La que ayer fue mi querida va sola entre los cantuesos. Tras ella, una mariposa y un saltamonte guerrero. Tres veredas:

«Trata de no mirar sus monumentos, caminante, si a Roma te encaminas. Abre cien ojos, clava cien retinas… esclavo siempre de los pavimentos. Trata de no mirar tantos portentos…

Soy Pinochet, el Funeral Verdugo… el gran Funeralísimo chileno. Tengo por alma un batallón de cien… y por cabeza un general tarugo. Cuando mato me arrugo y desarrugo

...Y ya estarán los esteros rezumando azul de mar. ¡Dejadme ser, salineros, granito del salinar! ¡Qué bien, a la madrugada,

Entraña de estos cantares: ¡Sangre de mi corazón, tarumba por ver los mares! El mar. La mar. El mar. ¡Sólo el mar!

A ti, contorno de la gracia humana… recta, curva, bailable geometría, delirante en la luz, caligrafía que diluye la niebla más liviana. A ti, sumisa cuanto más tirana

Nevada, clara de nieve, flor de los témpanos, tú, sobre una corza marina. Norte. Sur. Dorada, clara de oro,

Por allí, hondo, una humedad ardie… blando, un calor oscuro el que all… sofocado anhelar el que se hundía, doblándose y muriendo largamente. Labios en labios que no ataca dien…

Cántico de cánticos. Cantar de cantares. Canción de canciones. Encendidas están las flores, las e… muriéndose de amor, sobre todos lo…

... Hay peces que se bañan en la a… y ciclistas que corren por las ola… Yo pienso en mí. Colegio sobre el… Infancia ya en balandro o biciclet… Globo libre, el primer balón flota…

Es cuando golfos y bahías de sangr… coagulados de astros difuntos y ve… inundan los sueños. Cuando golfos y bahías de sangre atropellan la navegación de los le…

¡Qué altos los balcones de mi casa! Pero no se ve la mar. ¡Qué bajos! Sube, sube, balcón mío,

La cabra te va a traer un cabritillo de nieve para que juegues con él. Si te chupas el dedito, no te traerá la cabra

Por las calles, ¿quién aquél? ¡El tonto de Rafael! Tonto llovido del cielo, del limbo, sin un ochavo. Mal pollito colipavo,

A veces, amor mío, soy tu ángel de… Me levanto de no sé qué guaridas, fulmíneo, entre los dientes una espada de filos amargos, una t… espada que tú bien, mi pobre amor,…