#Andaluces #Españoles #Generación27 #PremioNobel #SigloXX
¡Nunca! No lo diré. Más si lo dig… no culpéis a mi lengua, sí al torm… que irresponsabiliza al pensamient… que descuaja al dolor el enemigo. Si un silencio de muerte irá conmi…
A ti, contorno de la gracia humana… recta, curva, bailable geometría, delirante en la luz, caligrafía que diluye la niebla más liviana. A ti, sumisa cuanto más tirana
Yo soy Rafael Alberti, el que trabajó un tiempo en gongorinos mármoles la forma de su voz. El que haciéndose huésped becqueriano de las nieblas se agarró en lucha desesperada con los án...
Cuando abre sus piernas Altair en la mitad del cielo, fulge en su centro la más bella no… concentrada de estrellas que palpitan lloviéndose en mis la…
Canto, río, con tus aguas: De piedra, los que no lloran. De piedra, los que no lloran. De piedra, los que no lloran. Yo nunca seré de piedra.
«Como tierra de cactus y magüeyes, de órganos que edifican verdes tem… con bóvedas de aire, con techumbre… limpísimas de aire, sol y agua. Los caminos se cansan, se desploma…
A ti, esqueleto ornamentado, llena rosa mural en él enguirnaldada; vestido de los huesos, revocada luz en relieve y sólida azucena. A tí, veloz, centella la melena,
Sí, sí, es verdad, es la única ver… ojos entreabiertos, luz nacida, pensamiento o sollozo, clave o alm… este velar, este aprender la dicha… este saber que el día no es espina…
Se equivocó la paloma, se equivocaba. Por ir al norte fue al sur, creyó que el trigo era el agua. Creyó que el mar era el cielo
Estos rumores... Estos rumores, estos leves susurros conocidos de cielos, hojas, vientos y oleaje… son mis aires mejores, ya felices
PRÓLOGO No habían cumplido años ni la rosa… Todo, anterior al balido y al llan… Cuando la luz ignoraba todavía si el mar nacería niño o niña.
¡Ja, ja, ja! Qué gracioso está mi corazón vestido de smoking rojo ¡je, je, je!
Dejé por ti mis bosques, mi perdid… arboleda, mis perros desvelados, mis capitales años desterrados hasta casi el invierno de la vida. Dejé un temblor, dejé una sacudida…
Marinerito delgado, Luis Gonzaga de la mar, ¡qué fresco era tu pescado, acabado de pescar! Te fuiste, marinerito,
Veo los años, los mismos que ahora escucho volve… espantajos oscuros, henchidos como cerdos de pez muert… dejando tras de sí una cola de tin…