borges, Roberto Arlt, Enrique González Tuñón, Carlos de la Púa, Nicolás Olivari), y en el diario "Clarín", donde escribió crítica de artes plásticas y crónicas de viajes. Se casó con Amparo Momm y trabó una profunda amistad con Pablo Neruda y su esposa Delia del Carril (también argentina). Cuando estalló la Guerra Civil Española, ambas parejas se trasladaron desde Madrid a Santiago de Chile y compartieron una misma casa. Secundó al poeta chileno en la fundación de la sección chilena de la Alianza de Intelectuales para la Defensa de la Cultura, organización antifascista surgida del Congreso Escritores de Valencia, realizado en Barcelona, en medio de los bombardeos franquistas. Posteriormente influyó decisivamente en la cultura argentina de los años '50 y '60 y es considerado uno de los fundadores de una corriente moderna de poesía urbana. Póstumamente se han publicado "El banco de la plaza" y "Los melancólicos canales del tiempo". Obra Su obra se inicia con "Las puertas de fuego", que publicó en Buenos Aires en 1923, a los 21 años. En esa época, colaboró con la revista Martín Fierro, en la que también escribieron Jorge Luis Borges, Oliverio Girondo, Francisco Luis Bernárdez,1 Leopoldo Marechal, Macedonio Fernández y Eduardo González Lanuza, entre otros. La revista solía polemizar burlonamente con el llamado Grupo de Boedo, que agrupaba a los escritores identificados con la literatura social, quienes a su vez denominaban a sus colegas de "Martín Fierro" como el "Grupo de Florida". Siendo Boedo un barrio entonces proletario y Florida la calle elegante de esa época, los polos de la polémica eran más políticos que literarios, aunque en Tuñón sucedía justamente lo contrario: muchos de los escritores de Boedo eran sus camaradas tal el caso de Álvaro Yunque o Elías Castelnuovo. González Tuñón mantuvo entonces relaciones cordiales pero también coincidencias con el Grupo de Boedo y muchos de sus integrantes, especialmente el poeta Nicolás Olivari, se encontraban entre sus amigos. En 1928, y poco antes de embarcarse rumbo a Europa, González Tuñón publicó "Miércoles de ceniza". Ya en París, escribió uno de los libros considerados fundamentales en su obra: "La calle del agujero en la media", publicado en 1930. Poco más tarde, en 1936, publica otro de sus libros claves, "La rosa blindada", inspirado en un levantamiento minero en la provincia española de Asturias. Esta obra fue de gran importancia ya que Raúl González Tuñón, con esos versos, fue "el primero en blindar la rosa" (tal las palabras de Neruda). Su obra por tanto no sólo se enmarca dentro de las llamadas vanguardias de principios del Siglo XX, sino que además constituyó una de las más firmes influencias de los posteriormente llamados "poetas de la Guerra Civil española"(muy en particular de Miguel Hernández uno de los más representativos). Afiliado al Partido Comunista de la Argentina, Tuñón permaneció siempre fiel a sus credos estéticos. Esto lo llevó a polemizar muchas veces dentro de la organización con otros artistas o eventuales funcionarios. Muchas de estas polémicas quedaron registradas en los emblemáticos "Cuadernos de Cultura" publicados por el PCA. Se destaca allí su defensa de Roberto Arlt ante los juicios negativos de dirigentes como Rodolfo Ghioldi. En líneas generales no compartió muchas vulgarizaciones efectuadas en nombre del "Realismo socialista". Esto explica su relación "a medio camino" entre las dos "capillas" fundadoras de la moderna literatura argentina: Florida (generalmente homologada a la vanguardia) y Boedo (al realismo socialista). Sus poemas que aludían a viajes, barrios de París y de Buenos Aires, pueblos de la Cordillera de los Andes o de la Patagonia, personajes de circo, lugares lejanos, tugurios extraños, marineros, hampones o contrabandistas, denotan influencias tan disímiles como Villón, Rilke, Evaristo Carriego, o payadores como Bettinotti y Gabino Ezeiza. Juancito Caminador, un personaje inspirado en un artista de circo y en una marca de whisky (Johnny Walker) se convirtió en un álter ego literario del autor. Es al mismo tiempo uno de los precursores de la poesía social y combativa en la Argentina: sus "poemas civiles", referidos a acontecimientos políticos y sociales, influyeron junto con los de la bohemia a autores como Julio Huasi, Juan Gelman (los poetas del "Pan duro"), Roberto Santoro, Francisco Urondo y en líneas generales a toda la generación de los años 60. Fue un intelectual políticamente comprometido y en más de una oportunidad asistió a eventos internacionales que convocaban a intelectuales y artistas de los cinco continentes ya sea por la lucha contra el fascismo o en pos del socialismo, cuya causa abrazó. Bibliografía * -Las puertas de fuego (1923). * -El violín del diablo (1926). * -Miércoles de ceniza (1928). * -La calle del agujero en la media (1930). * -El otro lado de la estrella (1934). * -Todos bailan, poemas de Juancito Caminador (1934). * -La rosa blindada (1935). * -Ocho documentos de hoy (1936). * -Las puertas del fuego (1938). * -La muerte en Madrid (1939). * -Canciones del tercer frente (1939). * -Nuevos poemas de Juancito Caminador (1941). * -La calle de los sueños perdidos (1941). * -Himno de pólvora (1943). * -Primer canto argentino (1945). * -Dan tres vueltas y luego se van. * -Hay alguien que está esperando (1952). * -Todos los hombres del mundo son hermanos (1954). * -La cueva caliente (1957). * -La Luna con Gatillo (1957), dos tomos, Edit. Cartago. * -A la sombra de los barrios amados (1957). * -Demanda contra el olvido (1963). * -Poemas para el atril de una pianola (1965). * -La literatura resoplandeciente (ensayos, 1967). * -Poemas para el atril de una pianola Crónicas. * -Crónicas del país del nunca jamás (1967). * -La veleta y la antena (1969). * -Selección de Poesía (1926-1948). * -El Rumbo de las islas perdidas (1969). * -Antologia poética, edit. Losada (1970). * -El Caballo Muerto. * -El banco de la plaza: los melancólicos canales del tiempo (1977). Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Raúl_González_Tuñón

Roberto Juarroz

Roberto Juarroz (Coronel Dorrego, Provincia de Buenos Aires, 5 de octubre de 1925 - Temperley, Buenos Aires, 31 de marzo de 1995) fue un poeta y ensayista argentino. Graduado en la Facultad de Filosofía y Letras y en Ciencias de la información por la Universidad de Buenos Aires y becario de la misma, amplió estudios en La Sorbona. Fue después profesor titular de la Universidad de Buenos Aires y dirigió el Departamento de Bibliotecología y Documentación de la misma entre 1971 y 1984. En esta universidad ejerció la docencia durante treinta años. Marchó al exilio con el advenimiento del general Perón. Trabajó como bibliotecólogo para la Unesco y la OEA en diversos países y entre 1958 y 1965 dirigió veinte números de la revista Poesía = Poesía junto con Mario Morales. Colaboró en numerosas publicaciones argentinas y extranjeras y fue crítico bibliográfico del diario La Gaceta de Tucumán (1958-63), crítico cinematográfico de la revista Esto es (Buenos Aires, 1956-58) y traductor de varios libros de poesía extranjera, en especial de Antonin Artaud. Su poesía ha sido muy estudiada y vertida a una gran cantidad de lenguas. Desde junio de 1984 fue miembro numerario de la Academia Argentina de Letras. Recibió varios premios, el Gran premio de honor de poesía de la Fundación Argentina de Buenos Aires, el Esteban Echeverría de 1984, el "Jean Malrieu" de Marsella en mayo de 1992, y el premio de la "Bienal Internacional de Poesía", en Lieja, Bélgica, en septiembre de 1992. Obra Salvo su colección Seis poemas sueltos (1960), su obra se agrupa en una serie de volúmenes correlativamente numerados del uno al catorce bajo el título general de Poesía vertical; el primero de ellos data en 1958, el segundo de 1963, el tercero de 1965, el cuarto de 1969 y así sucesivamente; en 1997 apareció la décimocuarta entrega, en forma póstuma. En conjunto, esta obra fue editada por Emecé en tres volúmenes. En un principio influido por el Creacionismo del chileno Vicente Huidobro y el simbolismo de Stéphane Mallarmé, la amistad de un "raro" de la poesía argentina, el maestro del aforismo, Antonio Porchia, autor de un único libro titulado Las voces, le influyó notablemente; le impresionaron, además, los románticos alemanes, en especial Novalis. Su temática se centró en la metapoesía y su lenguaje se fue haciendo conceptual conforme exploraba los límites de la palabra como nexo de relación del hombre con el mundo, un mundo contemplado como apofanía, como revelación. Es una poesía imbuida en algunos aspectos por la filosofía existencial de Martin Heidegger. Para él, la poesía es "el absoluto real", un nuevo sentido de lo sagrado sin teología, "la vida no fosilizada o desfosilizada del lenguaje", un lenguaje que en él es escueto y austero: sus piezas persiguen la máxima condensación y rehúyen la rima y la métrica; en una conferencia dada en Montevideo en agosto de 1993 dijo que "poco a poco se fue formando ese hecho de vida que es escribir hasta que sentí que la poesía era un poco fláccida, repetitiva, aún en los grandes poetas, con zonas en las cuales cedía la tensión interior, ese rango de intensidad que para mí tiene siempre el poema. Eso me llevó a concebir una poesía más ceñida, más estricta o rigurosa, en donde cada elemento fuera irreemplazable. La inclinación fue la de recoger de las situaciones extremas eso que llevamos escondido en nuestro silencio, lo que barajamos y pocas veces decimos. Para eso necesitaba un tipo de lenguaje diferente que dejara de lado lo que las palabras tienen de ornamento, de euforia. Buscar formas de síntesis poética, que no es síntesis intelectual, en donde confluyeran emoción, sensibilidad, inteligencia. Una forma de expresión que penetrase en las zonas aparentemente prohibidas. Zonas que mucha gente se veda a sí misma por temor". Sus poemas se hallan numerados en cada entrega, sin título. Prescinde de referencias geográficas o históricas, de localismos verbales, de eurritmia o eufonía, de efusiones sentimentales, de anécdotas, del uso de voces prestigiosas o a priori poéticas. Típicamente, sus depurados textos tienden a adoptar un modo asertivo, simétricamente estructurado, con significaciones frecuentemente enigmáticas o paradójicas. No le interesa la musicalidad ni la experimentación con el lenguaje per se: intenta buscar el fundamento último de la realidad exterior, por lo que su poesía es una especie de colección de callejones sin salida, una búsqueda constante. En medio de la convulsa historia argentina de su época, el silencio de Juarroz al respecto lo constituye en un extraño ejemplo de ascesis y de poesía pura. Sus poemas son deliberadamente impersonales y abstractos, un conjunto de apartados sueltos de una única formulación general, al modo del Tractatus de Ludwig Wittgenstein. Nunca hay un yo lírico, sólo un nosotros o un uno igualmente anónimo. La poesía de Juarroz es una pesquisa en demanda de un Ser ontológico fugitivo. En cuanto a sus ensayos, son fundamentalmente Poesía y creación (Diálogos con Guillermo Boido); Poesía y Realidad; Poesía, literatura y hermenéutica (Conversaciones con Teresita Saguí). Referencias http://es.wikipedia.org/wiki/Roberto_Juarroz

Miguel Ángel Asturias

Miguel Ángel Asturias Rosales (Ciudad de Guatemala, 19 de octubre de 1899 – Madrid, 9 de junio de 1974) fue un escritor, periodista y diplomático guatemalteco. Asturias contribuyó al desarrollo de la literatura latinoamericana, influyó en la cultura occidental, y al mismo tiempo llamó la atención sobre la importancia de las culturas indígenas, especialmente las de su país natal, Guatemala. Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1967. Asturias, nació y se crío en Guatemala, aunque vivió una parte importante de su vida adulta en el extranjero. Durante su primera instancia en París en la década de 1920, estudió antropología y mitología indígena. Algunos científicos lo consideran como el primer novelista latinoamericano que mostró cómo el estudio de la antropología y lingüística podía influir a la literatura. Mientras en París, Asturias también se asoció con el movimiento surrealista. Se le atribuye la introducción de muchas características de estilo modernista en las letras latinoamericanas. Como tal, fue un importante precursor del boom latinoamericano de los años 1960 y 1970. En El Señor Presidente, una de sus novelas más famosas, Asturias describe la vida bajo una dictadura despiadada. Su oposición muy pública a la dictadura le llevó al exilio, y tuvo que pasar gran parte de su vida el exterior, en América del Sur y en Europa. El libro Hombres de maíz, que se describe a veces como su obra maestra, es una defensa de la cultura maya. Asturias, sintetiza su amplio conocimiento de las creencias mayas con sus convicciones políticas, para canalizarlos hacia una vida de compromiso y solidaridad. Su obra es a menudo identificada con las aspiraciones sociales y morales de la población guatemalteca. Tras décadas de exilio y marginación, Asturias finalmente recibió amplio reconocimiento en la década de 1960. En 1966, ganó el Premio Lenin de la Paz de la Unión Soviética. Al año siguiente recibió el Premio Nobel de Literatura, siendo el segundo autor latinoamericano en recibir este honor. Asturias pasó sus últimos años en Madrid, donde murió a la edad de 74 años. Está enterrado en el cementerio de Père Lachaise en París. Vida temprana y educación Miguel Ángel Asturias nació en la Ciudad de Guatemala el 19 de octubre de 1899, como el primer hijo de Ernesto Asturias Girón, abogado y juez, y María Rosales de Asturias, maestra de escuela. Su hermano Marco Antonio nació dos años después. Los padres de Asturias eran de ascendencia española, y razonablemente distinguidos: su padre podía trazar su línea familiar hasta los colonos que habían llegado a Guatemala en la década de 1660; su madre, con una ascendencia más difusa, era la hija de un coronel. En 1905, cuando Asturias tenía seis años, la familia se trasladó a la casa de sus abuelos donde vivieron un estilo de vida más cómodo. A pesar de su posición relativamente privilegiada, el padre de Asturias, se opuso a la dictadura del presidente Manuel Estrada Cabrera, quien había llegado al poder en febrero de 1898. Como Asturias recordó más tarde: "Mis padres eran bastante perseguidos, pero no eran conjurados ni cosa que se parezca.". Tras un incidente en 1904, en el que el padre de Asturias, en su calidad de juez, puso en libertad a algunos estudiantes detenidos por causar disturbios, se enfrentó directamente con el dictador, y perdió su trabajo. En 1905, la familia se vio obligada a trasladarse a la ciudad de Salamá, la capital del departamento de Baja Verapaz, donde Miguel Ángel Asturias vivió en la granja de sus abuelos.2 Fue aquí que Asturias por primera vez entró en contacto con la población indígena de Guatemala; su niñera, Lola Reyes, era una joven indígena que le contaba historias, mitos y leyendas de su cultura, que más tarde tendrían una gran influencia en su obra. En 1908, cuando Asturias tenía nueve años, regresó con su familia a los suburbios de la Ciudad de Guatemala. Establecieron una tienda de suministros, donde pasó su adolescencia. Asturias asistió al Colegio del Padre Pedro", después al Colegio del Padre Solís. Cuando era estudiante comenzó a escribir y realizó el primer borrador de una historia que más tarde se convertiría en la novela El Señor Presidente. En 1922, junto con otros estudiantes, fundó la Universidad Popular, un proyecto comunitario según el cual "la clase media se anima a contribuir al bienestar general, mediante la enseñanza de cursos gratuitos para los más desfavorecidos". Pasó un año estudiando medicina antes de pasar a la facultad de derecho en la Universidad de San Carlos de Guatemala. Obtuvo su título de abogado en 1923 y recibió el Premio Gálvez para su tesis sobre la problemática de los indígenas.2 Recibió también el Premio Falla por ser el mejor estudiante de su facultad. Fue en la Universidad de San Carlos que fundó la Asociación de Estudiantes Universitarios y la Asociación de estudiantes El Derecho, además de participar activamente en La Tribuna del Partido Unionista. Este último grupo fue el que en última instancia derrocó a la dictadura de Manuel Estrada Cabrera en 1920. En referencia a su obra literaria, la participación de Asturias en todas estas organizaciones influenció muchas de las escenas en El Señor Presidente. Asturias se involucró en la política; trabajando como representante de la Asociación General de Estudiantes Universitarios, y viajando a El Salvador y Honduras para su nuevo empleo. En 1920, participó en el levantamiento contra el dictador Manuel Estrada Cabrera. Mientras inscrito en El Instituto Nacional de Varones tomó un papel activo en el derrocamiento de la dictadura de Estrada Cabrera, organizando huelgas en su escuela secundaria. Asturias y sus compañeros de clase, formaron lo que ahora se conoce como “La Generación del 20”. La tesis universitaria de Asturias, "El problema social del indio", fue publicada en 1923. En 1923, después de recibir su título de abogado, viajó a Europa. En París estudió etnología en la Sorbona (Universidad de París), y se convirtió en un surrealista dedicado bajo la influencia del poeta y teórico de la literatura francesa, André Breton. En París fue también influenciado por el circulo de escritores y artistas de Montparnasse y comenzó a escribir poesía y ficción. Durante este tiempo desarrolló una profunda preocupación por la cultura maya y en 1925 comenzó con la traducción al español del Popol Vuh, el texto sagrado de los mayas, un proyecto al que se dedicó durante 40 años.16 También fundó la revista Nuevos Tiempos mientras estaba en París. Se quedó en París durante diez años. En 1930 publicó su primera novela Leyendas de Guatemala. Dos años más tarde, en París, Asturias recibió el Premio Sylla Monsegur para la traducción al francés de Leyendas de Guatemala.19 El 14 de julio de 1933 regresó a Guatemala. Carrera política Cuando Asturias regresó a su país natal en 1933, tuvo su primer encuentro con el dictador Jorge Ubico y su régimen que no iba a tolerar sus ideales políticos. Ubico cerró la Universidad Popular que Asturias había fundado en 1922. En 1933 Asturias trabajó como periodista. Fundó y editó una "revista" de radio llamado El diario del aire.15 Escribió varios volúmenes de poesía en esta época, siendo Sonetos el primero, publicado en 1936. En 1942, fue elegido diputado al Congreso Nacional.20 Tras la caída del régimen de Jorge Ubico y la elección del presidente reformista Juan José Arévalo en 1944, Asturias comenzó una carrera diplomática en 1946, sin dejar de escribir durante su servicio en varios países de América Central y del Sudamérica. Asturias tuvo puestos diplomáticos en Buenos Aires en 1947 y en París en 1952. Exilio y rehabilitación Miguel Ángel Asturias, dedicó gran parte de su energía política apoyando al gobierno de Jacobo Arbenz, el sucesor electo del presidente Juan José Arévalo. Tras la caída del gobierno de Jacobo Arbenz, el nuevo mandatario Coronel Carlos Castillo Armas, ordenó que Asturias fuera despojado de su nacionalidad guatemalteca y expulsado del país por su apoyo al anterior gobierno. Durante los siguientes ocho años, Asturias vivió en exilio en Buenos Aires y Chile. Después de un cambio de gobierno en Argentina, una vez más tuvo que buscar un nuevo hogar, y se trasladó a Europa.23 Mientras vivía en exilio en Génova su reputación como autor creció con la publicación de su novela Mulata de Tal (1963). En 1966 el presidente electo Julio César Méndez Montenegro llegó al poder en Guatemala y rehabilitó a Asturias: le fue devuelto su ciudadanía guatemalteca y fue nombrado como embajador en Francia, donde se desempeñó hasta 1970, ocupando una residencia permanente en París. Un año más tarde, en 1967, la traducción al inglés de Mulata de Tal fue publicada en Boston. Más adelante en su vida, Asturias ayudó a refundar la Universidad Popular de Guatemala.1Asturias pasó sus últimos años en Madrid, donde murió en 1974. Está enterrado en el cementerio de Père Lachaise en París. Familia Miguel Ángel Asturias se casó con su primera esposa, Clemencia Amado, en 1939. Tuvieron dos hijos, Miguel Ángel y Rodrigo. Se divorciaron en 1947. Asturias se casó con su segunda esposa, Blanca Mora y Araujo, en 1950. Como Mora y Araujo era argentina, cuando Asturias fue deportado de Guatemala en 1954, se fueron a vivir a Buenos Aires donde permanecieron ocho años. Asturias, dedicó su novela Week-end en Guatemala a su esposa, Blanca, después de que fuera publicado en 1956. Permanecieron casados hasta la muerte de Asturias en 1974. Rodrigo Asturias Amado, hijo de su primer matrimonio, fue comandante guerrillero de la ORPA e integrante de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). Rodrigo Asturias adoptó el nombre de guerra Gaspar Ilom, el nombre de un indígena rebelde en Hombres de maíz, la novela su padre. La URNG fue una organización guerrillera que se opuso a los gobiernos militares de la década de 1980 durante la Guerra Civil de Guatemala. Tras la firma de los acuerdos de paz en 1996 la URNG se convirtió en un partido político. Obras mayores Novelista y poeta del realismo mágico, influido en sus orígenes por el realismo, muy pronto, sin renunciar a esa impronta, se adentra en su campo predilecto: la mitología aborigen, la propia tierra (lo telúrico, en término muy actual), en el sentido de compromiso con los sinsabores de los campesinos sometidos al yugo colonialista, lo que se ve en los títulos de sus obras. Junto a ello, y una faceta no menos importante, la calidad y sonoridades de su prosa apenas admiten comparación en la literatura castellana del siglo XX. Publica Leyendas de Guatemala (1930) en torno a mitos y leyendas nativos y mestizos. En su célebre novela El señor Presidente (1946) retrata a un típico dictador latinoamericano —como también hicieron Valle Inclán en Tirano Banderas, García Márquez en El otoño del patriarca, Roa Bastos en Yo el supremo, Alejo Carpentier en El recurso del método o Vargas Llosa en La fiesta del chivo—, para lo que se sirvió de procedimientos grotescos y burlescos con el fin de describir con total contundencia la brutalidad y la opresión social ejercidas en su país por los gobiernos dictatoriales. Escribio los libretos de las óperas Emulo Lipolidón e Imágenes de nacimiento para el compositor José Castañeda. Hombres de maíz (1949) es reconocida por muchos como su obra maestra. Novela típica del realismo mágico, se aprecian en la misma igualmente las voces y los rostros del oprobio y la injusticia, pero en términos de cruda explotación colonialista. Para ello, lo más resaltable es que el autor logra, de forma casi sobrenatural, acoplar el lenguaje y el ritmo de su prosa a los personajes que retrata, a sus fantásticas creencias, sus atávicas maneras y costumbres. La que más lunares tenía era la nana de Martín Ilóm, el recién parido hijo del cacique Gaspar Ilóm. La que más lunares y más piojos tenía. La Piojosa Grande, la nana de Martín Ilóm. En su regazo de tortera caliente, en sus trapos finos de tan viejos, dormía su hijo como una cosa de barro nuevecita y bajo el coxpi, cofia de tejido ralo que le cubría la cabeza y la cara para que no le hicieran mal de ojo, se oía su alentar con ruido de agua que cae en tierra porosa. Mujeres con niños y hombres con mujeres. Claridad y calor de fogarones. Las mujeres lejos en la claridad y cerca en la sombra. Los hombres cerca en la claridad y lejos en la sombra. Todos en el alboroto de las llamas, en el fuego de los guerreros, fuego de la guerra que hará llorar las espinas. Así decían los indios más viejos, con el movimiento senil de sus cabezas bajo las avispas. O bien decían, sin perder su compás de viejos: Antes que la primera cuerda de maguey fuera trenzada se trenzaron el pelo las mujeres. En esta misma línea se encuentran dos de sus principales obras: Mulata de tal y Tres de cuatro soles, en las cuales el autor incorpora a su novelística sus conocimientos antropológicos sobre mitología maya, poniendo en relación de manera magistral, al apelar a una forma de narrar fuertemente influida por el surrealismo, las cosmovisiones aparentemente excluyentes de la Guatemala pre y post colonial. En estas obras los antiguos dioses mayas recuperan inesperadamente su lugar en el mundo contemporáneo, como en "Tres de cuatro soles", o son brutalmente reemplazados por nuevas deidades traídas e impuestas por las distintas potencias imperiales. En este proceso las metamorfosis y los cambios abundan, como podemos observar en "Mulata de tal", libro de gran estilo, complejo y maravilloso. Este mundo sincrético diverso y culturalmente rico, sobrevive fundamentalmente en el lenguaje de los pobres y los explotados, lenguaje que Asturias maneja, como se ha dicho, con singular habilidad, que le permite mostrarnos un mundo en una frase y ensayar una poética de los excluidos y de los oprimidos. El autor se resiste a aceptar el genocidio cultural y humano que la realidad colonial parece imponerle a su pueblo, y reafirma la vitalidad de este último, encarando una empresa literaria que pone como principales protagonistas a aquellas víctimas sometidas al yugo de la dominación imperialista que, no obstante su situación, resisten a la opresión, manteniendo y reproduciendo en las condiciones más adversas una identidad propia. Insistió en parecidos temas en sus siguientes obras, como en la polémica trilogía novelística conocida como "La trilogía de la república de la banana" que es conformada por: Viento fuerte (1950), El Papa verde (1954) y Los ojos de los enterrados (1960). Las obras de teatro de Miguel Ángel Asturias son menos conocidas, si bien abunda en el inconformismo y la crítica social: Chantaje y Dique seco, ambas de 1964. Leyendas de Guatemala Artículo principal: Leyendas de Guatemala (libro). El primer libro publicado de Asturias fue Leyendas de Guatemala (1930), una colección de nueve historias que exploran los mitos mayas de la época precolonial, así como temas que se refieren al desarrollo de una identidad nacional guatemalteca. Su fascinación para textos precolombinos como el Popol Vuh y los Anales de los Xajil, así como sus creencias en mitos y leyendas populares, tuvieron una gran influencia en la obra. El académico Jean Franco describe el libro como "recreaciones líricas del folklore guatemalteco, inspirándose en fuentes coloniales y precolombinas." Para el crítico de la literatura latinoamericana Gerald Martin, Leyendas de Guatemala es "La primera gran contribución antropológica a la literatura española de América." Según el académico Francisco Solares-Larrave, las historias son un precursor del movimiento del realismo mágico. Asturias utilizó escritura convencional y prosa lírica para contar una historia acerca de aves y otros animales que conversan con seres humanos arquetípicos. El estilo de escritura de Asturias en Leyendas de Guatemala ha sido descrito por algunos como "historia-Sueño-poemas". En cada leyenda, Asturias atrae al lector con una furia de belleza y misterio sin ser capaz de comprender el sentido de espacio y tiempo. Leyendas de Guatemala, trajo elogios de la crítica en Francia, así como en Guatemala. El destacado poeta y ensayista francés Paul Valéry escribió sobre el libro: "descubrí que se creó un sueño tropical, que viví con singular encanto." El Señor Presidente Artículo principal: El Señor Presidente. El Señor Presidente, una de las novelas más aclamadas de Asturias, se completó en 1933 pero permaneció inédita hasta 1946, cuando salió en México como publicación privada. Como uno de sus primeros trabajos, El Señor Presidente mostró el talento de Asturias y su influencia como novelista. Zimmerman y Rojas describen su trabajo como una "denuncia apasionada contra el dictador guatemalteco Manuel Estrada Cabrera." La novela fue escrita durante el exilio de Asturias, en París.37 Durante la realización de la novela, Asturias se asociaba con los miembros del movimiento surrealista, así como con otros futuros escritores de América Latina, tales como Arturo Uslar Pietri y el cubano Alejo Carpentier. El Señor Presidente, es una de muchas novelas que exploran la vida bajo un dictador de América Latina y, de hecho, ha sido proclamada por algunos como la primera novela real, a explorar el tema de la dictadura. El libro también ha sido llamado un estudio del miedo, porque el miedo es el clima en el que se desarrolla. El Señor Presidente utiliza técnicas surrealistas y refleja la idea de Asturias que la conciencia irracional de la realidad de los indígenas es una expresión de fuerzas subconscientes. Aunque el autor nunca especifica el lugar donde la novela tiene lugar, es evidente que el argumento se ve influenciado por el gobierno del presidente y dictador guatemalteco, Manuel Estrada Cabrera. La novela de Asturias, examina la forma en que el mal se extiende hacia abajo desde un poderoso líder político, por las calles y en las casas de los ciudadanos. Muchos temas, como la justicia y el amor, son objeto de burla en la novela, y escapar de la tiranía del dictador es aparentemente imposible. Cada personaje en la novela se ve profundamente afectado por la dictadura y debe luchar para sobrevivir en una realidad aterradora. La historia comienza con la muerte accidental de un alto funcionario, el coronel Parrales Sonriente. El Presidente utiliza la muerte del coronel para deshacerse de dos hombres, cuando se decide a implicarles en el asesinato. Las tácticas del Presidente son vistas como sádicas, ya que cree que su palabra es la ley que nadie debe de cuestionar. La novela entonces acompaña a varios personajes, algunos cercanos al Presidente y otros que buscan escapar de su régimen. El consejero de confianza del dictador, a quien el lector conoce como "Cara de ángel", se enamora de Camila, la hija del general Canales. Bajo la orden directa del Presidente, Cara de ángel convence al General Canales que una fuga inmediata es imprescindible. Desafortunadamente, el General es uno de los dos hombres que el Presidente está tratando de implicar por asesinato; el propósito del Presidente es que general Canales parezca culpable al ser baleado mientras huyendo.43 Mientras que el general es perseguido para su ejecución, su hija está bajo arresto domiciliario por Cara de ángel. Cara de ángel se ve atrapado entre su amor por Camila y su deber ante el Presidente. Aunque el dictador nunca se nombra en la obra, tiene similitudes inequívocas con Manuel Estrada Cabrera. En 1974, el dramaturgo Hugo Carrillo adaptó El Señor Presidente en una obra de teatro. Hombres de maíz Artículo principal: Hombres de maíz. Hombres de maíz (1949) es generalmente considerado la obra maestra de Asturias, aunque sigue siendo una de sus novelas menos comprendidas. El título de Hombres de maíz se refiere a la creencia de los indígenas mayas de que su carne estaba hecha de maíz. La novela está escrita en seis partes, cada una explorando el contraste entre las costumbres tradicionales de los indígenas y una sociedad progresando y modernizando. El libro explora el mundo mágico de las comunidades indígenas, un tema del cual el autor era a la vez apasionado y conocedor. La novela se basa en la leyenda tradicional, pero la historia es de creación propia de Asturias. El argumento gira en torno a una comunidad indígena aislada (los hombres de maíz o "gente del maíz"), cuya tierra está amenazada por personas ajenas con el propósito de su explotación comercial. Un líder indígena, Gaspar Ilom, encabeza la resistencia de la comunidad contra los colonos, quienes lo matan con la esperanza de frustrar la rebelión. Más allá de su tumba, Ilom vive como un "héroe popular"; a pesar de sus esfuerzos, no puede prevenir que la gente pierde sus tierras. En la segunda mitad de la novela, el personaje central es un cartero, Nicho, y la historia gira en torno a la búsqueda de su esposa perdida. En el curso de su búsqueda, abandona sus funciones, atados como los son a la "sociedad de los blancos", y se transforma en un coyote, el cual representa a su espíritu guardián. Esta transformación es otra referencia a la cultura maya; la creencia en el nahualismo, o la capacidad del hombre de asumir la forma de su animal guardián, es uno de los muchos aspectos esenciales para la comprensión de los significados ocultos de la novela. A través de la alegoría, Asturias muestra cómo el imperialismo europeo domina y transforma las tradiciones indígenas en las Américas. Al final de la novela, como lo señala Jean Franco, "se ha perdido el mundo mágico de la leyenda indígena"; pero concluye con una "nota utópica", como las personas se convierten en hormigas para transportar el maíz que han cosechado. Escrito en forma de mito, la novela es experimental, ambiciosa y difícil de comprender. Por ejemplo, su "esquema de tiempo es un tiempo mítico en el que miles de años pueden ser comprimidos y vistos como un momento único"; además, el lenguaje del libro es "estructurado de manera análoga a las idiomas indígenas". Debido a su enfoque inusual, pasó algún tiempo antes de que la novela fue aceptada por los críticos y el público. La trilogía bananera Asturias escribió una trilogía épica sobre la explotación de los indígenas en las plantaciones bananeras. Esta trilogía se compone de tres novelas: Viento fuerte (1950), El Papa Verde (1954), y Los ojos de los enterrados (1960). Es un relato ficticio de los resultados del control extranjero sobre la industria bananera de América Central. Al principio, los volúmenes fueron solo publicados en Guatemala en pequeñas cantidades. Su crítica al control extranjero de la industria bananera y la forma en que los indígenas guatemaltecos fueron explotados, finalmente le valió el premio más alto de la Unión Soviética, el Premio Lenin de la Paz. Este reconocimiento marca Asturias como uno de los pocos autores reconocidos por sus obras literarias, tanto en el Occidente y el bloque comunista durante el período de la Guerra Fría. Mulata de tal Asturias publicó su novela Mulata de Tal en 1963, mientras que él y su esposa vivían en exilio en Génova. Su novela recibió muchas críticas positivas; Ideologies and Literature lo describió como "un carnaval encarnado en la novela. Representa una colisión entre el Mardi Gras maya y el barroco hispano." La novela surgió como una novela importante en la década de 1960.32 La novela incluye la mitología maya y la tradición católica para formar una alegoría distintiva de creencia. Gerald Martin en la Hispanic Review comentó que es "bastante obvio que todo el arte de esta novela se basa en su lenguaje". En general, Asturias coincide con la libertad visual de los dibujos animados, por utilizar todos los recursos que la lengua española le ofrece. Su uso del color es sorprendente y muchísimo más liberal que en las primeras novelas." Asturias construyó la novela con este uso singular del color, teoría liberal, y su uso característico de la lengua española. Su novela también recibió la Premio Silla Monsegur para la mejor novela hispano-americana publicada en Francia. Temas Identidad La identidad guatemalteca en la época postcolonial se ve influenciada por una mezcla de la cultura maya y europea. Asturias, mestizo él mismo, propuso un alma nacional híbrida para Guatemala (ladina en su lengua, maya en su mitología).59 Su búsqueda para crear una auténtica identidad nacional es fundamental en Leyendas de Guatemala, su primera novela publicada, y es un tema omnipresente en toda su obra. Cuando el entrevistador Günter W. Lorenz le preguntó cómo percibe su papel como escritor latinoamericano, él responde: “...Sentí que era mi vocación y mi deber de escribir sobre América, que algún día sería de interés para el mundo.” Más tarde en la entrevista, Asturias se identifica como portavoz de su pueblo, diciendo: "...Entre los indígenas hay una creencia en el Gran Lengua. Gran Lengua es el portavoz de la tribu. Y en cierto modo eso es lo que he estado: el portavoz de mi tribu." Política A lo largo de la carrera literaria de Asturias, se vio continuamente involucrado en la política. Se opuso abiertamente a la dictadura de Cabrera, y más tarde se desempeñó como embajador de Guatemala en varios países de América Latina y Europa. Sus opiniones políticas se reflejan en varias de sus obras e incluyen: la colonización española de América Latina y el declive de la civilización maya; los efectos de las dictaduras políticas en la sociedad; y la explotación del pueblo guatemalteco por empresas agrícolas extranjeras. Leyendas de Guatemala, se inspira libremente en la mitología y las leyendas mayas. El autor eligió de incluir leyendas que van desde la creación de los mayas hasta la llegada de los conquistadores españoles, cientos de años más tarde. Presenta a los colonizadores españoles en la historia "Leyenda del tesoro del Lugar Florido". En esta historia, un ritual de sacrificio se ve interrumpido por la inesperada llegada de "Los Hombres Blancos". La tribu se dispersa atemorizada por los intrusos, y su tesoro se quede atrás en las manos del hombre blanco. Jimena Sáenz argumenta que esta historia representa la caída de la civilización maya por los conquistadores españoles. Aunque en El Señor Presidente no se identifica explícitamente a la sociedad guatemalteca de principios del siglo XX como entorno de la novela, es evidente que el personaje del título fue inspirado en la dictadura de Manuel Estrada Cabrera de 1898-1920. El carácter del Presidente rara vez aparece en la historia, pero Asturias hace uso de varios otros personajes para demostrar los terribles efectos de la vida bajo la dictadura. Este libro fue una notable contribución al género de la novela hispanoamericana de la dictadura. Irónicamente, Asturias no pudo publicar el libro en Guatemala durante trece años, a causa de las estrictas leyes de censura de la dictadura de Jorge Ubico, quién gobernó Guatemala entre 1931 y 1944. Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial los Estados Unidos continuamente expandieron su presencia en las economías de América Latina. Compañías tales como la United Fruit Company manipularon políticos y explotaron la tierra, los recursos y los trabajadores guatemaltecos. El efecto general fue devastador en Guatemala y inspiró Asturias a escribir la trilogía bananera, un conjunto de tres novelas publicadas en 1950, 1954 y 1960. Las tres novelas revuelven en torno a la explotación de los trabajadores agrícolas indígenas y la presencia monopolista de la United Fruit Company en Guatemala. Asturias estaba preocupado con la marginación y pobreza de la población maya en Guatemala. Creía que el desarrollo socioeconómico en Guatemala era dependiente de una mejor integración de las comunidades indígenas, una distribución más equitativa de la riqueza en el país, y la reducción de las tasas de analfabetismo, entre otros temas prevalentes. La inclusión de algunos de los problemas políticos y socioeconómicos de Guatemala en sus novelas, atrajo la atención internacional a los mismos. Naturaleza Para Asturias, Guatemala y América son un país y un continente de naturaleza.65 Nahum Megged destaca que su trabajo encarna la "totalidad fascinante de la naturaleza" y que no utiliza la naturaleza únicamente como un telón de fondo para el drama.65 Observa que en sus libros los personajes que más están en armonía con la naturaleza son los protagonistas, mientras que los que perturban el equilibrio de la naturaleza son los antagonistas. El tema de la personificación erótica de la naturaleza es prevalente en sus novelas, como lo es también en Leyendas de Guatemala cuando escribe, “El tropico es el sexo de la tierra.” Estilo Asturias se inspiró en gran medida por la cultura maya de América Central, la cual forma un tema central en muchas de sus obras y tuvo una gran influencia en su estilo de narración. Influencia maya La sociedad guatemalteca que existe hoy en día se fundó sobre una base formada por la cultura maya. Antes de la llegada de los conquistadores españoles, los mayas representaban a una civilización muy avanzada política, económica y socialmente. Esta rica cultura maya ha tenido una influencia innegable en las obras literarias de Asturias. Creía en el carácter sagrado de las tradiciones mayas y trató de revitalizar su cultura con la incorporación de la imaginería y tradición indígena en sus novelas.68 Asturias, estudió en la Sorbona (la Universidad de París en ese momento) con Georges Raynaud, un experto en la cultura de los maya quichés. En 1926, terminó la traducción del Popol Vuh, el libro sagrado de los quichés.69 Fascinado por la mitología de los pueblos indígenas de Guatemala, escribió Leyendas de Guatemala.70 Esta obra narrativa vuelve a contar algunas de las historias folclóricas mayas de su tierra natal. Ciertos aspectos de la cultura de los indígenas eran de singular interés para Asturias. El maíz es una parte integral de la cultura maya. No sólo es un alimento básico, pero juega un papel importante en la historia de la creación maya descrito en el Popol Vuh. Esta historia en particular tuvo gran influencia en la novela Hombres de maíz, una fábula mitológica que introduce los lectores a la vida, los costumbres, y la psique del indígena maya. Asturias, que no habló ningún idioma maya, admite que sus interpretaciones de la psique indígena eran intuitivas y especulativas.72 Al adoptar tales libertades, hay grandes riesgos de error. No obstante, Lourdes Royano Gutiérrez afirma que su trabajo mantiene su validez, porque en esta situación literaria la intuición sirvió como una mejor herramienta que el análisis científico. Jean Franco clasifica a Asturias como un autor "indigenista", junto con Rosario Castellanos y José María Arguedas. Franco sostiene que estos tres escritores se vieron llevados a "romper con el realismo, precisamente, debido a las limitaciones del género a la hora de representar al indígena". En Hombres de maíz por ejemplo, Asturias utiliza un estilo lírico y experimental que según Franco es una forma más auténtica de representación de la mente de los indígenas, que la prosa tradicional. Cuando se le preguntó acerca de su método de interpretación de la psique Maya, Asturias, fue citado diciendo "Oí mucho, supuse un poco más e inventé el resto". Pese a sus "inventos", su capacidad de incorporar su conocimiento de la etnología maya en sus novelas, hacen su obra auténtica y convincente. Surrealismo y realismo mágico El surrealismo tuvo una influencia importante en las obras de Asturias. Caracterizado por su exploración de la mente subconsciente, el género permitió Asturias a cruzar los límites de la fantasía y la realidad. Aunque las obras de Asturias fueron generalmente consideradas como precursores del realismo mágico, el autor vio muchas similitudes entre ambos géneros. Al discutir la idea del realismo mágico en sus obras, vincula el género explícitamente al surrealismo. Sin embargo, no utilizó el término para describir su propia obra. En cambio, lo usó en referencia a las historias mayas que predatan la conquista de América por los europeos, historias como el Popol Vuh o los Anales de los Xahil. En una entrevista con su amigo y biógrafo Günter W. Loenz, Asturias discute cómo estas historias encajan su punto de vista del realismo mágico y como se relacionan con el surrealismo, diciendo: "Entre el "real" y el "mágico" hay una tercera clase de realidad. Se trata de una fusión de lo visible y lo tangible, la alucinación y el sueño. Es similar a lo que los surrealistas alrededor de [André] Breton querían y es lo que podríamos llamar "realismo mágico".60 A pesar de que ambos géneros tienen mucho en común, a menudo se considera que el realismo mágico nació en América Latina. Como se mencionó anteriormente, la cultura maya fue una inspiración importante para Asturias. Veía una relación directa entre el realismo mágico y la mentalidad indígena, diciendo: “...un indígena o un mestizo en una pequeña aldea podría describir cómo vio una enorme piedra convertirse en una persona o un gigante, o una nube en una piedra. Eso no es una realidad tangible, sino que implica una comprensión de las fuerzas sobrenaturales. Por eso, cuando tengo que darle una etiqueta literaria, lo llamo "realismo mágico". En el mismo sentido, Lourdes Royano Gutiérrez, argumenta que el pensamiento surrealista no es del todo diferente de la visión del mundo indígena o mestiza. Royano Gutiérrez describe esta visión del mundo como una en el que el limite entre realidad y sueño es poroso, no es concreto. De la citas de Asturias y Royano Gutiérrez se desprende que el realismo mágico se consideró un género adecuado para representar los pensamientos de un personaje indígena. El estilo del surrealismo/realismo mágico se ejemplifica en las obras Mulata de Tal y El señor presidente. Uso del lenguaje Asturias fue uno de los primeros novelistas latinoamericanos a darse cuenta del enorme potencial del lenguaje en la literatura. Tenía un estilo lingüístico muy profundo que empleaba para transmitir su visión literaria. En sus obras, el lenguaje es más que una forma de expresión o un medio para un fin, y puede ser muy abstracto. No es que el lenguaje da vida a su obra, sino que la forma orgánica del lenguaje utilizado por Asturias, tiene una vida propia dentro de su obra ("El lenguaje tiene vida propia"). Así, en "Leyendas de Guatemala" se nota un estilo rítmico y musical a la escritura. En muchas de sus obras utilizó técnicas que también se observan en textos precolombinos, como onomatopeyas, repeticiones y simbolismo. Su interpretación moderna del estilo de la escritura maya, se convirtió más tarde en su propio estilo característico. Asturias, sintetizó la dicción litúrgica encontrado en el Popol Vuh, con un vocabulario colorido y exuberante.75 Este estilo característico ha sido llamado "barroquismo tropical" por Royano Gutiérrez en su análisis de sus obras más importantes. En Mulata de Tal, Asturias fusiona el surrealismo con la tradición indígena en algo llamado "el Gran Lengua".75 En esta tradición maya, las personas confieren poder mágico a ciertas palabras y frases, de forma similar al canto de una bruja o una maldición. En sus narraciones, Asturias devuelve el poder a las palabras y les permite hablar por sí mismos: "Los toros toronegros, los toros torobravos, los toros torotumbos, los torostorostoros". Asturias utiliza un vocabulario maya significativo en sus obras. Para un mejor entendimiento de la rica combinación de las palabras coloquiales guatemaltecas y indígenas, se ha incluido un glosario al final de Hombres de maíz, Leyendas de Guatemala, El Señor Presidente, Viento Fuerte, y El Papa verde. Legado * Después de su muerte en 1974, el gobierno reconoció su contribución a la literatura guatemalteca mediante la creación de premios literarios y becas en su nombre. Uno de ellos es el premio literario más distinguido del país, el Premio Nacional de Literatura "Miguel Ángel Asturias". Además, en su honor el teatro nacional de la Ciudad de Guatemala lleva su nombre: Centro Cultural Miguel Ángel Asturias * Asturias es recordado como un hombre que creía firmemente en el reconocimiento de la cultura indígena en Guatemala. En las palabras de Gerald Martin, Asturias es uno de los "escritores ABC" —Asturias, Borges, Carpentier— quienes, según Martin, "realmente iniciaron el modernismo latinoamericano."80 Por su experimentación con estilo y lenguaje, algunos científicos lo consideran un precursor del realismo mágico. Los críticos comparan su obra de ficción a la de Franz Kafka, James Joyce y William Faulkner por su uso del estilo de 'corriente de la conciencia'.82 Su obra ha sido traducida en numerosos idiomas, incluyendo inglés, francés, alemán, sueco, italiano, portugués, ruso y muchos más. Referencias Wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/Miguel_%C3%81ngel_Asturias

Calderón de la Barca

Pedro Calderón de la Barca (Madrid, 17 de enero de 1600-ibídem, 25 de mayo de 1681) fue un militar, escritor, poeta y dramaturgo barroco español del Siglo de Oro. Pedro Calderón de la Barca y Barreda González de Henao Ruiz de Blasco y Riaño nació en Madrid, el 17 de enero de 1600. Su padre, Diego Calderón, era secretario del Consejo y Contaduría Mayor de Hacienda y se casó con Ana María de Henao, de una noble familia alemana. Pedro fue el tercero de los cinco hijos que el matrimonio alcanzó a tener y era, pues, de origen montañés e hidalgo (Viveda, Cantabria). Empezó a ir al colegio en 1605 en Valladolid, porque allí estaba la Corte, pero como destacó en los estudios, el padre, de carácter autoritario, decidió destinarlo a ocupar una capellanía que estaba reservada por la abuela a alguien de la familia que fuese sacerdote. Con ese propósito pasó al Colegio Imperial de los jesuitas de Madrid en 1608, situado donde ahora se encuentra el Instituto San Isidro, y allí permaneció hasta 1613 estudiando gramática, latín, griego, y teología. Cuando llevaba dos años estudiando en Madrid, falleció su madre, en 1610, y su padre casó en segundas nupcias; este hecho le unió especialmente a sus hermanos José y Diego frente a su padre. Continuó en la Universidad de Alcalá, donde estudió lógica y retórica; y en 1615, al fallecer su padre, pasó a la de Salamanca, donde se graduó de bachiller en derecho canónico y civil, sin llegar a ordenarse como hubiera sido deseo del padre. En 1621 participó en el certamen poético habido con motivo de la beatificación de San Isidro y posteriormente en el de su canonización, en 1622, y ganó un premio tercero. Decidió abandonar los estudios religiosos por la carrera militar y llevó una vida algo revuelta de pendencias y juego; también tuvo problemas en el ámbito familiar, pues el testamento paterno obligaba al dramaturgo y a sus hermanos a pleitear con su madrastra y a vender el cargo de su padre para pagar gastos. Acaso por esto tuvo que entrar al servicio del duque de Frías, con el que viajó por Flandes y el norte de Italia entre 1623 y 1625. Es posible que las difíciles relaciones con su padre influyeran en su teatro, donde es frecuente encontrar conflictos edípicos entre padres e hijos. El caso es que entre 1623 y 1625 participó en varias campañas bélicas, según su biógrafo Juan de Vera Tassis; anduvo enredado en un homicidio y en 1625 marchó como soldado al servicio del Condestable de Castilla. Su primera comedia conocida, Amor, honor y poder, fue estrenada en Madrid con motivo de la visita de Carlos, príncipe de Gales, en 1623. Desde 1625, proveyó a la Corte de un extenso repertorio dramático pero, en 1629, el irrumpir con sus hermanos en sagrado persiguiendo a un actor, más concretamente en el Convento de las Trinitarias de Madrid, donde se encontraba la hija de Lope, le causó la enemistad de Lope de Vega y del famoso orador sacrado gongorino fray Hortensio Félix Paravicino. Calderón correspondió a los ataques de este último burlándose en un pasaje de su comedia El príncipe constante, escrita en ese año, al igual que La dama duende, su primer gran éxito. Con estas y otras comedias fue ganándose el aprecio del rey Felipe IV, que empezó a hacerle encargos para los teatros de la Corte, ya fuera el salón dorado del desaparecido Alcázar o el recién inaugurado Coliseo del Palacio del Buen Retiro, para cuya primera función escribió en 1634 El nuevo Palacio del Retiro. Asimismo, eclipsada ya la estrella de Lope en los teatros, se ganó el aprecio del público en general en la década de los treinta con sus piezas para los corrales de comedias madrileños de la Cruz y del Príncipe. En 1635 se le nombró director del Coliseo del Buen Retiro y escribió El mayor encanto, el amor, entre otros muchos y muy refinados espectáculos dramáticos, para los cuales contó con la colaboración de hábiles escenógrafos italianos como Cosme Lotti o Baccio del Bianco y expertos músicos para las primeras zarzuelas que se escribieron, como Juan Hidalgo. En 1636 el Rey le nombra caballero de la Orden de Santiago y su amigo y discípulo Vera Tassis publica la Primera parte de sus comedias; al año siguiente la segunda, hasta las nueve que llegó a imprimir, si bien se conservan tres más impresas por otros editores menos cuidadosos; en 1677 aparecerá, además, la primera parte de sus autos sacramentales. Se distinguió como soldado al servicio del Duque del Infantado durante el sitio de Fuenterrabía (1638), y en la guerra de secesión de Cataluña (1640). De su vocación militar guardó siempre buen recuerdo, como plasmó en unos famosos versos: Este ejército que ves / vago al yelo y al calor, / la república mejor / y más política es / del mundo, en que nadie espere / que ser preferido pueda / por la nobleza que hereda, / sino por la que él adquiere; / porque aquí a la sangre excede / el lugar que uno se hace / y sin mirar cómo nace / se mira cómo procede. / Aquí la necesidad / no es infamia; y si es honrado, / pobre y desnudo un soldado / tiene mejor cualidad / que el más galán y lucido; / porque aquí a lo que sospecho / no adorna el vestido el pecho, / que el pecho adorna al vestido. / Y así, de modestia llenos, / a los más viejos verás / tratando de ser lo más / y de aparentar lo menos. / Aquí la más principal / hazaña es obedecer, / y el modo cómo ha de ser / es ni pedir ni rehusar. / Aquí, en fin, la cortesía, / el buen trato, la verdad, / la firmeza, la lealtad, / el honor, la bizarría, / el crédito, la opinión, / la constancia, la paciencia, / la humildad y la obediencia, / fama, honor y vida son / caudal de pobres soldados; / que en buena o mala fortuna / la milicia no es más que una / religión de hombres honrados. P. Calderón, Comedia famosa. Para vencer a amor, querer vencerle, Valencia, 1689, pero escrita en 1650 Por entonces se amplía el Palacio del Retiro y se construye un gran estanque de agua en cuya isla central estrenará en 1640 Certamen de amor y celos. Pero, herido durante el sitio de Lérida, obtuvo la licencia absoluta en 1642 y una pensión vitalicia. Estrena sus obras más ambiciosas, las que requieren música (zarzuelas) y más escenografía. Calderón es por entonces un discreto pero activo cortesano y llega a convertirse en un personaje respetado e influyente, modelo para una generación entera de nuevos dramaturgos e incluso para talentos tan grandes como los de Agustín Moreto y Francisco Rojas Zorrilla, sus más importantes discípulos. A mediados de los cuarenta, decretados sucesivos cierres de los corrales de comedias a causa de los fallecimientos de la reina Isabel de Borbón (entre 1644 y 1645) y el príncipe Baltasar Carlos (entre 1646 y 1649), así como por las presiones de los religiosos moralistas contrarios al teatro, acaeció un largo lapso de cinco años sin teatro desde 1644, y muertos sus hermanos José (1645) y Diego (1647), el dramaturgo se sumió en una cierta crisis, que coincide con la de España entre la caída del Conde-Duque de Olivares (1643) y la firma en 1648 de la Paz de Westfalia. Es más, hacia 1646 nace su hijo natural, Pedro José, y Calderón ha de replantearse su vida. Sale de esta crisis interior y exterior al reabrirse los teatros en 1649 y al convertirse durante unos años en secretario del Duque de Alba; además, ingresa en los terciarios (Tercera orden de San Francisco) en 1650 y se ordena sacerdote en 1651. Poco después (1653), obtuvo la capellanía que su padre tanto ansiaba para la familia, la de los Reyes Nuevos de Toledo, y, aunque siguió escribiendo comedias y entremeses, desde entonces dio prioridad a la composición de autos sacramentales, género teatral que perfeccionó y llevó a su plenitud, pues se avenía muy bien con su talento natural amante de las complejidades teológicas. Siguió componiendo espectáculos para los reyes en el Palacio del Buen Retiro y para la fiesta teológica del Corpus, pero se decanta por los temas mitológicos, huyendo así su fantasía de una realidad tan áspera como la que demuestra la firma de la Paz de los Pirineos en 1659. Entonces ya era el dramaturgo más celebrado de la corte y todavía en 1663 el rey siguió distinguiéndole al designarle como su capellán de honor, hecho que le obligó a trasladar definitivamente su residencia a Madrid; la muerte del monarca en 1665 marcó un cierto declive en el ritmo de su producción dramática; se le nombra sin embargo capellán mayor de Carlos II en 1666. Fue alguna vez importunado por los moralistas que veían con malos ojos los espectáculos teatrales y especialmente errado que lo hiciera un sacerdote como él. A ellos les contestó altivamente de esta manera: «O esto es bueno o es malo; si es bueno, no se me obste; y si es malo, no se me mande». Al final de su vida sufrió algunas estrecheces económicas, pero con motivo del Carnaval de 1680 compondrá su última comedia, Hado y divisa de Leónido y Marfisa; falleció el 25 de mayo de 1681, dejando a medio terminar los autos sacramentales encargados para ese año; su entierro fue austero y poco ostentoso, como deseaba en su testamento: «Descubierto, por si mereciese satisfacer en parte las públicas vanidades de mi mal gastada vida». Así dejaba huérfanos los teatros quien fue considerado uno de los mejores escritores dramáticos de su época. Obra La obra teatral de Calderón de la Barca significa la culminación barroca del modelo teatral creado a finales del siglo XVI y comienzos del XVII por Lope de Vega. Según el recuento que él mismo hizo el año de su muerte, su producción dramática consta de ciento diez comedias y ochenta autos sacramentales, loas, entremeses y otras obras menores, como el poema Psale et sile (Canta y calla) y piezas más ocasionales. Aunque es menos fecundo que su modelo, el genial Lope de Vega, resulta técnicamente mejor que aquel en el teatro y de hecho lleva a su perfección la fórmula dramática lopesca reduciendo el número de escenas de esta y depurándola de elementos líricos y poco funcionales, convirtiéndola en un pleno espectáculo barroco al que agrega además una especial sensibilidad para la escenografía y la música, elementos que para Lope de Vega tenían una menor importancia. Utiliza frecuentemente piezas anteriores que refunde eliminando escenas inútiles; disminuye el número de personajes y reduce la riqueza polimétrica del teatro lopesco. Igualmente, sistematiza la exuberancia creativa de su modelo y construye la obra en torno a un protagonista exclusivo. En cierto modo, purga el teatro de Lope de sus elementos más líricos y busca siempre los más teatrales. Ángel Valbuena Briones ha señalado que en su estilo cabe distinguir dos registros: En un primer grupo de obras Calderón reordena, condensa y reelabora lo que en Lope aparece de manera difusa y caótica, estilizando su realismo costumbrista y volviéndolo más cortesano. En ellas aparece una rica galería de personajes representativos de su tiempo y de su condición social, todos los cuales tienen en común los tres temas del teatro barroco español: el amor, la religión y el honor. En el cultivo de este último tema destaca Calderón en obras como El alcalde de Zalamea, en que se enfrentan el honor individual (o lo que es lo mismo, la dignidad humana, no costumbre social o externa) de un labrador rico, Pedro Crespo, cuya hija ha sido violada por un aristócrata capitán de los tercios del famoso general don Lope de Figueroa, con el honor corporativo o esprit de corps de este último. En este drama, una de las obras maestras de Calderón luce la verdad humana de los caracteres y la sabiduría y experiencia del héroe, Pedro Crespo, que aconseja así a su hijo Juan antes de que marche a la milicia con unos versos justamente célebres: Por la gracia de Dios, Juan, / eres de linaje limpio, / más que el sol, pero villano. / Lo uno y otro te digo; / aquello, porque no humilles / tanto tu orgullo y tu brío, / que dejes, desconfïado, / de aspirar con cuerdo arbitrio / a ser más; lo otro, porque / no vengas desvanecido / a ser menos. Igualmente / usa de entrambos designios / con humildad; porque, siendo / humilde, con recto juicio / acordarás lo mejor / y como tal, en olvido / pondrás cosas, que suceden / al revés en los altivos. / ¡Cuántos, teniendo en el mundo / algún defecto consigo, / le han borrado por humildes; / y cuántos, que no han tenido / defecto, se le han hallado, / por estar ellos mal vistos! / Sé cortés sobre manera; / sé liberal y esparcido, / que el sombrero y el dinero / son los que hacen los amigos; / y no vale tanto el oro / que el sol engendra en el indio / suelo, y que conduce el mar, / como ser uno bienquisto. / No hables mal de las mujeres; / la más humilde, te digo, / que es digna de estimación; / porque al fin de ellas nacimos. / No riñas por cualquier cosa; / que cuando en los pueblos miro / muchos, que a reñir se enseñan, / mil veces entre mí digo: / «Aquesta escuela no es / la que ha de ser». Pues colijo / que no ha de enseñarse a un hombre / con destreza, gala y brío / a reñir, sino a por qué / ha de reñir; que yo afirmo / que, si hubiera un maestro solo / que enseñara prevenido, / no el cómo, el por qué se riña, / todos le dieran sus hijos. En otras ocasiones aborda las pasiones amorosas que ciegan el alma, en especial los celos patológicos que aborda en El mayor monstruo, los celos o en El médico de su honra, entre otro dramas. * En su segundo registro, el dramaturgo inventa, más allá del repertorio caballeresco, una forma poético-simbólica desconocida antes de él y que configura un teatro esencialmente lírico, cuyos personajes se elevan hacia lo simbólico y lo espiritual. Escribe entonces fundamentalmente dramas filosóficos o teológicos, autos sacramentales y comedias mitológicas o palatinas. Calderón destaca sobre todo como creador de esos personajes barrocos, íntimamente desequilibrados por una pasión trágica, que aparecen en El príncipe constante, El mágico prodigioso o La devoción de la cruz. Su personaje más conocido es el desgarrado Segismundo de Polonia de La vida es sueño, considerada como la pieza cumbre del teatro calderoniano. Esta obra, paradigma del género de comedias filosóficas, recoge y dramatiza las cuestiones más trascendentales de su época: la libertad o el poder de la voluntad frente al destino, el escepticismo ante las apariencias sensibles, la precariedad de la existencia, considerada como un simple sueño y, en fin, la consoladora idea de que, incluso en sueños, se puede todavía hacer el bien. Tiene esta obra varias versiones hechas por él mismo. También se apunta en ella, aunque muy en segundo plano, el tema de la educación, tan desarrollada posteriormente en el siglo XVIII. En este segundo registro, lleva a su perfección el llamado auto sacramental, pieza alegórica en un acto de tema eucarístico destinada a representarse el día del Corpus. Por mencionar sólo algunos, citaremos El gran teatro del mundo o La cena del rey Baltasar. En cuanto a dramas filosóficos, su obra maestra es, sin duda, La vida es sueño; El médico de su honra y El alcalde de Zalamea en cuanto al drama de honor, aunque hay también piezas comparables como El pintor de su deshonra (h. 1648) o A secreto agravio secreta venganza (1635). El secreto a voces y La dama duende son cimas en cuanto a comedia de enredo, con otras muchas menos conocidas de capa y espada como El escondido y la tapada, No hay burlas con el amor, Casa con dos puertas mala es de guardar o Mañanas de abril y mayo, que anticipa el género de la comedia de figurón, aunque una pieza suya como Guárdate del agua mansa posee ya uno, el estrafalario don Toribio de Cuadradillos. Tienen carácter melodramático comedias como No hay cosa como callar (h. 1639), No siempre lo peor es cierto (entre 1648 y 1650) o La niña de Gómez Arias (h. 1651), que poseen una mayor introspección y se acercan al universo trágico. Comedias palatinas son El galán fantasma (1629), Nadie fie su secreto, Manos blancas no ofenden (h. 1640), o El secreto a voces (de la que se conserva un manuscrito autógrafo de 1642). Se acercó al drama histórico con piezas como La gran Cenobia (1625), La cisma de Ingalaterra, Amar después de la muerte, o El tuzaní de la Alpujarra (1659) o El mayor monstruo del mundo (1672). Dramas filosóficos y simbólicos son La hija del aire en sus dos partes, donde se pinta la ambición sin límites de la reina Semíramis, asesina de su marido Nino, y Las cadenas del demonio (de atribución dudosa). Dramas religiosos y hagiográficos son La devoción de la Cruz (h. 1625), El purgatorio de San Patricio (1640), El príncipe constante (h. 1629), cuya representación tanto había de influir sobre la concepción teatral de Jerzy Grotowski, y El mágico prodigioso (1637), obra que influyó poderosamente en el Fausto de Goethe, al que prestó algunos pasajes enteros. Calderón empezó a interesarse por las comedias mitológicas al sustituir a Lope de Vega en 1635 como dramaturgo de cámara. Rápidamente se adaptó a las condiciones del gran espectáculo cortesano con piezas como El mayor encanto amor, de ese año, y otras como El golfo de las sirenas, El monstruo de los jardines, Fieras afemina amor, La fiera, el rayo y la piedra (1652) o La púrpura de la rosa (1660) entre otras muchas. De este género es la ópera Celos aun del aire matan, que el propio Calderón parodió en su comedia burlesca Céfalo y Pocris. Pero el género que monopolizó el maestro fue el de los autos sacramentales, desde los de aire medievalizante como El gran teatro del mundo o El gran mercado del mundo a los de pretexto mitológico, como Andrómeda y Perseo o Psiquis y Cupido. Otros: La cena del rey Baltasar, La vida es sueño, El divino Orfeo (del que hizo dos versiones separadas por casi treinta años), La nave del mercader (1674) etcétera. Calderón es el maestro indiscutido de este género, en el que ya los personajes se han convertido en puras abstracciones conceptuales o pasionales. Compuso asimismo Calderón bastante teatro menor, por ejemplo entremeses como El triunfo de Juan Rana. Otra clasificación es la siguiente: * Tragedias: El médico de su honra, A secreto agravio, secreta venganza; El pintor de su deshonra; La hija del aire. * Comedias serias: La vida es sueño; El alcalde de Zalamea; El mágico prodigioso. * Comedias cortesanas: El hijo del sol, Faetón. La fiera, el rayo y la piedra; El monstruo de los jardines; Eco y Narciso. * Comedias de capa y espada: La dama duende; Casa con dos puertas mala es de guardar; No hay burlas con el amor. * Autos sacramentales: El gran teatro del mundo; El gran mercado del mundo; La cena del rey Baltasar; La protestación de la fe; El verdadero dios Pan. El teatro cómico de Calderón Durante un tiempo se subestimó el teatro cómico de Calderón, pero últimamente ha sido revalorizado, pues ciertamente compuso obras maestras en el género que pueden ser calificadas como comedias de enredo, como La dama duende, Casa con dos puertas, mala es de guardar o El galán fantasma, y no descuidó el teatro menor. Los personajes de Calderón Aunque Calderón sabe a veces acertar a crear personajes humanos e inolvidables, como Pedro Crespo, la mayor parte de las veces es cierto lo que dijo Marcelino Menéndez Pelayo: Los personajes de Calderón apenas aciertan con la expresión natural y sencilla, sino que la sustituyen con hipérboles, discreteos, sutilezas y lluvia de metáforas... Tienen verdad relativa é histórica, carecen de la verdad humana, absoluta y hermosa que estalla en los rugidos de león de los personajes de Shakespeare. Por otra parte, los personajes femeninos de Calderón son excesivamente hombrunos y no poseen la feminidad y viveza natural de las mujeres de Lope, aunque cuando se trata de mujeres investidas de autoridad este defecto se transforma en una virtud y encontramos a auténticas encarnaciones de la ambición, como la reina Semíramis en las dos partes de La hija del aire. En el apartado masculino, Calderón posee un repertorio de personajes inolvidables como Segismundo, Don Lope de Figueroa, Pedro Crespo, el Príncipe Constante o ese prototipo de uno de los personajes más frecuentados por Calderón, el marido enloquecido de celos que representa el Don Gutierre de El médico de su honra; estos celosos patológicos que abundan en los dramas de Calderón razonan férreamente, pero las conclusiones de sus silogismos se asientan sobre sospechas y pasiones desatadas, por lo que el resultado de sus largas cavilaciones dan en el absurdo dramático; por eso les encuentra sustancia trágica Calderón. La dramaturgia calderoniana Calderón reduce el número de escenas que habitualmente empleaban Lope de Vega y sus seguidores, porque cuida más la estructura dramática; restringe igualmente la abundante polimetría del teatro anterior a octosílabo, endecasílabo y alguna vez heptasílabo; también empobrece el repertorio estrófico a fin de lograr más unidad de estilo. En vez de buscar temas nuevos, que también, prefiere usar temas ya desarrollados por los comediógrafos anteriores de Lope o de su escuela, que reescribe suprimiendo las escenas inútiles, débiles, sobrantes o poco funcionales, o añadiendo las que cree necesarias; es decir, refundiéndolas. Por demás, sigue los mismos mecanismos y convencionalidades de la comedia lopesca, con las aportaciones añadidas de Antonio Mira de Amescua, Tirso de Molina y Juan Ruiz de Alarcón. Su estilo utiliza las galas formales del culteranismo, pero también lo vulgariza con una serie de metáforas en torno a los cuatro elementos que todo su público podía entender, lo que lo vuelve más accesible. Asimismo, emplea símbolos en sus comedias: la caída del caballo, que representa la deshonra o la alteración del orden natural; las casualidades no casuales, el significado profundo de la luz y la oscuridad; el equilibrio natural entre los cuatro elementos, y algunas técnicas dramáticas como la profecía u horóscopo inicial en la obra, que crea expectativas engañosas para el público, por ejemplo en La cisma de Inglaterra o en la misma La vida es sueño. Calderón se da cuenta a veces de lo artificial y mecánica que resulta la fórmula dramática barroca y por ello se permite a veces hacer juegos o bromas metateatrales permitiendo a sus actores hacer comentarios jocosos sobre los tópicos que les salen al paso y se ven obligados a seguir. Con Calderón de la Barca adquirió plena relevancia en la comedia barroca la escenografía —lo que él llamaba «memoria de las apariencias»— y la música (se considera a Calderón el primer autor de libretos de zarzuelas), en búsqueda de un espectáculo barroco integral que uniera las diversas artes plásticas. Con este fin colaboró estrechamente con escenógrafos italianos como Cosme Lotti. La carpintería efímera teatral se convirtió en un elemento clave en la composición de sus obras, en especial de los autos sacramentales, que de esa manera se transformaban en complejos emblemas alegóricos preñados de simbolismo moral. Lenguaje y estilo En cuanto a su lenguaje, es manejado con solemnidad, enfatizando la belleza con el uso de antítesis, metáforas e hipérboles; aunque podría estimarse que es la culminación teatral del culteranismo. Calderón procura que las metáforas puedan ser fácilmente desatadas por su público reiterando un mecánico sistema de referencias cruzadas en torno a los cuatro elementos y recurriendo a una Retórica de fáciles simetrías y diseminaciones y recolecciones. Usa cultismos sin empacho, algunos incluso condenados por Lope de Vega en su Arte nuevo de hacer comedias (1609), como hipogrifo. En sus personajes se acusa un característico frenesí razonador: los personajes calderonianos piensan de modo férreo e impecablemente lógico, aunque sus premisas sean de hecho absurdas; de esa manera, los característicos maridos calderonianos se enloquecen de celos y justifican sus crímenes de forma impecable pero éticamente absurda, abundando en su lenguaje nexos de subordinación lógica causal, consecutiva, condicional, concesiva o final. La metaforización sufre también ese proceso de logicismo mecánico y desarrolla en exclusiva el citado sistema de símbolos fundado en la combinatoria de los cuatro elementos. Abundan los juegos metateatrales, pues no se le ocultaba al propio autor el convencionalismo a que había llegado la fórmula lopesca, y los diálogos fragmentados «al alimón», en que dos o más personajes se van continuando y terminando las frases que dejan a medias sucesiva y simétricamente. Por otra parte, la intratextualidad de Calderón es muy fuerte, pues el autor a veces reutiliza o reescribe textos de unas comedias o autos en otros, autoparodiándose con intención cómica o imitándose a sí mismo conscientemente. Temas e ideología La formación jesuita de Calderón le llevó a asimilar el pensamiento de San Agustín y Santo Tomás de Aquino a través de la interpretación de Domingo Báñez, Luis de Molina y Francisco Suárez. Sin embargo aflora en su teatro un profundo pesimismo a pesar de la autonomía y validez de la acción humana. En sus obras siempre suele centrarse en la oposición o confrontación entre: * La razón y las pasiones * Lo intelectual y lo instintivo * El entendimiento y la voluntad. La vida es una peregrinación, un sueño, y el mundo es un teatro de apariencias. Su pesimismo está atemperado por su fe en Dios y por el fuerte racionalismo que asimiló de Santo Tomás. El sentido de la angustia de muchos de sus personajes le aproximan al existencialismo cristiano contemporáneo: ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ficción, una sombra, una ilusión, y el mayor bien es pequeño. ¡Que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son! Asimismo Fernando, el príncipe constante, axclama así poco antes de morir consumido por su propia voluntad: Pero, ¿qué mal no es mortal / si mortal el hombre es, / y en este confuso abismo / la enfermedad de sí mismo / le viene a matar después? / Hombre, mira que no estés / descuidado. La verdad / sigue, que hay eternidad / y otra enfermedad no esperes / que te avise, pues tú eres / tu mayor enfermedad. / Pisando la tierra dura / de continuo el hombre está, / y cada paso que da / es sobre su sepultura. / Triste ley, sentencia dura / es saber en cualquier caso / cada paso ¡gran fracaso! / es para andar adelante, / y Dios no es a hacer bastante / que no haya dado aquel paso. El príncipe constante, jornada III Calderón ve en la historia, antigua o contemporánea, la huella de la voluntad divina así como en el mundo natural, donde lee el plan y la promesa de Dios. El repertorio temático de Calderón es amplio y se trata con muy diversas variantes; el honor; la relación del hombre con el poder y, en relación con esto, la libertad y la responsabilidad moral o el conflicto entre realidad e ilusión, frecuente en la estética barroca del desengaño. Trata de una forma particular los celos patológicos y los conflictos edípicos. La escuela dramática de Calderón La depurada fórmula dramática calderoniana y su particular estilo fueron imitados por importantes ingenios que, como el madrileño, refundieron obras ya compuestas por Lope y sus discípulos al mismo tiempo que componían piezas originales. Los más importantes entre estos autores fueron Francisco de Rojas Zorrilla y Agustín Moreto, pero también hay que contar entre sus discípulos a Antonio de Solís y Rivadeneyra, Juan Bautista Diamante, Agustín de Salazar, Sor Juana Inés de la Cruz, Cristóbal de Monroy, Álvaro Cubillo de Aragón y Francisco Bances Candamo. Otros autores que siguieron a Calderón y alcanzaron algún éxito fueron además Juan de Zabaleta, Juan de la Hoz y Mota, Jerónimo de Cáncer, Juan de Matos Fragoso, Alejandro Arboreda y Antonio Coello, que escribieron frecuentemente en colaboración; también Juan Vélez de Guevara, hijo del celebérrimo dramaturgo Luis Vélez de Guevara; Antonio Martínez de Meneses y Francisco de Leiva. Obras más importantes Piezas dramáticas datables Amor, honor y poder, drama histórico (1623). La cisma de Inglaterra, drama histórico (1627). Casa con dos puertas, mala es de guardar, comedia de enredo (1629). La dama duende, comedia de enredo (1629). El príncipe constante, drama histórico (1629). La banda y la flor (1632). La cena del rey Baltasar, auto sacramental (1632). La devoción de la cruz, drama religioso (1634). A secreto agravio secreta venganza, drama de honor (1636). La vida es sueño, drama filosófico (1636). El mágico prodigioso, drama religioso (1637). El mayor monstruo del mundo, drama de honor (1637). El médico de su honra, drama de honor (1637). Los dos amantes del cielo, drama religioso (1640). El pintor de su deshonra, drama de honor (1650). El alcalde de Zalamea, drama de honor (1651). La hija del aire, drama histórico (1653). El gran teatro del mundo, auto sacramental (1655). Guárdate del agua mansa, comedia de enredo (1657). Eco y Narciso, drama mitológico (1661). La niña de Gómez Arias, melodrama (1672). La aurora en Copacabana, comedia (1674). Dramas Alcalde de Zalamea, El. Amado y aborrecido. Amar después de la muerte o El tuzaní de la Alpujarra. Apolo y Climene. A secreto agravio secreta venganza. Armas de la hermosura, Las. Aurora en Copacabana, La. Cabellos de Absalón, Los. Cadenas del demonio, Las. Celos, aun del aire, matan. Cisma de Ingalaterra, La. Darlo todo y no dar nada. De un castigo tres venganzas. Devoción de la Cruz, La. Dos amantes del cielo, Los. Duelos de amor y lealtad. Eco y Narciso. En esta vida todo es verdad y todo es mentira (1664). Estatua de Prometeo, La. Exaltación de la Cruz, La. Fiera, el rayo y la piedra, La. Fieras afemina amor. Fineza contra fineza. Fortunas de Andrómeda y Perseo. Golfo de las sirenas, El. Gran Cenobia, La. Gran príncipe de Fez, El. Hija del aire, La (dos partes). Hijo del Sol, Faetón, El. Hijos de la fortuna, Teágenes y Cariclea, Los. José de las mujeres, El. Judas macabeo. Laurel de Apolo, El. Luis Pérez el Gallego. Mágico prodigioso, El. Mayor encanto amor, El. Mayor monstruo del mundo, El. Médico de su honra, El. Monstruo de los jardines, El. Ni amor se libra de amor. Niña de Gómez Arias, La. Origen, pérdida y restauración de la Virgen del Sagrario. Postrer duelo de España, El. Pintor de su deshonra, El. Príncipe constante, El. Purgatorio de San Patricio, El. Púrpura de la rosa, La. Saber del mal y del bien. Segundo Escipión, El. Sibila de Oriente, La. Sitio de Breda, El. Tres afectos de amor, Los. Tres justicias en una, Las. Tres mayores prodigios, Los. Comedias Acaso y el error, El. Afectos de odio y amor. Agradecer y no amar. Alcalde de sí mismo, El. Amigo, amante y leal. Amor, honor y poder. Antes que todo es mi dama. Argenis y Poliarco. Astrólogo fingido, El. Auristela y Lisidante. Banda y la flor, La. Basta callar. Bien vengas, mal, si vienes solo. Cada uno para sí. Casa con dos puertas, mala es de guardar. Castillo de Lindabridis, El. Conde Lucanor, El. Con quien vengo, vengo. Cuál es mayor perfección. Dama duende, La. Dar tiempo al tiempo. Desdicha de la voz, La. De una causa, dos efectos. Dicha y desdicha del nombre. Empeños de un acaso, Los. Encanto sin encanto, El. Escondido y la tapada, El. Fuego de Dios es el querer bien. Galán fantasma, El. Guárdate del agua mansa. Gustos y disgustos son no más que imaginación. Hado y divisa de Leonido y Marfisa. Hombre pobre todo es trazas. Jardín de Falerina, El. Lances de amor y fortuna. Maestro de danzar, El. Manos blancas no ofenden, Las. Mañana será otro día. Mañanas de abril y mayo. Mejor está que estaba. Mujer, llora y vencerás. Nadie fíe su secreto. No hay burlas con el amor. No hay cosa como callar. No siempre lo peor es cierto. Para vencer amor, querer vencerle. Peor está que estaba. Primero soy yo. Puente de Mantible, La. Secreto a voces, El. Señora y la criada, La. También hay duelo en las damas. Autos sacramentales A Dios por razón de estado (1650–1660). Alimentos del hombre, Los (1676). A María el corazón (1664). Amar y ser amado y divina Filotea (1681). Andrómeda y Perseo (1680). Año santo de Roma, El (1650). Año santo en Madrid, El (1615–1652). Árbol del mejor fruto, El (1661). Arca de Dios cautiva, El (1673). Cena del rey Baltasar, La (1634). Cordero de Isaías, El (1681). Cubo de la Almudena, El (1651). Cura y la enfermedad, La (1657–1658). Devoción de la misa, La (¿1637?). Diablo mudo, El (1660). Día mayor de los días, El (1678). Divino Jasón, El (antes de 1630). Divino Orfeo, El (dos versiones). Encantos de la culpa, Los (¿1645?). Espigas de Ruth, Las (1663). Gran Duque de Gandía, El (¿1639?). Gran mercado del mundo, El (¿1634–1635?). Gran teatro del mundo, El (¿1634–1635?). Hidalga del Valle, La (¿1634?). Humildad coronada de las plantas, La (1644). Iglesia sitiada, La (antes de 1630). Indulto general, El (1680). Inmunidad del Sagrado, La (1664). Jardín de Falerina, El (1675). Laberinto del mundo, El (1677). Lepra de Constantino, La. Lirio y la azucena, El (1660). Llamados y escogidos (¿1648–1649?). Lo que va del hombre a Dios (¿1640?). Maestrazgo del Toisón, El (1659). Misterios de la misa, Los (1640). Mística y real Babilonia (1662). Nave del mercader, La (1674). No hay instante sin milagro (1672). No hay más fortuna que Dios (¿1653?). Nuevo hospicio de pobres (1688). Nuevo Palacio del Retiro, El (1634). Orden de Melchisedech, El. Órdenes militares, Las (1662). Pastor Fido, El (¿1677?). Piel de Gedeón, La. Pintor de su deshonra, El. Pleito matrimonial del cuerpo y el alma, El (1634). Primer flor del Carmelo, La (antes de 1650). Primero y segundo Isaac (¿antes de 1659?). Primer refugio del hombre y probática piscina, El (1661). Protestación de la fe, La (1656). Psiquis y Cupido (1640). ¿Quién hallará mujer fuerte?. Redención de cautivos, La (hacia 1672). Sacro Parnaso, El (1659). Santo rey don Fernando, El (primera y segunda parte) [1671]. Segunda esposa y triunfar muriendo, La (¿1648–1649?). Semilla y la cizaña, La (1651). Serpiente de metal, La (1676). Siembra del Señor, La (anterior a 1655). Socorro general, El (1644). Sueños hay que verdad son (1670). Tesoro escondido, El (1679). Torre de Babilonia, La. Tu prójimo como a ti (segunda redacción) [antes de 1674]. Universal redención, La. A tu prójimo como a ti. Vacante general, La (1649). Valle de la Zarzuela, El (¿hacia 1655?). Veneno y la triaca, El (1634). Verdadero Dios Pan, El (1670). Viático cordero, El (1665). Vida es sueño, La (segunda redacción) [antes de 1674]. Viña del Señor, La (1674). Teatro breve (bailes, entremeses, jácaras y mojigangas) Baile de las jácaras (parte 2). Baile de la plazuela de Santa Cruz. Baile de los zagales. Entremés de la barbuda (partes 1 y 2). Entremés de la casa de los linajes. Entremés de las carnestolendas. Entremés de la casa holgana. Entremés del convidado. Entremés de los degollados. Entremés de don Pegote. Entremés del dragoncillo. Entremés del escolar y el soldado. Entremés de la Franchota. Entremés de guardadme las espaldas. Entremés de los instrumentos. Entremés de las jácaras (parte 1). Entremés del desafío de Juan Rana. Entremés de la melancólica. Entremés de la pedidora. Entremés del mayorazgo. Entremés de la plazuela de Santa Cruz. Entremés de la premática (partes 1 y 2). Entremés del reloj y genios de la venta. Entremés de la rabia (parte 1). Entremés del robo de las Sabinas. Entremés del sacristán mujer. Entremés del toreador. Entremés del triunfo de Juan Rana. Jácara del Mellado. Mojiganga de la garapiña. Mojiganga de los guisados. Mojiganga de los ciegos. Mojiganga de la muerte. Mojiganga de la pandera. Mojiganga del Parnaso (parte 2 de la Rabia). Mojiganga del pésame de la viuda. Mojiganga de Juan Rana en la zarzuela. Mojiganga de los sitios de recreación del Rey. Obras en colaboración Margarita preciosa, La (con Juan de Zabaleta y Jerónimo de Cáncer y Velasco). Más hidalga hermosura, La (con Juan de Zabaleta y Francisco de Rojas Zorrilla). Monstruo de la fortuna, El (con Juan Pérez de Montalbán y Francisco de Rojas Zorrilla). Prodigio de Alemania, El (con Antonio Coello y Ochoa). Proezas de Frislán, y muerte del Rey de Suecia, Las (con Antonio Coello y Ochoa). Troya abrasada (con Juan de Zabaleta). Yerros de naturaleza y aciertos de la fortuna (con Antonio Coello y Ochoa). Obras atribuidas Castigo en la traición, El."pedro calderon de la barca" Primer blasón del Austria, El. Que busca la mojiganga, El. Saco de Amberes, El. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_Calder%C3%B3n_de_la_Barca

Ernesto Cardenal

Ernesto Cardenal Martínez (Granada, Nicaragua, 20 de enero de 1925) es un sacerdote católico (uno de los más destacados religiosos de la teología de la liberación), político, escultor y escritor nicaragüense, famoso, ante todo, por su obra poética, que le ha merecido varios premios internacionales. Nacido en una de las familias más respetables del país, tuvo de hogar en su infancia La Casa de los Leones, una notable mansión en Granada, Nicaragua. Su bisabuelo materno era un judío de Polonia. Estudió primero en Managua y de 1942 a 1946, literatura en México. Más tarde, de 1947 a 1949, continúa sus estudios en Nueva York y viaja entre 1949 y 1950 por Italia, España y Suiza. En julio de 1950 vuelve a Nicaragua, donde participa en la Revolución de Abril de 1954 contra Anastasio Somoza García. El golpe de Estado falla y termina con la muerte de muchos de sus compañeros y amigos. Ernesto Cardenal decide entrar en el monasterio de Gethsemani (Kentucky, EE.UU.). En sus memorias, Cardenal afirma que estando en Estados Unidos conoció a Hope Portocarrero, el día en que ésta se graduaba de la universidad. Portocarrero era una joven americana de origen nicaragüense de clase alta, quien era pariente de los Somoza y más tarde sería primera dama de Nicaragua cuando su esposo Anastasio Somoza Debayle llegó al poder. Sin embargo Hope Portocarrero no tuvo interés en tener ningún tipo de relación amistosa con Cardenal. En 1959 abandona el monasterio para estudiar teología en Cuernavaca (México). Cardenal en 1965 es ordenado sacerdote en Managua. Funda en una de las islas Solentiname en el Lago Cocibolca una comunidad cristiana, casi monástica. Ahí se escribe el famoso libro El Evangelio de Solentiname. Cardenal colabora estrechamente con el Frente Sandinista de Liberación Nacional luchando contra el régimen de Somoza. El 19 de julio de 1979, el día de la victoria de la Revolución Nicaragüense, es nombrado ministro de Cultura del nuevo Gobierno del FSLN. Ocupa este cargo hasta 1987, año en el que se cierra el ministerio por razones económicas. Cardenal recibe en 1980 el Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán. En 1983, Juan Pablo II visitó oficialmente Nicaragua. El pontífice -frente a cámaras de televisión que transmitían a todo el mundo- amonestó e increpó severamente a Ernesto Cardenal, arrodillado ante él en la misma pista del aeropuerto, por propagar doctrinas apóstatas (según la fe católica) y por formar parte del gobierno sandinista. En 1989 Cardenal funda con el actor austriaco Dietmar Schönherr la Casa de los tres mundos, en Granada, Nicaragua, fundación cultural de la que es presidente honorario. Cardenal abandona el FSLN en 1994, en protesta contra la dirección de Daniel Ortega. Luego, suma su apoyo moral al MRS o Movimiento Renovador Sandinista, y extiende su apoyo a la Alianza Partido MRS, durante las elecciones de 2006, igual que otros destacados literatos nicaragüenses, entre los que destacan Gioconda Belli y Sergio Ramírez Mercado, fundador del MRS. Fue nominado en mayo de 2005 a recibir el Premio Nobel de literatura. Dos meses más tarde, participó en la inauguración de la señal televisiva Telesur, junto a personalidades como Danny Glover, Eduardo Galeano, Pino Solanas y Adolfo Pérez Esquivel, entre otros. En el año 2005, como presidente de la Asociación para el desarrollo de Solentiname, fue premiado con la "foca Mediterrania" en los premios Ones. En el año 2007 el poeta nicaragüense vuelve a México, donde, entre otras actividades, se entrevistió con el Subcomandante Marcos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y participó en el festival XII Encuentro Hispanoamericano de Escritores Horas de Junio, celebrado el 1 de junio. Organizado por la Universidad de Sonora, ese año llevó por título Tributo a Ernesto Cardenal; el poeta lectura de un texto, Polvo de estrellas, sobre la utopía social, así como también un recital de sus poemas que enmudeció al auditorio de la Sociedad Sonorense de Historia. En 2009 obtuvo el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, que recibió el 27 de julio de manos de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet. En abril de 2010, fue elegido miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua. Actualmente es presidente honorífico de la Red Internacional de Escritores por la Tierra (RIET) Poesía Hora 0 (1957) Gethsemani Ky (1960) Epigramas (1961) Salmos (1964) Oración Por Marilyn Monroe y otros poemas (1965) El estrecho dudoso (1966) Mayapán (1968) Homenaje a los indios americanos (1969) Canto nacional (1972) Oráculo sobre Managua (1973) Canto a un país que nace (1978) Tocar el cielo (1981) Vuelos de victoria (1984) Quetzalcúatl (1985) Los ovnis de oro (1988) Cántico Cósmico (1989) El telescopio en la noche oscura (1993) Versos del pluriverso (2005) Pasajero de Transito (2006) Memorias Vida perdida (1999). Seix Barral Los años de Granada (2001) Anama Las ínsulas extrañas (2002). Editorial Trotta La revolución perdida (2004). 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